Tras un mes de abril caracterizado por abundantes lluvias que han batido récords, mayo se presenta con tiempo estable, seco y soleado y con entrada de aire cálido de origen tropical en gran parte de nuestro país.

Aunque no son raras unas temperaturas de entre 30 y 32 ºC los primeros días de mayo, sí es extraño que en algunos lugares se vayan a alcanzar casi los 33 o 35 ºC. Incluso el domingo y el lunes se llegará en algunos puntos hasta los 37 ºC, serán valores de pleno verano. Con toda probabilidad, se alcanzarán valores térmicos de récord para estas fechas, tanto en temperaturas máximas como mínimas, pudiendo estar en el límite de lo que la AEMET define como ola de calor.

¿Será una ola de calor?

Como destaca Francisco Martín, experto meteorólogo de Meteored, “no estamos frente a una ola de calor al uso, típica de los meses cálidos. Sería mejor denominarlo como un episodio prematuro de muy altas temperaturas”.

Un hecho que destaca la OMM y el IPCC es que las olas de calor se engloban dentro de aquellos fenómenos que pueden incidir en nuestra a la salud. Puesto que, con mucha probabilidad, este fin de semana las temperaturas subirán a niveles veraniegos -el sol pegará fuerte y la radiación ultravioleta alcanzará valores máximos- debemos poner especial cuidado si decidimos salir a pasear o a realizar cualquier tipo de actividad deportiva permitida por las condiciones actuales impuestas por el coronavirus. Las altas temperaturas durante el día, la sequedad y la insolación podrían pasarnos factura.

Como nota positiva, hay que destacar que los valores urbanos de contaminación se encuentran entre un 40 y 60 % por debajo de los valores normales en NO2, SO2 y micropartículas (PM2.5 y PM10).

¿Cómo afectará esto al coronavirus?

Según Samuel Biener, climatólogo de Meteored, “es posible que las condiciones meteorológicas de los próximos días ayuden a que la tasa de contagios por coronavirus decrezca”. Cada vez más estudios concluyen que el virus se propaga peor con altas temperaturas y una radiación UV elevada. No obstante, esto “tendrá reflejo siempre que pongamos de nuestra parte”, advierte Biener.