En mitad de las intensas escaramuzas callejeras que se libran en Gaza, Hamás ha estrenado una nueva y potente arma que amenaza con complicar el avance de las tropas israelíes. Los milicianos de las Brigadas Al Qasam empuñan desde hace unas semanas el flamante Yassin 105, un misil anti fortificación especialmente diseñado para lanzar ataques contra los soldados atrincherados en el interior de edificios en el laberinto urbano de la Franja de Gaza.

En algunos de sus últimos vídeos, el ala armada de Hamás presume de la capacidad mortífera de la última incorporación de su arsenal. El misil, ideado y ensamblado en las factorías locales escondidas en la red de túneles subterráneos que se extienden por 500 kilómetros de la Franja, tiene una gran capacidad de destrucción. Se dispara con un lanzagranadas RPG y está especialmente diseñado para reducir a escombros edificios y estructuras fortificadas.

“Es una copia local de la ojiva tándem antiblindaje PG-7. Realmente es muy eficaz”, reconoce a El Independiente Farzin Nadimi, experto en defensa del The Washington Institute. Provisto de 4,5 kilos de explosivos, su ojiva de doble función es capaz de penetrar los muros y explotar más tarde dentro del edificio, amplificando los daños.

Una familia de misiles lanzada en 2005

El apodado Yassin 105 es el último desarrollo de los Yassin, una familia de misiles antitanque desarrollados por Hamás en 2004 a partir de los RPG-2 y RPG-7 y lanzados por primera vez un año después. Desde entonces han sido empleados por distintas facciones palestinas. Fueron bautizados con el nombre del líder espiritual del grupo islamista palestino, el jeque Ahmed Yassin, asesinado por las Fuerzas de Defensa Israelíes en marzo de 2004. Concebidos inicialmente como un arma antitanque, han sido utilizados contra vehículos no blindados y personal militar. Los empleados hasta ahora tenían como carga explosiva una mezcla de TNT fundido y nitrato de amonio en polvo y un alcance efectivo de 300 metros.

Propaganda de Hamás con el misil.

“El 105 es la versión termobárica. La diferencia es que en esta versión el 'combustible' termobárico y una carga iniciadora sustituyen a los explosivos de alta potencia”, explica Nadimi. “No es para tanques sino para estructuras. Crea una explosión de alta energía con un potente choque para destruir edificios”, agrega el experto en armamento. Según la información proporcionada en los últimos días por el ala militar de Hamás, el misil tiene un alcance efectivo de 100 metros. El movimiento ha divulgado imágenes de las pruebas en las que el misil destruye por completo una pequeña caseta y de su aplicación efectiva en el campo de batalla, en contra de unas fuerzas israelíes que han logrado partir en dos la Franja con combates en curso en el interior de la ciudad de Gaza.

Aunque también son usados contra tanques, los Yassin 105 resultan especialmente eficaces en la contienda urbana que se registra en la Franja palestina desde el inicio de la incursión terrestre israelí el 27 de octubre. “Las operaciones urbanas son difíciles para cualquier ejército. La inteligencia y la vigilancia resultan más difíciles, y es complicado operar en grandes grupos. El adversario también puede aprovechar el terreno urbanizado para esconderse”, detalla en conversación con este diario Dan Byman, investigador principal y experto en contraterrorismo del think tank Center for Strategic and International Studies.

Eficaz en el combate callejero

Los vídeos difundidos por Hamás muestran como la nueva arma es lanzada por combatientes que se escabullen de la vigilancia israelí en mitad del callejero urbano y aparecen en las proximidades de los soldados a través del laberinto de túneles. “Hamás dispone de extensos túneles en Gaza con los que puede desplazar fuerzas y ocultar a sus dirigentes. También hay más de 200 rehenes que Hamás ha tomado y que complican las operaciones. Hamás ha situado deliberadamente activos militares cerca de objetivos civiles. Y todo ello con cientos de miles de civiles en Gaza entre los que se esconden los militantes”, comenta Byman.

Israel ha perdido a 41 soldados desde el inicio de la incursión terrestre el 27 de octubre

Las imágenes distribuidas por el movimiento muestran a sus combatientes corriendo entre montones de escombros y deteniéndose fugazmente para disparar misiles propulsados desde el hombro contra tanques israelíes. En uno de los vídeos se ve a un miliciano en vaqueros y camiseta salir de un agujero en el suelo, colarse entre los arbustos, alzar el lanzacohetes al hombro y disparar un Yassin 105 contra un tanque Merkava situado a sólo unas decenas de metros de distancia.

A pesar de contar con el respaldo de los indiscriminados y continuos bombardeos israelíes -que se han cobrado la vida de cerca de 11.000 personas, entre ellas más de 4.000 menores de edad-, las tropas israelíes están sufriendo bajas. Según Tel Aviv, en las dos semanas de operaciones han muerto 41 soldados, un ritmo que dobla el registrado durante la penúltima incursión en Gaza en 2014, en la que 67 militares israelíes perdieron la vida tras siete semanas de ofensiva.

Una de las armas clave para defenderse del avance israelí

Una cifra que junto al uso de armas desplegadas por primera vez por Hamás certifican que el grupo que gobierna Gaza desde las elecciones de 2006 llevaba meses, sino años, preparándose para la enésima guerra contra Israel. “Probablemente Hamás lanzó esta operación previendo que Israel respondería con operaciones en Gaza. Israel ya había atacado Gaza en el pasado. Por tanto, es casi seguro que Hamás previó una respuesta israelí. También es posible que haya introducido de contrabando armas que antes no tenía y que podrían ayudarle en la lucha”, sopesa Byman.

El lanzamiento del Yassin 2015 demuestra que Hamás se preparó durante años para una nueva guerra con Israel

En su plan defensivo, Hamás dispone de dos armas principales: el Yassin 105 y el empleo de drones de ataque artesanales como los utilizados en Ucrania, como el dron de fabricación china inicialmente “diseñado para cineastas profesionales y aplicaciones industriales”, adquirido por unos 6.000 euros y convertido por los ingenieros del movimiento en un potente dron kamikaze capaz de neutralizar tanques como el Merkava IV, valorado en 3,3 millones de euros.

En sus discursos, los principales responsables del brazo armado de Hamás reconocen los progresos de los blindados israelíes en el mapa de Gaza pero advierten de que se enfrentan a una feroz resistencia, ejecutada por Al Qassam y otros grupos como la Yihad Islámica. Saleh al Arouri, comandante de Hamás en el exilio, insiste en que, aunque las fuerzas israelíes puedan hacerse con el control de algunos distritos de Gaza, tal escenario “no detendrá la lucha de la resistencia contra los soldados y los tanques”. “Cuanto más se extienda (Israel) y se expanda sobre el terreno, más profundas serán sus pérdidas", amenazó en una de sus últimas alocuciones. El grupo ha trasladado a sus aliados que "pueden continuar la guerra durante meses por su cuenta".

Los partes bélicos de estas doce jornadas de incursión dibujan una certeza: el ejército israelí se enfrentan a un enemigo mejor armado y más potente del que conocía de ofensivas previas, a pesar del bloqueo al que israelíes y egipcios han sometido la Franja desde hace 17 años, con severas restricciones para la entrada de bienes y materiales que pudieran ser empleados en la fabricación armamentística. El miércoles las Fuerzas de Defensa israelíes aseguraron haber matado a Mohsen Abu Zina, el supuesto jefe del departamento de fabricación de armas e industrias de Hamás y “uno de los principales desarrolladores de armas de Hamás y experto en el desarrollo de armas estratégicas y cohetes utilizados por los terroristas de Hamás”.

Desde el 27 de octubre, los milicianos han recurrido a drones cargados de explosivos, misiles antitanque y cohetes de gran impacto para complicar su avance. Un arsenal fabricado en los confines de Gaza a partir de material reciclado de otras contiendas. Sus acciones demuestran una mejora significativa del arsenal y las tácticas que cuentan con la contribución fundamental de Irán, que ha proporcionado entrenamiento y material en su lucha contra Israel a través del patrocinio de grupos armados en Líbano, Siria, Irak, Yemen o Palestina. Si en el pasado Teherán fabricaba cohetes en Sudán y los introducía en Gaza a través de los túneles de contrabando con Egipto, hoy Hamás dispone de su propia industria, que ha agudizado el ingenio para hallar materias primas.