Con la ofensiva militar israelí camino de los ocho meses, con más de 35.000 víctimas mortales y más de la mitad de los edificios de la Franja de Gaza dañados o destruidos, el comercio marítimo de armas con destino a Israel ha protagonizado una de las polémicas políticas de la semana en España, en un nuevo rifirrafe entre el ala socialista del Gobierno de coalición y su socio Sumar, con la participación colateral también de un Podemos que busca visibilidad en el camino hacia las elecciones europeas de junio.

Tanto Sumar como Podemos celebraron este viernes como "una victoria" propia la renuncia a hacer escala en Cartagena del 'Borkum', un carguero que transporta un cargamento de armas procedente de India con destino a la República Checa y que los activistas propalestinos habían señalado como un buque que podía acabar recalando en Israel, concretamente en el puerto de Ashdod.

¿Por qué surge el debate ahora?

La operación militar israelí inició sus bombardeos indiscriminados y masivos sobre la Franja de Gaza el 7 de octubre de 2023, en represalia por el ataque perpetrado ese mismo día por Hamás en el sur de Israel que se cobró cerca de 1.200 vidas.

Desde entonces, Israel -que tiene a Estados Unidos como principal proveedor de armas- ha seguido recibiendo armamento. ¿Por qué entonces surge ahora en España el debate? La controversia emerge con el aviso de la red de organizaciones solidarias con Palestina de la inminente llegada del 'Borkum' a Murcia. “Surge de una filtración, a la que apelamos siempre los activistas de la gente que está en las cadenas de producción o de transporte del comercio de armas”, explica a El Independiente Luis Arbide, activista antimilitarista y miembro del Centre Delàs d’Estudis per la Pau. Quienes trabajan en la industria, subraya Arbide, son “una fuente vital” para frenar el tráfico de armas.

Un mercado en el campamento de Jan Yunis, en la Franja de Gaza. | EFE

¿Se han producido escalas previas de buques rumbo a Israel desde octubre?

Es una de las incógnitas que suscita el asunto. “Sospechamos que sí, pero dada la opacidad de este comercio, es muy difícil detectarlo si no hay de por medio una filtración, como en este caso”, replica Arbide. "Ésta es una pregunta que creemos que tiene que responder el Gobierno de manera urgente", señala a este diario Ana Sánchez, activista de la Red Solidaria contra la Ocupación de Palestina.

Organizaciones como Amnistía Internacional llevan años censurando el secretismo que envuelve a las operaciones de venta de armas, abordadas en la Junta Interministerial Reguladora del Comercio Exterior de Material de Defensa y de Doble Uso (JIMDDU) que se reúne mensualmente para aprobar o denegar autorizaciones de exportación de armamento. “Esperamos que en esta legislatura vea la luz un nueva ley sobre Información Clasificada que modifique esta situación derivada de la decisión del Consejo de ministros del 18 de marzo de 1987 que clasificó como secretas las actas de la JIMDDU al amparo de la Ley de Secretos Oficiales de 1968”, señala la organización. También se quejan de la aplicación inadecuada de la prohibición de transferencias establecida en el Tratado sobre el Comercio de Armas (TCA), "cuando el gobierno tiene conocimiento de que se podrían utilizar para cometer crímenes de guerra y otras graves infracciones de los Convenios de Ginebra, especialmente en operaciones con Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos o Israel, entre otros países".

El desarrollo del caso 'Borkum' ilustra bien la falta de transparencia que subyace en este tránsito marítimo. El ala socialista del Ejecutivo español, con el ministro de Transportes Óscar Puente y Exteriores José Manuel Albares a la cabeza, han insistido en que el 'Borkum' no tenía como objetivo proveer armas a Israel. De hecho, se ha llegado a deslizar que el tipo de armamento no era el empleado por el ejército israelí y que, en realidad, tenía como parada final la guerra de Ucrania. Sumar, Podemos y la red de solidaridad con Palestina han cuestionado esa versión advirtiendo de que existe la posibilidad de que un país receptor autorice la venta a terceros. Ambos partidos solicitaron a la Fiscalía General del Estado que impidiera que el 'Borkum' atracara en Cartagena.

En medio del revuelo, el armador del 'Borkum' comunicó en la noche del jueves a la Capitanía Marítima que renunciaba a hacer escala en Cartagena y que se dirigía directamente a Eslovenia para trasladar desde allí la carga a Praga. María Jesús Montero ha vuelto a incidir este viernes en la versión de parte del Gobierno. “Se equivocaron de barco, el barco que pensaba hacer escala en Cartagena no llevaba armamento a Israel, y lo dijimos por activa y por pasiva, pero aun así… Serán ellos los que tengan que explicar por qué celebran esa victoria”.

La diputada de Podemos en el parlamento murciano María Marín, junto a decenas de personas de La Red Solidaria contra la Ocupación de Palestina (Rescop), se manifiestan este jueves en el puerto de Cartagena para pedir al Gobierno central que impida la entrada en el puerto de Cartagena al carguero Borkum. | EFE

¿Por qué Exteriores negó la escala a un segundo buque con armas?

Cuando se esperaban noticias de la llegada a Cartagena del 'Borkum', Exteriores sorprendió anunciando que había negado la escala a otro barco que nada tenía que ver con el protagonista de la polémica. El 'Marianne Danica', al que se ha rechazado el permiso de escala, transportaba motores para armamento a Israel, según fuentes gubernamentales.

El ministro José Manuel Albares ha alegado que “es el primero que se ha detectado cumpliendo estos criterios”, esto es, ser un barco que lleva armas a Israel y que quiere hacer escala en un puerto español. "Es la primera vez que lo hacemos, porque es la primera vez que detectamos un barco que lleva un cargamento de armas a Israel y que quiere hacer escala en un puerto español. La política es no conceder nuevas licencias de exportación de material bélico que vaya con destino a Israel y esta decisión que hemos tomado de rechazar esa escala es coherente y va en la misma línea", declaró Albares desde Bruselas. Este viernes Albares ha vuelto a presumir de su papel en la polémica. “Oriente Medio no necesita más armas; necesita más paz”, ha clamado a modo de eslogan en su intervención en TVE.

España siguió enviando a Israel en noviembre y en diciembre productos de licencias aprobadas con anterioridad al 7 de octubre

Pero Albares ha incurrido en contradicciones previas como, cuando dijo que el Gobierno había bloqueado la exportación de armas a Israel desde octubre, y la realidad es que se produjeron envíos con posterioridad al inicio de la ofensiva militar israelí. En concreto, España siguió enviando en noviembre y diciembre productos de licencias aprobadas con anterioridad al 7 de octubre. Diputados de Sumar, el socio de la coalición, le han criticado y afeado este extremo en sede parlamentaria.

Unos antecedentes que llevan a organizaciones de solidaridad con Palestina a asegurar que lo logrado esta semana es resultado de la movilización y la presión social y a subrayar la necesidad de permanecer vigilantes. “Evidentemente la operación del ministro con el otro barco fue para taparnos la boca. Hay un tercer barco que está circulando, que también sospechamos que lleva armas, y que todavía está circunvalando África. No sabemos si parará en algún puerto español, pero parece que sí”, apunta Arbide.

Tenemos una responsabilidad no sólo moral sino legal de ponerle fin a toda la complicidad con el genocidio

A juicio de Ana Sánchez, "el Gobierno ha mentido en numerosas ocasiones sobre el comercio de armas con Israel". "Albares dijo en sede parlamentaria que España no estaba comerciando con Israel y después, cuando salieron publicados los datos de Comercio, vimos que España tanto en noviembre como diciembre había seguido exportando armamento a Israel bajo licencias que no habían sido revocadas y esto ha continuado en enero y febrero", denuncia. "Conforme se publiquen nuevos datos, seguiremos viendo que España no ha parado de exportar armamento a Israel y tampoco hemos dejado de comprar armamento a Israel, que también es sumamente grave e importante que esto se ponga sobre la mesa y que se cuestione también".

"El gobierno -recalca- no ha hecho todo lo que estaba en sus manos, a lo que está obligado tanto por la ley española de comercio de armas como por el tratado internacional de comercio de armas y también por la convención para la prevención del genocidio. Tenemos una responsabilidad no sólo moral sino legal de ponerle fin a toda la complicidad con el genocidio que estamos viendo en la Franja".

Ataque aéreo israelí en el campamento de Yabalia, en el norte de la Franja de Gaza. | EFE

¿Qué está en el punto de mira?

Para los activistas propalestinos, la sucesión de noticias y la atención mediática de esta semana debe arrojar luz sobre una imagen de mayores proporciones, con más zonas de sombra. "El Gobierno no ha hecho lo suficiente para evitar el comercio de armas con Israel ni por la costa ni por otras vías. Creemos que tiene que dar explicaciones también sobre los aviones que han transitado por nuestro territorio; sobre qué está pasando en la base de Rota; y qué está pasando en general con todas las licencias de tránsito de armas que siguen sin suspenderse ni revocarse", opina Sánchez.

"El Gobierno dice que no ha autorizado licencias nuevas, pero ¿qué pasa con las que estaban previamente autorizadas, antes del 7 de octubre? Porque tenemos constancia de que se siguen importando y exportando armas a Israel. Entonces, creemos que falta mucho por hacer y lo que es necesario es imponer un embargo formal de armas a Israel de manera inmediata", añade.

Varias personas protestan para que el buque Borkum no amarre en el puerto de Cartagena. | EP

¿A partir de ahora qué sucederá con el comercio marítimo de armas en puertos españoles?

Quienes llevan años alertando de este comercio y el tránsito por puertos españoles -con el antecedente del envío de armas a Arabia Saudí y otros miembros de la coalición árabe que desde 2015 ha bombardeado sin compasión Yemen, la nación más pobre del golfo Pérsico- esperan que a partir de ahora el Gobierno “se lo tome en serio”. “Esto abre la puerta a este tipo de control que antes no había. Personalmente creo que el Gobierno se ha tomado en serio ahora el control”, agrega quien reconoce que las actuales son acciones del Ejecutivo “movidas por la presión”.

También es de la misma opinión la Red Solidaria contra la Ocupación de Palestina, que a través de un comunicado ha indicado que "ha quedado demostrado que la presión de la sociedad civil funciona". "Hemos conseguido que dos barcos cargados con armas para Israel no transiten por el territorio del Estado español, algo que el Gobierno debería haber asegurado hace meses". "Toda la cuestión con el barco de Cartagena y la denegación de escala a otro se debe claramente a la presión social y política que se ha generado, un poco por la denuncia que hicimos como Rescop. Hay que recordar que el Borkum atracó en un puerto de territorio español unos días antes, en las Palmas. Ha desistido porque había un foco puesto sobre qué cargaba ese barco y adonde se dirigía con esa carga y cómo se iban a utilizar las armas que estaba transportando", replica Sánchez. “Es imprescindible que se decrete formalmente un embargo militar a Israel que evite que cualquier otro transporte de armas pase por España sin necesidad de denuncias ni movilización", concluye.

Abre la puerta a un tipo de control que antes no había

En cuanto a la exportación de armas, organizaciones como Amnistía Internacional llevan años -desde 2009- pidiendo a los sucesivos gobiernos españoles que suspendan el envío a Israel. “Es necesario que la medida de la suspensión temporal de exportación de armas sea permanente independientemente de que se acabe la situación actual. Asimismo es fundamental que España inste a países como Alemania y EEUU a poner fin al envío de armas y promueva la adopción de un embargo en el seno de la UE”, explica Amnistía. Según el Instituto Internacional de Estocolmo para la Investigación de la Paz (SIPRI), entre 2019-23 y el lustro anterior, España fue el octavo exportador mundial de armas, tras los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, Alemania e Italia, con el 2,7% del global de las exportaciones.