“Un marxista algo perverso convertido en psicópata”. Así se definía Pablo Iglesias en un grupo de Telegram con amigos del partido, el mismo grupo en el que confesó que a Mariló Montero “la azotaría hasta que sangrase”. La conversación tuvo lugar en agosto de 2014. En esa conversación se define a sí mismo con más detalle: “No me gustan los niños, ni la familia, ni pasear por el parque, ni vestir bien, ni que me paren las viejas, ni que franquistas asquerosos me digan ¡ole tus cojones! Además, con la política de mayorías me pasa lo mismo que con el sexo de mayorías, que no me la pone dura”.

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