Bien, ya tenemos fecha para la presentación de la moción de censura de Vox, con la intermediación de Ramón Tamames: será el 27 de febrero, es decir el próximo lunes. Lo que no sabemos es cuándo la presidenta del Congreso -es decir, cuándo al presidente del Gobierno- le va a convenir convocar ese pleno.

Estamos a las puertas de unas elecciones autonómicas y municipales en la que los dos grandes partidos se juegan mucho. Y esto es un caramelo para Pedro Sánchez que está muy necesitado de echarse a la boca algún dulce. Por lo tanto, se estudiará en La Moncloa la fecha más idónea para afrontar una moción de censura que nace muerta por muchas razones, la menor de las cuales no es que probablemente no vaya a contar más que con los 52  diputados de Vox.

Pero atención, la estrategia del  PSOE no es reírse de Ramón Tamames por ser el instrumento de Vox después de haber militado durante los tiempos de la Transición en el Partido Comunista de España. De ninguna manera, aún antes de que se diseñe la estrategia socialista,  lo primero que se ha dicho en el grupo parlamentario es que se va a tratar a Tamames con respeto.

Con el respeto debido a quien es memoria viva de España y porque la opinión pública no toleraría que se humillase a Tamames por su avanzada edad. No va a haber escarnio por parte socialista en ese sentido, ya lo han dicho.  Pero, eso sí, van a darle la vuelta a una tortilla que les viene como anillo al dedo en esta precampaña electoral. Eso dando por supuesto que el resto de diputados procedentes de las bancadas de la izquierda no le van a humillar, lo cual es mucho suponer.

Habría sido mucho mejor que el señor Tamames hubiera dado una conferencia en lugar de someterse a una sesión para la que no está en condiciones físicas de soportar

Porque lo primero que pasa, además de que la moción nace muerta, es que el candidato no podría ni siquiera convocar nuevas elecciones porque no es diputado y porque tiene 89 años.  

Y por mucho que el candidato hilvane un argumento sólido, cosa que se da por descontado porque tiene una gran cabeza, no habrá nada que hacer. Habría sido mucho mejor que el señor Tamames hubiera dado una conferencia en lugar de someterse a una sesión para la que, esto sí que lo aseguro, no está en condiciones físicas de soportar.

Hay que decir de entrada que Tamames no está para subir una y otra vez a la tribuna para responder a todos los intervinientes de los 17 partidos presentes hoy en el Congreso. No sé cómo lo va a hacer pero no al modo habitual porque la edad marca y las piernas no van al mismo ritmo que la cabeza.  

La moción de censura tal y como está planteada, beneficia primero a Vox porque contar con una mente tan clara como la de Tamames no debería estar al alcance de ese partido y de ningún otro para estos menesteres. Y el segundo en beneficiarse de este regalo en forma de moción de censura destinada inexorablemente a morir es Pedro Sánchez.

Toda la clase política y la periodística estaremos atentos al desarrollo de ese pleno, calibraremos el mayor o menor acierto del diagnóstico del “candidato por dos días”.

Y luego valoraremos el daño que le puede hacer al PP que ya ha dicho que se va a abstener porque otra cosa no puede hacer.  Porque hay que insistir en que el verdaderamente dañado en este caso es el PP que se mueve entre la necesidad de distanciarse de Vox y la segura coincidencia -si no apura demasiado las exigencias anticonstitucionales de Vox como la supresión de las autonomías, por ejemplo- con los planteamientos del viejo profesor.

Habrá que ver cuánto han influido los líderes de Vox en  su discurso, pero ya hemos sabido que era inicialmente conciliador y llamaba al consenso. Veremos en qué ha quedado el talante del brillante economista y miembro de la Academia de Ciencias Morales y Políticas porque otra cosa que supondría su ruina y daría al traste con toda su trayectoria sería que hubiera abandonado su talante para meterse de lleno en la piel de Vox y asumiera todos sus planteamientos.

En fin, yo he sido muy crítica con la intervención de Ramón Tamames en esta ceremonia de acoso a Sánchez de la que Sánchez va  a salir beneficiado. 

Ahora sólo queda esperar y ver cuándo se convoca el pleno porque eso nos dará una idea del uso que Sánchez le va a dar a esta moción de censura planteada ad mayorem gloriam suya.