Susana Díaz ha culminado este jueves la insubordinación a Ferraz que inició el martes pasado, cuando cuatro diputados afines rompieron la disciplina de voto en el Congreso para desobedecer la directriz de Pedro Sánchez de votar en contra de una moción de Ciudadanos. El secretario general del PSOE fijó esa posición política para huir del "frentismo" y evitar que la formación naranja situara a su partido en el denominado "bloque constitucionalista".

La negativa del PSOE a apoyar la moción de Cs se producía después de que Albert Rivera rechazara la comisión de revisión del modelo territorial propuesta por Sánchez en el Congreso para abrir una vía de diálogo con Cataluña. Además, Ciudadanos se había negado a incluir la palabra "diálogo" -eje de la postura política del PSOE- en la moción. Por todos estos motivos, el PSOE rechazó esa declaración expresa de apoyo a las medidas emprendidas por el Gobierno para evitar el referéndum del 1 de octubre.

Ferraz envió una orden a todas las agrupaciones indicando que debía respetarse la directriz federal

Tras la desobediencia de cuatro diputados susanistas, el PSOE andaluz mostró su simpatía hacia la misma moción presentada también por Ciudadanos, su aliado parlamentario, en la Cámara andaluza. Para frenar esa deriva, Ferraz envió una orden a todas las federaciones y agrupaciones indicando que debía respetarse la directriz federal y evitar dar el apoyo a Cs en declaraciones similares. En caso de discrepancia, Ferraz solicitaba la comunicación con la dirección federal para encontrar una solución.

El PSOE-A siguió adelante con su intención de apoyar al Gobierno haciendo oídos sordos a Ferraz. Sólo en el último minuto le comunicó unas enmiendas in voce negociadas con ciudadanos que cambiaba dos aspectos del texto: que el apoyo se mostrara a "todas las instituciones del Estado" en vez de al Gobierno, y que incluyera un llamamiento al "entendimiento". Ferraz dio el visto bueno a los cambios para mostrar una imagen de consenso.

No obstante, la negativa de Podemos a aceptar enmiendas in voce después de que el PSOE rechazara las suyas hizo inviable esas matizaciones. Finalmente, PSOE, PP y Ciudadanos han aprobado la misma propuesta que los socialistas rechazaron en el Congreso. Para suavizar la situación, el PSOE-A ha cargado contra el partido de Teresa Rodríguez, al que acusa de impedir "la cuadratura del círculo", que era contentar a Ciudadanos y a Ferraz a la vez.

De esta manera, Susana Díaz culmina su desafío a Ferraz. Y lo hace, además, en soledad. Sus antiguos aliados frente a Pedro Sánchez han optado por colaborar con la nueva dirección federal en vez de mantener el pulso soterrado que provocó su defenestración hace ahora un año, el 1 de octubre de 2016. De hecho, hoy mismo, el PSOE extremeño ha votado en contra de la misma moción.

El PSOE ha presentado una enmienda para mostrar el apoyo de la Cámara a todos los alcaldes catalanes que defiende la legalidad constitucional y en favor del diálogo, pero no ha sido aceptada por Cs, lo que ha llevado a los socialistas a votar en contra de la iniciativa. Sin embargo, al contrario de lo que ocurrió en el Congreso, en Extremadura no se ha dividido el voto en las filas socialistas, que han votado en bloque "no" a la iniciativa, al igual que Podemos, mientras que el PP ha votado a favor.

La portavoz de Ciudadanos, María Victoria Domínguez, ha dicho que la propuesta pretendía "unir" en defensa de la legalidad, contra el referéndum secesionista y mostrar un apoyo "sin fisuras" al Gobierno. "No hay nada que dialogar con los golpistas", ha aseverado Domínguez, que ha considerado que ante esta situación "no se puede estar en medio" y dejar de apoyar la iniciativa por cuestiones tácticas.

El portavoz socialista, Valentín García, ha pedido "con la mayor solemnidad posible" a Cs que retirara la iniciativa y hacer una declaración institucional de la Asamblea. El PSOE defiende la Constitución, la ley y apoya al Gobierno, según García, por lo que ha considerado que el debate se ha traído a la Asamblea por intereses partidistas.