El independentismo ha vuelto a salir la calle para protestar por la detención de Puigdemont y el encarcelamiento del resto de líderes secesionistas dejando a un lado el pacifismo del que presumían. Desde el pasado domingo, tras la detención del ex presidente catalán, los incidentes en Cataluña no han cesado. Cortes en las carreteras, disturbios con los Mossos y amenazas al juez Llarena resumen estos dos últimos días.

Los comités de defensa de la república (CDR's) han tomado el control de la revuelta independentista con el objetivo de mantener las movilizaciones en las calles y carreteras donde más repercusión tienen: Barcelona y los accesos a la frontera con Francia. Esta es la esencia que los paros de carreteras vividos esta mañana, que los CDR's pretenden mantener durante toda la Semana Santa, como muestran las convocatorias de sus direcciones locales.

En el mensaje fijado en el perfil oficial de los comités, los CDR y Alerta Solidaria conminan a mantener la resistencia en las calles y arremeten contra la actuación de los Mossos d'Esquadra. "Quieren a la gente divida y anulada. Quieren que nuestra rabia estalle de forma dirigida y controlada" añaden en referencia a los partidos políticos y los responsables policiales que parecen haber perdido el control sobre este movimiento.

El mensaje de calma de Carles Puigdemont a la ciudadanía antes de entrar en prisión en el que señalaba que "ahora no es momento de violencia" no ha calado entre los independentistas más radicales. Esta misma mañana, un grupo de manifestantes ha cortado al tráfico desde primera hora en la autopista AP-7 a su paso por Figueres (Girona), en ambos sentidos de la marcha. Según el Servei Català de Trànsit, la interrupción de la circulación se ha producido a las 06.34 horas en el punto kilométrico 20 de la autopista, habitualmente muy transitada ya que conecta la frontera francesa con el área metropolitana de Barcelona.

Cortes en las carreteras, disturbios con los Mossos y amenazas al juez Llarena resumen estos dos últimos días

Pero no ha sido la única zona afectada, ya que una de las arterias principales de Barcelona como es la avenida Diagonal también ha sido cortada por personas convocadas por los Comités de Defensa de la República para pedir la libertad de los líderes independentistas encarcelados. Hasta después de las 9 de la mañana que se ha restablecido el tráfico era imposible circular por la plaza Maria Cristina, en el distrito de Les Corts.

El corte se ha producido sobre las 07.30 horas después de un llamamiento de los Comités de Defensa de la República (CDR). Los manifestantes, situados a lo largo de la avenida, han exhibido pancartas en las que podía leerse "Hacia la República. Huelga general", "Libertad presos políticos" y "Libertad. Os queremos en casa". También se han producido cortes en la A-2 a la altura de Alcarràs (Lleida) y en la N-340 en Alcanar (Tarragona).

Pero estos incidentes no son algo nuevo. Tras conocerse la detención de Puigdemont en la frontera de Alemania, ANC, Ómnium y los CDR convocaron varias concentraciones en la Delegación del Gobierno o en la sede barcelonesa de la Comisión Europea, entre otras. Manifestaciones que iban engrosando el número de participantes a la vez que la tensión, dejando un balance total de 87 heridos leves, 13 de ellos Mossos d'Esquadra.

Un dispositivo de seguridad se desplegó en torno a la delegación del Gobierno de la ciudad condal, donde se produjeron duros enfrentamientos entre la policía autonómica y los independentistas, que trataron en numerosas ocasiones de romper el cordón policial. Las imágenes de esa tarde distaban mucho de la pacifista que defendía el secesionismo, lo que se vio fue un largo episodio de violencia en el que los manifestantes, incluso, llegaron a vaciar extintores en la cara de los Mossos.

Las concentraciones volvieron a repetirse este lunes, después de que Puigdemont pasara su primera noche en prisión. Más de un centenar de personas convocadas nuevamente por los CDR cortaron la carretera A-2 a la altura de Alcarrás, en Lleida, con consignas de “Catalunya no es España” y "Somos República. Libertad presos políticos".

Amenazas al juez Llarena

Pero más allá de la violencia vivida en la calle, el tono de las protestas se ha elevado estos días hasta el punto de que el CGPJ tuvo que pedir protección para el juez Pablo Llarena, que instruye la causa del procès, y su familia tras recibir amenazas en su propio domicilio. Los jóvenes de Arran, la organización juvenil vinculada a la CUP, realizó varias pintadas a las puertas de la casa de Das (Girona) del magistrado en las que le tachaban de "fascista" y le advertían de que los autodenominados Països Catalans serán su “infierno”. Fue la propia organización quien compartió la instantánea a través de las redes sociales para presumir de su hazaña.

Con esta serie de acontecimientos suman ya dos días de protestas violentas para presionar al Gobierno por la detención de los líderes independentistas. Estos hechos han provocado incluso que el Ministerio de Interior refuerce la protección de los jueces con el objetivo de que el Estado de derecho no se vea "amenazado ni cuestionado por nadie", según anunció Juan Ignacio Zoido.

El titular de Interior no quiso desvelar en qué consiste ese operativo de seguridad ni quiénes cuentan con une especial protección en Cataluña, pero aseguró que el Estado de derecho "no va a ser amenazado ni cuestionado por nadie".