Política

Podemos espera a Iglesias y Montero: la Universidad de verano será en otoño

El partido pospone los cursos después de que sus dos principales dirigentes salieran de escena antes de lo previsto

Pablo Iglesias e Irene Montero, en el Congreso de los Diputados.

Pablo Iglesias e Irene Montero, en el Congreso de los Diputados. EP

La Universidad de Verano de Podemos, que el año pasado se celebró en la primera semana de julio, organizará su edición de 2018 en otoño, en los meses de octubre o noviembre, para facilitar la presencia de su secretario general, Pablo Iglesias, y la de su portavoz parlamentaria, Irene Montero, de baja desde el pasado 3 de julio tras el nacimiento prematuro de sus dos hijos a los seis meses de gestación.

Estos cursos de verano se vienen celebrando desde 2015 y están organizados por la Fundación Instituto 25M, el 'Faes' de Podemos, en consonancia con la dirección del partido. La primera edición estuvo capitaneada por Iñigo Errejón, que por entonces controlaba la fundación y que más tarde cayó en desgracia por las discrepancias con la línea oficial del partido. En los años siguientes fue Pablo Iglesias quien ocupó el papel primordial, y todo apunta a que la Universidad de 2018 también contará con el dirigente.

Hasta ahora, los cursos se han celebrado en la mayor parte de los casos en verano: en 2015 fue en la última semana de junio en la capital; en 2016 fue también en Madrid y comenzó el 22 de septiembre -aún en verano-, debido a que en junio de ese año se habían celebrado las segundas elecciones generales. La última edición de 2017 fue en cambio en Cádiz durante la primera semana de julio.

En esta ocasión, aunque no haya habido periodo electoral, la Universidad de Verano se posterga a otoño. Desde el Instituto 25M alegan que se ha pospuesto la convocatoria debido, entre otras cosas, a la "agenda política" tras el cambio de Gobierno por la moción de censura de Pedro Sánchez el pasado mayo. En este sentido, explican que estas jornadas suelen marcar las líneas generales del partido para el próximo curso, y que la incertidumbre y la "inestabilidad política" generada por el nuevo escenario impide establecer estas líneas en julio y agosto.

Explican además que el retraso se produce debido a una "multiplicidad de factores" y aluden tanto a razones políticas como al "encaje de agendas" de los ponentes. La ausencia de Iglesias y Montero en los próximos meses también supone un motivo de peso en la organización del evento, aunque desde la fundación rechazar confirmar o desmentir este extremo, señalando que no valoran "circunstancias personales".

La asistencia de los dos dirigentes en la Universidad de Verano sería garantía de éxito de los cursos después de la pérdida de referentes que ha experimentado Podemos en los últimos meses, en los que algunos de los principales dirigentes del partido en sus inicios hayan pasado a segunda línea de la política: Errejón perdió Vistalegre 2 y pasó a ser el candidato a la Comunidad de Madrid, Carolina Bescansa criticó el discurso del partido en Cataluña y fue relegada de sus cargos, y otros fundadores como Miguel Urbán también han perdido presencia en el partido, después de la batalla planteada por el oficialismo a la corriente Anticapitalista que el propio Urbán lidera.

La Universidad de 2017 se celebró precisamente en Cádiz, territorio 'anticapi' regentado por José María González Kichi, antes de que estallara la batalla con esta corriente y en concreto con la líder andaluza, Teresa Rodríguez. En esta ocasión, aunque no se ha hecho público el lugar en que será el encuentro, hay varios escenarios en las quinielas.

Uno de ellos es que sea en Barcelona, donde la alcaldesa, Ada Colau, ha abanderado uno de los ayuntamientos del cambio. Sin embargo, el discurso catalán le llevó a Podemos a una de sus mayores crisis, y organizar un evento así en este territorio les expone a revivir viejos fantasmas. Otra de las posibilidades es que se desarrolle en otras ciudades del cambio como Zaragoza, Santiago o Coruña, aunque la opción que tiene más fuerza es que sea en Castilla-La Mancha, donde el líder de Podemos, José García Molina, se ha convertido en vicepresidente del Gobierno autonómico. Se trata del primer caso de éxito en el que Podemos entra en un ejecutivo socialista, y el ensayo de lo que Iglesias quiere emprender a nivel nacional.

La repentina salida de escena de Iglesias e Montero ha dejado a Podemos a la deriva en la primera ocasión que tiene de ser estrictamente necesaria para la acción de Gobierno. La formación inició una estrategia por la que aspiraba a influir en el Gobierno y a capitalizar las medidas aprobadas para restar peso al PSOE de Pedro Sánchez. El hiperliderazgo que impera en la organización y la salida de sus líderes tres meses antes de los previso, sin embargo, ha dejado huérfano de referentes a Podemos y ha evidenciado la falta de un plan de contingencia político.

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