Senador, presidente del PP de Cádiz y delegado del Gobierno en Andalucía hasta la llegada de Pedro Sánchez a la Moncloa en junio. El currículum oficial de Antonio Sanz acredita un profundo conocimiento del fenómeno de la inmigración en Andalucía desde el punto de vista político, diplomático, policial, de salvamento a los migrantes en el mar y de atención cuando llegan a las costas. Pero tan importante como esa experiencia profesional son las décadas que lleva trabajando de forma anónima como voluntario en una de las principales ONG dedicada a ayudar a los inmigrantes. Pero de eso no quiere hablar.

Pregunta.- Pedro Sánchez asegura que el anterior Gobierno de Mariano Rajoy no tenía una política migratoria definida y que él ha tenido que empezarla de cero.

Respuesta.- Lo que no había era un efecto llamada sin precedentes como el que ha provocado el Gobierno de Sánchez. Por tanto no son comparables las dos situaciones. Ahora hay unas magnitudes que muestran una crisis migratoria sin precedentes y unas cifras históricas que de seguir así superarán la llegada de 40.000 ó 50.000 inmigrantes a las costas andaluzas cuando antes nos situábamos en 5.000 o 6.000 llegados en pateras. Es la mayor crisis migratoria que habrá vivido nuestro país. Y es consecuencia de un Gobierno irresponsable, imprudente y demagogo que ha cometido errores desde el principio y que ha provocado una situación de llegada de inmigrantes que no es comparable con la anterior.

P.- ¿No se debe hacer política con la inmigración?

R.- El PSOE puso todo tipo de zancadillas y obstáculos a cada una de las medidas que el Gobierno de la Nación del PP quiso afrontar. De hecho, hoy se habla de la puesta en marcha de un nuevo centro de acogida temporal de inmigrantes en la zona oriental de Andalucía, en Motril, que precisamente un Gobierno del PSOE paralizó cuando las obras estaban en marcha. Ahora sí lo consideran necesario. Los socialistas también votaron en contra de la creación en Algeciras de un nuevo CIE moderno, social y avanzado que el Gobierno ya tenía presentado el proyecto. Lo único que hacían en materia de inmigración era poner zancadillas y crear confrontación.

El Gobierno ha contribuido a que las mafias de inmigración pongan su punto de mira en España'

P.- El Gobierno insiste en que no hay efecto llamada.

R.- Lo que hay es un récord de errores. El primero fue un error de un electoralismo imprudente con el Aquarius que ahora se intenta rectificar. Hay errores diplomáticos al no abordar a Marruecos como prioridad en las relaciones, hay error en las declaraciones del ministro sobre las concertinas que había puesto en la frontera el Gobierno de Zapatero y hay error en decir que no habrá devoluciones en caliente y después hacerlas. Todo ello ha creado un efecto llamada sin precedentes y una situación de descontrol donde los medios, los efectivos y los dispositivos están desbordados y donde la respuesta está siendo ineficaz. Y encima todo coincide en un tiempo en el que las mafias están buscando nuevas vías de entrada para su negocio. El Gobierno ha contribuido a que las mafias pongan su punto de mira prioritario en España. No olvidemos que uno de los asuntos que hay detrás de este fenómeno es la actuación de organizaciones criminales que trafican con personas, que hacen negocios con personas y que luego introducen a muchas de ellas en redes de extorsión y de prostitución. Hace falta un plan de intensificación en la lucha contra las mafias que trafican con personas.

Antonio Sanz, ex delegado del Gobierno en Andalucía. EP

P.- Usted ha señalado que la crisis migratoria está restando efectivos para la lucha contra el narcotráfico en el Campo de Gibraltar.

R.- Se trata de una zona que estaba sometida a una presión crítica del narcotráfico que estaba siendo controlada. Las mafias del tráfico de droga están aprovechando el aumento de efectivos que se están destinando al fenómeno de la migración y ahora volvemos a ver imágenes que habíamos conseguido erradicar de hasta cinco alijos a plena luz del día en las costas. La lucha contra el narcotráfico requiere muchos medios y muchos efectivos policiales que estos días también atienden el ‘Paso del Estrecho’, la mayor operación migratoria del mundo con el traslado de tres millones de personas en tres meses.

Las conductas electoralistas e irresponsables del Gobierno de Sánchez están contribuyendo a fomentar la inmigración ilegal y descontrolada'

P.- Habla usted de récord de errores. Hasta la Junta de Andalucía, también gobernada por el PSOE, se ha revuelto contra el Ejecutivo.

R.- España ha sido siempre un ejemplo internacional. Hemos sido en el mundo un ejemplo a la hora de afrontar la llegada de inmigrantes con solidaridad y responsabilidad. Eso lo hemos hecho siempre, pero ahora las conductas electoralistas e irresponsables del Gobierno de Sánchez están contribuyendo a fomentar la inmigración ilegal y descontrolada. De esto es consciente la Junta de Andalucía que es competente, entre otras cosas, para abordar la llegada de menores inmigrantes no acompañados que se ha desbordado con 3.300 este año. Y decenas de ellos se les escapan todos los días de los pocos centros que tiene. Lo que hace la Junta de Andalucía como muchos ayuntamientos, no sólo el de Algeciras, es reclamar ayuda. El Gobierno de España no puede criticar a los ayuntamientos cuando son ellos los que están salvando la situación de las irresponsabilidades cometidas ni puede dejar tirada así a la Junta de Andalucía en materia de menores. Hay día que llegan pateras enteras llenas sólo con decenas y decenas de inmigrantes que son todos menores y eso es una situación que no existía antes. Eso requiere un plan de solidaridad de acogida de menores inmigrantes en el marco del Estado acompañado por una estrategia nacional de inmigración que debe apostar por una inmigración responsable con un plan de medios, equipamientos y efectivos que dé cobertura a las necesidades, debe apostar por la cooperación en origen, apoyo económico a los ayuntamientos, a las fuerzas de seguridad, salvamento marítimo y Cruz Roja, que están haciendo una labor encomiable, y un plan de lucha decidida contra las mafias. El problema es que el Gobierno de Sánchez da la espalda a Andalucía.

P.- El Gobierno también ha cambiado su criterio con un trato muy diferente al barco Open Arms respecto al Aquarius.

R.- La decisión de derivar el Open Arms a la Bahía de Algeciras es ilógica y contraria a las normativas internacionales como ha denunciado la propia ONG, que no ha entendido esa decisión del Gobierno por ser imprudente y contravenir las medidas de atención humanitaria. El capitán del buque había advertido que no podía soportar siete días de navegación después de que los rescatados llevaran dos días a la deriva sin comida ni agua. En el barco prácticamente se habían quedado sin provisiones y existía un puerto cercano que la normativa internacional señala para que se produzca una desviación mínima a la hora de realizar el rescate. Tenía que haber ido al puerto más cercano y seguro y el Gobierno ha hecho todo lo contrario. No tiene sentido desde el punto humanitario y encima mandan el barco a una zona que tiene una situación desbordada y descontrolada de inmigración.

P.- También se ha cuestionado la decisión del Gobierno de dejar a los inmigrantes días en los barcos de rescate en el puerto sin permitirles pisar tierra.

R.- Es una prueba evidente de que el ministro mintió cuando dijo que situación estaba bajo control. No era verdad. Es la primera vez en la historia en la que los inmigrantes no desembarcan cuando llegan, sino que se les mantienen durante días y noches en la cubierta de los barcos de manera hacinada y sin la atención conveniente. Cuando pisan el suelo español, las autoridades tienen 72 horas para la atención sanitaria, social y luego policial de estas personas. Tras ese proceso de atención y documentación se les deriva a un CIE, a una ONG o se inicia el proceso de expulsión según el convenio existente con el país de origen. Con un gran esfuerzo y excepcional capacidad de trabajo, la policía puede documentar a 400 inmigrantes por día. Si llegan 3.000 en un fin de semana, obviamente están desbordados. Ése es el motivo por el que 400 personas han estado hacinadas en embarcaciones en Motril y Algeciras con el problema además de que se trata de barcos de salvamento marítimo que no han podido volver al mar a recoger más personas. Es un hecho sin precedentes.