Política

Sánchez esperará a los pactos de Navarra y Canarias para que se aclare su investidura

Ferraz prevé convocar la votación en la segunda semana de julio, cuando se constituyan todos los ejecutivos regionales

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez. | EFE

La investidura de Pedro Sánchez sigue enmarañada. Pactos municipales alcanzados como el de Pamplona o el de Barcelona dificultan acuerdos con partidos necesarios para reeditar la alianza Frankenstein que le proclame presidente del Gobierno como los apoyos de PNV, EH-Bildu o Esquerra Republicana de Cataluña. El PSOE prevé convocar la investidura en la segunda semana de julio una vez que se constituyan los gobiernos autonómicos y se despejen las dudas sobre la postura de partidos minoritarios que resulten decisivos en la investidura, desde Navarra Suma hasta JxCat.

Los socialistas aún no cuentan con ningún respaldo amarrado, ni siquiera el de Podemos, pero anuncian que Sánchez se someterá "pronto" a la investidura en el Congreso a pesar de esa falta de apoyos. La constitución de gobiernos autonómicos como los de Navarra y Canaria resultarán decisivos en el cómputo final, por lo que Ferraz espera noticias de posibles aliados parlamentarios procedentes de esas comunidades. En la comunidad navarra este miércoles se constituye la Mesa del Congreso, que dará pistas sobre la posibilidad de un gobierno socialista en la comunidad que requiere la abstención de Bildu. Con el Partido Regionalista Cántabro ya hay un preacuerdo de gobierno que será sometido a consulta de la militancia socialista este martes.

El PSOE ha confirmado este lunes la determinación del candidato socialista de presentarse a la investidura "en breve", tenga o no tenga atados antes todos los apoyos que le garantizarían superar la votación. Así lo ha expresado este lunes el secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, quien contempla el escenario de que haya votos que se decidan "en ese momento" mismo del debate de investidura.

Preguntado si en Navarra van a renunciar a que la líder del PSN, María Chivite, intente formar Gobierno para facilitar el apoyo de Navarra Suma a la investidura de Sánchez, Ábalos se ha limitado a señalar que el PSOE mantiene su directriz de que "no puede haber acuerdos con Bildu ni por acción ni por omisión". Es decir, que una posible abstención de Bildu no puede tener ninguna contrapartida. No obstante, no ha cerrado esa puerta.

"El PSOE actuará con rigor, con la mayor coherencia posible, primando siempre el interés general de España sobre cualquier otro interés partidista", ha asegurado. Ábalos se refería así también a la decisión del PSC de apoyar a Ada Colau en Barcelona frente a Ernest Maragall, una coalición que podría dificultar el entendimiento en Madrid con ERC. “El Gobierno no puede estar a expensas de cuestiones locales; no tiene nada que ver. Eso es desconsiderar la idea de nación que tenemos y el proyecto de país que tenemos. En Barcelona se ha hecho lo que se tenía que hacer”, insistió Ábalos este lunes.

"La investidura va a ser pronto. España necesita un Gobierno y vamos a responder esa necesidad. No tener Gobierno tiene un coste de oportunidad para muchas cuestiones. No se puede condicionar la investidura a si hay apoyos o no. España no puede estar sin Gobierno. Pedro Sánchez se presentará a la investidura y los apoyos se decidirán en ese momento. Hay que asumir el mandato electoral y el mandato del Rey”, aseguró el dirigente socialista en rueda de prensa.

Ni la Constitución ni el Reglamento del Congreso fijan plazos para que el candidato se someta a la sesión de investidura. Todo depende de la fecha que Sánchez acuerde con la presidenta de la Cámara Baja, Meritxell Batet. La idea inicial del líder socialista es acudir al Congreso hacia la primera quincena de julio, y esa es la fecha que sigue manteniendo en público el PSOE, aunque nada impide que la cita pueda aplazarse algunas semanas más o, incluso, dejarse para septiembre. Una investidura fallida en julio pondría en marcha el reloj previsto en la Constitución para la repetición electoral.

La Carta Magna establece que, si en el plazo de dos meses desde la primera votación ningún candidato consigue ser investido, las Cortes quedarán disueltas y se celebrarán elecciones 54 días después. Eso situaría unas hipotéticas elecciones hacia el mes de noviembre, un momento políticamente difícil, ya que podría coincidir con la sentencia del Tribunal Supremo contra los líderes independentistas.

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