La crisis de seguridad en Cataluña empieza a pasar factura electoral al PSOE. En Moncloa son conscientes del desgaste político de Pedro Sánchez por su rechazo a adoptar medidas excepcionales como la activación de la Ley de Seguridad Nacional o del artículo 155 de la Constitución, pero el presidente en funciones sigue determinado a mantener la prudencia en los pasos del Gobierno a pesar del coste electoral.

Los últimos sondeos conocidos no sólo apuntan a un estancamiento del PSOE en un resultado muy similar al obtenido el 28 de abril, sino incluso a su retroceso, frente a un PP en auge y un Vox muy reforzado que podría convertirse en cuarta fuerza política tras Unidas Podemos y por delante de Ciudadanos.

No obstante, Sánchez sigue confiado en alcanzar un 30% de los votos que se emitan el 10 de noviembre y seguir siendo la primera fuerza política con más escaños que la pasada legislatura. En su equipo confían en que la violencia en Cataluña disminuya a finales de la semana y que la exhumación de los restos del dictador Francisco Franco la semana próxima diluya la amargura ciudadana con los disturbios en Cataluña y refuerce la figura del presidente como garante de la moderación y el talante democrático necesarios en tiempos de turbulencias económicas y políticas. "Llegaremos a las elecciones con una acción de Gobierno clara en Cataluña donde no ha pesado el electoralismo", explican en Moncloa.

A pesar del desgaste político, en el Ejecutivo también ven aspectos positivos de la situación que se vive en Cataluña estos días: el independentismo está profundamente dividido y la figura del presidente de la Generalitat cuestionada, mientras que los medios internacionales están ofreciendo una imagen del secesionismo vinculada a la violencia, los disturbios y los sabotajes que minan su credibilidad exterior.

La escalada de violencia se mantiene pero el Gobierno no quiere activar mecanismos de emergencia en primera instancia porque le dejaría sin instrumentos a los que recurrir en el caso de que los disturbios vayan en aumento, como está previsto que ocurra a partir de este viernes. Medidas como el artículo 155 o la Ley de Seguridad Nacional están previstas en caso de que las instituciones catalanas se salten la ley o que los Mossos hagan dejación de funciones o no colaboren con el resto de Fuerzas de Seguridad del Estado, como ocurrió el 1 de octubre de 2017 y como no está sucediendo ahora, según fuentes de Moncloa.

Aunque el Ejecutivo socialista tiene contemplados todos esos escenarios legales para actuar en Cataluña en última instancia, el presidente mantiene su apuesta por el sosiego siempre y cuando los Cuerpos de Seguridad mantengan el control. En ese objetivo, el Ministerio del Interior y los departamentos de Defensa se están encontrando serias dificultades por la sofisticación de los movimientos de los radicales, que actúan perfectamente coordinados a través de una aplicación móvil.

El Centro Nacional de Inteligencia está avanzando en sus investigaciones sobre la plataforma Tsunami Democrtic, sus impulsores y la posibilidad de que tengan conexiones con dirigentes independentistas como el propio Quim Torra, como investiga la Audiencia Nacional, que ha detectado conversaciones entre el presidente de la Generalitat y los CDR detenidos por delitos de terrorismo. Según ha adelantado la Cadena Ser, en esas conversaciones interceptadas, Torra anima a los CDR a continuar con las acciones de protesta contra el Gobierno central y les asegura que siempre contarán con el apoyo del Govern.

Preguntado al respecto durante su comparecencia el miércoles por la noche en Moncloa, Pedro Sánchez explicó que no podía hacer públicas las informaciones de las que dispone. "Ahora mismo, como le he dicho antes, en ese comité de coordinación que venimos trabajando desde hace ya unas cuantas semanas con el Departamento de Seguridad Nacional, con el Centro Nacional de Inteligencia y con el Ministerio del Interior, estamos investigando esa plataforma, como además ha dicho el ministro del Interior, que está ejerciendo como portavoz de ese comité. Tenemos información, empezamos a saber exactamente quién está detrás de esta plataforma, pero me permitirá que lógicamente no diga nada más sobre el asunto hasta que efectivamente podamos tener toda la información y poder de alguna manera actuar sobre esta plataforma", afirmó.

Al respecto también se pronunció ayer el titular de Interior, Fernando Grande-Marlaska, tras la reunión del comité de seguimiento de los disturbios. El ministro pidió "cautela" al ser preguntado por los periodistas sobre los líderes detrás de Tsunami Democràtic, la plataforma apoyada por Carles Puigdemont, Quim Torra y otros independentistas que canaliza gran parte de las movilizaciones contra la sentencia. Sus "inductores" y "partícipes", ha dicho, están siendo investigados porque "ninguna actuación delictiva va a quedar impune".

El ministro del Interior ha reconocido que Tsunami estuvo "previamente organizada para tener la coordinación" que están demostrando en las protestas callejeras con el lanzamiento de cócteles molotov, la quema de contenedores y coches o el uso de material pirotécnico contra un helicóptero de los Mossos.

En este sentido, el Gobierno tiene claro que si Torra traspasa la línea de la legalidad puede destituirlo a través del artículo 155 de la Constitución que ya se aplicó hace dos años en Cataluña precisamente para convocar elecciones autonómicas, como entonces exigió el PSOE, que estaba en la oposición.

Precisamente ayer, el líder del PSC, Miquel Iceta, exigió al presidente de la Generalitat que dimita y convoque elecciones porque "no puede ejercer la más alta magistratura catalana", dado que "pone la independencia por encima de la convivencia": "Dé un paso al lado y váyase", le instó.

"Dimita, convoque elecciones y deje que otro se ponga al frente del Govern", reclamó el jueves durante su intervención en el Parlament, tras noches de altercados en Barcelona por las protestas contra la sentencia del procès.

"Su activismo le lleva a menospreciar la seguridad ciudadana y la defensa de los derechos de todos los catalanes, particularmente de los que no piensan como usted. En sus manos, el autogobierno catalán vuelve a estar en riesgo como a finales del 2017", ha avisado Iceta a Torra.