Sangría en Ciudadanos tras la debacle: Villegas y Girauta, entre los líderes que pierden su escaño

Albert Rivera no sólo ha llevado esta noche a Ciudadanos al borde de su muerte política, sino que ha dejado a su grupo parlamentario completamente descabezado. La pérdida de prácticamente todo el terreno electoral que habían ganado los naranjas el 28 de abril, con 47 escaños menos, ha provocado una enorme sangría en el Congreso de los Diputados, dejando fuera a buena parte del núcleo naranja.

Las primeras bajas confirmadas venían de parte de dos de los grandes pesos pesados de la formación: el secretario general de Ciudadanos, José Manuel Villegas, que perdía su escaño por Almería; y el número uno por Toledo, Juan Carlos Girauta.

Pero la lista es mucho más larga. La casi inverosímil merma de la representación naranja en el hemiciclo, que sólo resisten en cuatro comunidades autónomas -Madrid, Comunidad Valenciana, Cataluña y Andalucía- deja también fuera a cargos de fuerte relevancia dentro del partido, como el portavoz adjunto y fichaje estrella de las pasadas generales, Edmundo Bal; el secretario general del grupo parlamentario, Miguel Gutiérrez; y nombres como el de Patricia Reyes, el portavoz de UPyD, Cristiano Brown o Roberto Hernández Blázquez como parte de la escabechina en la capital española, donde los naranjas pasan de ocho a tres representantes con el 9% de los votos, por detrás de Podemos y Vox.

Reseñable también es el caso catalán, donde hace menos de dos años los de Rivera ganaban las elecciones. Hoy el panorama es radicalmente diferente: Ciudadanos queda relegado a octava fuerza política, y sólo Inés Arrimadas y Fernando del Páramo logran mantener su respectivo escaño por Barcelona. Lo pierden, por tanto el miembro del núcleo duro de Rivera, José María Espejo y la diputada Carina Mejías.

José Manuel Villegas es el nombre más destacado que abandona el Congreso de los Diputados en la siguiente legislatura por Andalucía, territorio en que la merma también es importante: el secretario de Organización, Fran Hervías, también queda fuera al no conseguir su puesto por Granada. También pierde su escaño dirigentes como Melisa Rodríguez por Santa Cruz de Tenerife; Félix Álvarez por Cantabria; o el cabeza de lista por Asturias, Ignacio Prendes.

Rivera se jugaba el todo o la nada en la España vacía, la última baza de los naranjas para sumar o para certificar la debacle. Y, finalmente, no ha logrado salvar ni un sólo de los 19 escaños que lograron sumar en las pasadas generales en estos territorios. En Castilla y León, el pacto de gobierno con el PP ha terminado por fagocitar a los naranjas, que pierden los ocho escaños con los que barrieron en la región en las anteriores generales, misma suerte que han corrido en la otra Castilla, donde no queda ninguno de los asientos que lograron los naranjas en Toledo, Albacete, Guadalajara y Ciudad Real.

La catástrofe también se ha extendido en Aragón, donde además del escaño por Zaragoza han perdido el de las otras dos circunscripciones que habían estrenado el 28 de abril: Teruel y Huesca.

También pierden los dos que habían ganado en Extremadura, Galicia, Canarias y Murcia -donde los naranjas gobiernan en coalición con el PP- así como el único que conservaban en Baleares, Asturias y La Rioja.

En definitiva, los de Rivera sólo han obtenido representación por las provincias de Madrid, Sevilla, Cádiz, Málaga, Alicante, Valencia y Barcelona. Estos son los nombres de los diez supervivientes: además del propio Rivera y de Inés Arrimadas, Sara Giménez y Marcos de Quinto conservan su escaño por Madrid, a quienes se unen María del Carmen Martínez (Cádiz); Guillermo Díaz (Málaga); Pau Cambronero (Sevilla); Marta Martín (Alicante); María Muñoz (Valencia) y Fernando del Páramo (Barcelona).