Si nadie lo remedia, no habrá foto de la unidad PSOE-Unidas Podemos en la manifestación del próximo domingo con motivo del Día Internacional de la Mujer. A pesar del llamamiento que hizo el jefe del ejecutivo, Pedro Sánchez, el pasado lunes para que fuera a la marcha una "amplia representación" del Gobierno sin distinguir entre un partido y otro de la coalición, finalmente cada ministro "irá con su formación política, como el año pasado", señalan a El Independiente fuentes de Ferraz.

Desde Monloa confirman que, efectivamente, la presencia será nutrida, pero el Gobierno no está centralizando la asistencia "al entender que es una decisión de cada participante y no nos corresponde organizar manifestaciones". Recuerdan que al año pasado, con ejecutivo monocolor socialista, "los ministros fueron con una pancarta del partido, no del Gobierno".

Irán a la concentración madrileña del 8-M la vicepresidenta primera, Carmen Calvo; la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya; el titular de Interior, Fernando Grande-Marlaska, y la de Educación, Isabel Celaá, entre otros por parte del PSOE. Además, la portavoz del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y el Transportes, José Luis Ábalos, serán de los que se manifiesten en sus ciudades de origen, Sevilla y Valencia respectivamente.

El vicepresidente segundo, Pablo Iglesias; la ministra de Igualdad, Irene Montero, y el de Consumo, Alberto Garzón, estarán presentes en la gran manifestación de Madrid junto a sus compañeros de Unidas Podemos.

Ante la falta de acuerdo, Moncloa dejó en manos de los partidos la asistencia al 8-M

Parecía que iba a ser Moncloa la que centralizara la organización gubernamental en torno a una fecha tan señalada, pero, al final, se ha derivado a cada partido tras una semana trufada de enfrentamientos en torno a la Ley de Libertad Sexual y hasta a la gestión de la crisis del coronavirus. Entre acusaciones cruzadas de "machismo", "celos" o "chapuza" la ley estrella de Irene Montero ha nacido en mitad de la polémica y sin que un sector del feminismo socialista se sienta representado en un texto que adolece de importantes fallos de índole jurídica, según los expertos.

Además, este viernes el PSOE ha dado a conocer su manifiesto con motivo del 8-M en el que, entre otras cosas, se atribuyen haber sido "los artífices de las grandes reformas que para avanzar en los derechos y libertades de las mujeres. Todas las leyes de igualdad tienen sello socialista", sentencian. No deja de ser llamativo que aludan concretamente a dos reales decretos aprobados tras la moción de censura que llevó a Sánchez al palacio de la Moncloa en 2018-uno de ellos sobre violencia de género y otro de igualdad en el ámbito salarial- pero, en cambio, nada se dice de forma explícita del anteproyecto de Ley que pasó por el Consejo de Ministros el pasado martes.

Sólo de forma muy genérica destacan cómo en estos meses de Gobierno "hemos continuado sentando las bases para que la igualdad entre mujeres y hombres sea real y efectiva, haciendo propuestas transformadoras para eliminar las estructuras machistas y patriarcales, que son las que están en el fondo de toda la estructura social y política de nuestra vida".

Además, aluden a Vox, al advertir de "la amenaza de la ultraderecha" en su cuestionamiento de los derechos de las mujeres. "Hay quienes cuestionan el feminismo intentando devolvernos al pasado, negando la violencia de género y la violencia sexual. No hay punto de retorno, el feminismo es imparable. Las mujeres -prosigue el manifiesto- hemos conquistado espacios y derechos sobre los que no hay opción de repliegue. No vamos a dar ni un paso atrás. Ni uno. Y quienes pretendan hacernos retroceder, tendrán enfrente al Partido Socialista".