El pacto con Ciudadanos abre una ventana de oportunidad para Moncloa que ve más cerca la posibilidad de un acuerdo de "grandes principios" en la comisión parlamentaria de reconstrucción social y económica. En este sentido, fuentes de Moncloa confirman que las instrucciones dadas al Grupo Socialista es que lleguen a acuerdos con la mayor parte de los Grupos Políticos de la Cámara sin dejar fuera al PP, "dado que cualquier consenso que no contara con la firma del primer partido de la oposición sería fallido", señalan fuentes gubernamentales.

Insisten los mismos medios en que la oferta "es sincera", a pesar del crispado clima político vivido en los últimos debates para la prórroga del estado de alarma y en las sesiones de control, donde cualquier acercamiento se antoja una quimera. También por la estrategia del PP de iniciar una ofensiva política y hasta judicial en cuanto pase el estado de alarma.

Pero mientras tanto, el titular de Sanidad, Salvador Illa, no ha dejado de tener una línea de interlocución abierta con la ex ministra Ana Pastor, con la que ahora negocia su apoyo para al real decreto que sustituirá al estado de alarma a partir del día 21, y son optimistas respecto a la posibilidad de tener el "sí" del PP, igual que ocurrió con la votación del Ingreso Mínimo Vital la semana pasada.

De hecho, Moncloa consideró un gesto de "buena voluntad" que Pablo Casado escogiera como jefa de delegación del foro por la reconstrucción a Pastor y no a Cayetana Álvarez de Toledo con quien la relación es imposible. Por su parte, la consigna con la que los populares se sentaron en dicha comisión fue la de "no entrar en provocaciones y trabajar en las propuestas", lo que les evitó protagonizar el encontronazo que buscó el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, cuando compareció el pasado 28 de mayo y acabó enfrentado al portavoz de Vox, Iván Espinosa de los Monteros.

Los populares ven viable y posible un pacto en materia de Sanidad

Desde el PP creen viable llegar a consensos en materia de Sanidad, siendo más cautos en el resto de los asuntos. Sin embargo, no han sentado nada bien en Moncloa los movimientos de los populares europeos reclamando controles estrictos respecto al destino del desembolso millonario de la Unión a los países más afectados por el coronavirus, entre ellos España, ni al cuestionamiento que se ha hecho respecto a la cifra de fallecidos.

El PPE defiende que los fondos del futuro plan europeo de recuperación se gasten "de la mejor forma posible" y con "responsabilidad", así como que no se utilice para alimentar "intereses políticos nacionales. Además la portavoz de los populares españoles en Europa, Dolors Montserrat preguntó a principios de mes a la Comisión Europea qué datos le había transmitido el gobierno de nuestro país sobre el número de fallecidos por coronavirus y a qué razones podrían deberse las diferencias constatadas en las cifras manejadas por otros organismos internacionales como la OMS y la propia Comisión Europea.

Pero a pesar de las dificultades, las instrucciones son claras: es necesario alcanzar acuerdos en las "líneas de actuación" de cara a la reconstrucción social y económica, cuya comisión deberá presentar conclusiones a finales de este mes, salvo que se acuerde ampliar sus trabajos, una vez que en julio y agosto es posible que continúe la actividad parlamentaria.

Además, Moncloa confía en que la CEOE arrastre a Casado al terreno del acuerdo. Se da por descontado un pacto en la mesa de diálogo social entre sindicatos y patronal, pero el Ejecutivo quiere el refrendo político a unas conclusiones "de principios generales" que no comprometen futuros apoyos, por ejemplo, a los Presupuestos, pero que "daría, sobre todo de cara a Europa, una imagen magnífica como país", dice uno de los miembros de la comisión de reconstrucción.

Los socialistas esperan que los sectores económicos más afectados empujen al PP hacia el acuerdo

Pero hay otros muchos sectores y organizaciones que pueden "empujar" para que haya un pacto, confían los socialistas, incluido el financiero y económico. El sector del turismo o del transporte aéreo sufren también un enorme impacto por la crisis derivada del coronavirus y aunque en la comisión de reconstrucción han tenido una presencia exigua, son los primeros interesados en cierta "pax" política.

En este sentido, aducen los socialistas que no se trata tanto de llegar a pactos "entre los que ya estamos de acuerdo porque para eso se hace un decreto", sino con los que piensan distinto, aunque es verdad que en la ecuación no incorporan a Vox. De hecho, ningún grupo imagina a los de Santiago Abascal sumándose a un amplio consenso. Es verdad que desde el PSOE tampoco ven a ERC, sí al PNV. Unas conclusiones con la firma de PSOE, PP, Unidas Podemos, Ciudadanos y los nacionalisas vascos sería suficiente, a juicio de los socialistas, para presentar unas buenas credenciales.

En unas jornadas maratonianas, con decenas de comparecientes diarios, el plato fuerte lo constituirá, sin duda, la ministra de Igualdad, Irene Montero, que acude el miércoles a la comisión de reconstrucción. Las presencias que más tensiones generan suelen ser las de los miembros del Gobierno, léase la de Pablo Iglesias, aunque la advertencia que ese día lanzó el presidente de la comisión, el socialista Patxi López, ha hecho posible que el resto de las sesiones hayan transcurrido por cauces más tranquilos. Ya veremos este miércoles.