El juicio político contra Trump en el Senado está listo para el veredicto. Los republicanos han dado la puntilla al juicio político contra el presidente de Estados Unidos al rechazar que comparezcan testigos por 51 votos contra 49. El veredicto se dará a conocer este miércoles 5 de febrero. Trump será absuelto.

Los demócratas, promotores del impeachment contra Trump por abuso de poder y obstrucción al Congreso, necesitaban que cuatro senadores republicanos apoyaran su demanda de testimonios para avalar el caso. Sin embargo, solo consiguieron el apoyo de dos: Mitt Romney, de Utah, y Susan Collins, de Maine.

Este veto a la comparecencia de testigos pone punto y final a la esperanza de los demócratas de que el juicio político a Trump sirviera para dejar claro a los estadounidenses, y al mundo, que no merece estar en la Casa Blanca.

Pero no ha sido así. Al explicar su rechazo a la comparecencia de testigos, varios republicanos han dicho que si bien Trump podría haber actuado de forma inapropiada en el llamado Ucraniagate, no merece ser destituido.

La presidenta de la Cámara de Representantes, la veterana Nancy Pelosi, hizo a los republicanos cómplices de Trump al votar en contra de que puedan escucharse a testimonios de quienes podían aportar información sobre el caso. Trump será "enjuiciado para siempre", ha señalado Pelosi en un comunicado. "No puede haber absolución sin juicio. Y no hay juicio sin testigos, documentación y pruebas", ha añadido.

Trump es el tercer presidente que afronta un juicio político en el Senado. Como sus predecesores, Andrew Johnson y Bill Clinton, no será destituido.

Con este voto del viernes en el Senado de Estados Unidos, el impeachment contra Trump puede cerrarse en tiempo récord. Este miércoles 5 de febrero está convocado el Senado para emitir su veredicto, que será absolutorio.

Para que Trump fuera destituido se habría necesitado el apoyo de los dos tercios del Senado, una Cámara en la que los republicanos conservan la mayoría. Tan solo dos senadores se han desmarcado y han apoyado la comparecencia de testigos, de modo que la absolución es cuestión de días.

En el impeachment se trataba del llamado Ucraniagate. Los demócratas acusaban al presidente de Estados Unidos de utilizar el cargo para investigar al hijo de un rival, el ex vicepresidente Joe Biden, y de intentar obtener información rentable electoralmente para él gracias a un intercambio de favores con el presidente de Ucrania.

El hijo de Biden trabajó en una empresa en Ucrania. Y Zelensky, el presidente, estaba muy interesado en una adquisición de armas, bloqueada por el presidente, y en ser recibido en la Casa Blanca, lo que logró.

Numerosos testigos en las comparecencias en la Cámara de Representantes suscribieron esta versión, entre ellos el embajador de EEUU en la UE, Gordon Sondland, uno de los patrocinadores de la campaña electoral de Trump, nada sospechoso de ser un declarado enemigo del presidente.

En esta última semana, además, se ha sabido que el libro que está a punto de publicar John Bolton, ex asesor de Seguridad Nacional de Trump, avala esta versión del quid pro quo. Ni siquiera este argumento ha servido para que una mayoría de los republicanos se desmarque de Trump.

Han llegado a defender que Trump habría actuado en defensa del interés nacional, no de su propio interés. Como advertía en su cuenta de Twitter Hillary Clinton, rival demócrata de Trump en las elecciones de 2016, es el mismo argumento que utilizó Richard Nixon en su famosa entrevista con el periodista David Frost. Nixon no afrontó un juicio político por el Watergate porque dimitió antes. "Lo que hace el presidente de EEUU no es ilegal", dijo entonces Nixon.

La próxima semana llega cargada de fechas clave en esta campaña de 2020. Los demócratas comienzan la elección de su candidato con los simbólicos caucus de Iowa. De momento las opciones están sobre la mesa y, aunque hay favoritos, nadie se aventura a asegurar quién será el rival de Trump el 3 de noviembre. Quien gana en Iowa y New Hampshire suele contar con el viento a su favor en este primer trecho hasta el Supermartes.

El martes Trump dará su discurso del Estado de la Nación, justo la víspera de su absolución en el Senado. Desde un primer momento Trump ha calificado el juicio político como una auténtica "caza de brujas". Prueba de que despreciaba el caso es que el día que arrancó el impeachment en el Senado estaba en Davos con la élite financiera y política global. Y no siempre ha acudido a Davos desde que asumió como presidente en enero de 2017.

Y el miércoles el Senado emitirá su veredicto. Habrá concluido el impeachment, un último intento de los demócratas por desenmascarar a Trump. Pero Trump es Darth Vader y a sus votantes les gusta el lado oscuro.