España cierra los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 con 17 medallas, tres oros, ocho platas y seis bronces. Una cosecha igual a la de Río de Janeiro 2016, aunque con menos oros, y en la línea con las últimas ediciones.

No ha habido ninguna debacle, sí alguna que otra agradable sorpresa y nuevas caras, pero la competición acaba con la sensación de que a España se le ha escapado una gran oportunidad de igualar e incluso superar el récord de los 22 metales de Barcelona 1992. Los tres oros, además, llegaron en disciplinas que debutan en unos Juegos.

A las ausencias de Rafael Nadal y Carolina Marín se unieron ya en Tokio el positivo por covid de Jon Rahm, la lesión de Orlando Ortega y un tempranero cruce de la selección masculina de baloncesto con Estados Unidos. La vela y el judo no cumplieron con las expectativas y después hubo varias chapas en taekwondo, boxeo y atletismo que se escurrieron de las manos.

"El haber mantenido los resultados de Río y Londres (18 metales) después del año de la pandemia es un gran éxito del deporte español. Me siento inmensamente feliz por estos Juegos", ha señalado el presidente del Comité Olímpico Español, Alejandro Blanco. En total, participaron 322 atletas españoles y hubo un total de 179 finalistas (64 de deportes individuales y 115 de equipos). "Eso quiere decir que el 55,59% de los atletas que han venido aquí están entre los ocho mejores del mundo. Es un dato muy significativo".

De las 17 medallas, diez las conquistaron hombres, seis llegaron del deporte femenino y una de modalidad mixta. Seis vinieron del agua, tres en deportes de equipo y otras cuatro en disciplinas que se estrenaban en los Juegos. Además, España ha terminado con 42 diplomas (del 4º al 8º) y ocho medallas de chocolate, esos cuartos puestos amargos que no son medallas por suspiros.

Fátima Gálvez y Alberto Fernández, oro en tiro olímpico en los Juegos de Tokio 2020
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Coe/Nacho Casares

Los oros, muy caros

Si algo han demostrado estos Juegos es que las medallas de oro han sido muy caras. Tres oros es la peor cosecha desde Atenas 2004 y eso que los tres llegaron en disciplinas que debutaron en los Juegos. Fátima Gálvez y Alberto Fernández lograron el primer puesto en tiro olímpico mixto, después Sandra Sánchez ganó en karate y Alberto Ginés sorprendió a todos al colgarse el oro en escalada. Caras frescas para el deporte español.

"Ha salido una generación de deportistas jóvenes y en tres años estamos en París. En septiembre y octubre empieza la clasificación a París y los resultados cosechados aquí nos permiten ser muy optimistas de cara a París", ha analizado Alejandro Blanco. "Tenemos que valorar todo y sentirnos orgullosos por encima de los resultados. Estos Juegos han sido la culminación de un proceso que no ha sido fácil. El haber mantenido el nivel deportivo y aumentar el número de clasificados es un éxito".

Hubo cuatro oros que es escaparon por la mínima, como la taekwondoka Adriana Cerezo, que perdió el combate final a falta de pocos segundos; la selección masculina de fútbol, que cayó en la prórroga con Brasil; el gimnasta Ray Zapata, empatado en puntuación con el campeón; o los chicos del K4-500, superados por los alemanes en los últimos 50 metros.

El atletismo, una medalla y diez diplomas

El deporte rey de los Juegos trajo una enorme alegría con el bronce de Ana Peleteiro en triple salto y se escaparon varias medallas por nada. Como la de Marc Tur, cuarto en los 50 kilómetros marcha a ocho segundos del bronce. Cuartos fueron también Álvaro Martín y María Pérez en los 20 kilómetros marcha y Eusebio Cáceres en triple salto.

Se consiguieron otros siete diplomas más en atletismo y en general la mayoría compitieron tremendamente bien, superando muchas marcas personales. Asier Martínez sorprendió en el 110 vallas, Adrián Ben peleó con los mejores en el 800, María Pérez rozó una proeza en el 1.500 y Ayad Lamdassem finalizó quinto en el maratón. En total se batieron 20 marcas personales, incluidos dos récords de España.

Ana Peleteiro tras ganar el bronce en triple salto.
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Coe/Diego Souto

Las 17 medallas de España