La Policía cree que el joven Pablo Sierra sufrió una agresión la noche de su desaparición en Badajoz, según ha adelantado el periodista Manuel Marlasca en La Sexta.

A esta conclusión llegan los investigadores tras el análisis del teléfono móvil del joven, que fue hallado en Las Crispitas, una zona cercana al río Guadiana.

Según informa Europa Press, la policía judicial no descarta realizar nuevas búsquedas y "en principio" ha centrado la investigación en el análisis de los datos y de la información disponible relativa a la desaparición del estudiante de la Universidad de Extremadura desaparecido en Badajoz en la noche del pasado jueves al viernes.

"En principio todo continúa igual, centrado en lo que es policía judicial, que será la que determine si en su caso hiciese falta momento y lugar donde realizar búsquedas o batidas más exhaustivas, de momento ellos continúan con la investigación", han señalado fuentes de la Policía Nacional de Extremadura en declaraciones a Europa Press.

De igual modo, han recordado a la ciudadanía que "si alguien en algún momento vio a Pablo por alguna zona" es "importante" que lo traslade a la policía, puesto que "puede ayudar a la hora de la investigación de policía judicial a llegar ya a localizar lo antes posible a Pablo".

Plaza España

De esta forma, "de momento", continúan las investigaciones para dar con su paradero y policía judicial trabaja en "todo lo que haya por los alrededores" tanto de donde apareció el teléfono de Pablo, junto al río Guadiana, como de la Plaza España "porque es el último sitio donde se le vio". "No vamos a coger una cámara de imágenes de Plaza España, sino que vamos a tratar de captar todas las imágenes y estudiarlas de la zona", han apuntado.

En este sentido, las mismas fuentes han detallado que "se está captando toda la información", ya sea de su móvil, como de posibles cámaras de seguridad, o de sus familiares y amigos y que eso son los datos que se están estudiando por parte de policía judicial, que tiene que llevar un trabajo "arduo y muy exhaustivo porque se está recibiendo mucha información" y "hay que estudiarla toda".

Finalmente, la Policía Nacional ha hecho hincapié en que "en ningún momento se descarta que policía judicial determine que en una zona determinada y en un momento determinado se pueda iniciar nuevamente la búsqueda", y ha añadido que están "totalmente seguros" de que tanto Guardia Civil que estuvo con la policía el fin de semana, como Policía Local, Protección Civil, Cruz Roja o los bomberos "todos están al pie del cañón y seguro que aportarían su granito de arena" para dar con el paradero de Pablo. "No cesamos en tratar de localizarle", ha concluido.

Tres días de rastreo

Cabe recordar que el chico, estudiante de la Universidad de Extremadura y alojado en la residencia universitaria Rucab, fue visto por última vez en la calle Zurbarán de la capital pacense en la noche del jueves al viernes de la semana pasada.

Durante tres días se peinó, con medios terrestres, acuáticos e incluso aéreos todo el tramo urbano del río Guadiana. Este lunes se trasladó la búsqueda a otras zonas de la ciudad, como las inmediaciones de la residencia universitaria, La Luneta, el Fuerte de San Cristóbal o Suerte de Saavedra, y este pasado martes se paralizó el rastreo a pie y los equipos que estos días han estado peinando varios puntos de la ciudad no salieron.

Pablo mide 1,75 centímetros de estatura, es de complexión atlética, tiene el pelo moreno con flequillo rizado y ojos marrones. En el momento de su desaparición vestía camisa azul, pantalón vaquero, chaqueta azul y zapatillas blancas.