Huir. Huir de un mal para adentrarse en lo desconocido, quizás en algo peor. Ir superando etapas, peligros, escollos, dificultades, enfrentarse a la muerte, a la soledad, al desamparo, al rechazo social.

No mirar atrás, seguir en pie, resistir. Hacer frente a los fantasmas, a lo real, al desvalimiento. Y más si eres un niño, o una niña.

Sol Picó, a través de la realidad cruda de un menor que tiene que salir de su país, de su familia, de su falsa confortabilidad, crea un espectáculo multidisciplinar: danza, cómic, música, participación directa del público.

Nos pide que sigamos a su protagonista. Que nos convirtamos en los súper héroes que la niña se crea para poder sobresalir a todas las adversidades. Son esos amigos imaginarios necesarios para subsistir, para mantenerse alegre, para no sentirse sola, para hacerle frente al miedo, a los alacranes, a la noche, a la soledad, al desierto, al mar, a la sed, al hambre, a los recuerdos.

Bébete el aire que respiras, sácate la pena, límpiate la cara, no dejes que te prohíban nada, lucha, aunque te duela.

Con música en directo interpretada por Rai Jiménez Tejero y Mireia Tejero, hijo y madre, formando parte del espectáculo, son el sonido de las vértebras, de los huesos, de las vísceras, del corazón. Y con los movimientos coreográficos impecables de Carlos Fernández, Ana F. Melero, Xián Martínez y Encarni Sánchez, apoyados en buena parte por un público entregado y dispuesto, soportan el yugo de aguantar ese trayecto que los llevará a una ciudad desconocida, con un idioma diferente, con unas actitudes hostiles en la mayoría de los casos. Ese es el verdadero calvario, el verdadero infierno, aguantar y vivir al filo de lo legal, de lo estipulado, de lo socialmente aceptado. El cómic proyectado nos ayuda a comprender lo que está pasando por la cabeza y el sentimiento de esta refugiada, de esta inmigrante que no viene a robarnos, sino a buscar su utopía de un mundo más equilibrado.

El monstruo está esperando. Es un monstruo de muchas cabezas, de ideas retrógradas, de sombras e insultos, de prejuicios, de golpes, de rechazos.

Sol Picó quiere concienciar a través del arte. Pero, ¡cuántos de estos monstruos no vendrán a ver este espectáculo! No podemos mirar hacia otro lado, no podemos ser pasivos, también tenemos que bailar con ellos. Danzar esbozando una esperanza, sobreponiéndonos al esfuerzo y aceptando.

La mayor proeza no es haber llegado. Es aprender a levantarse, a saber que el final no es el final, que se puede ganar, porque ya no hay marcha atrás, el sueño es la pesadilla que estos migrantes están pasando.

Macarron Power, lo que nos da energía, poder, a modo de proteínas y vitaminas necesarias para no venirse abajo. Comer todos los días, dormir bajo techo, tener trabajo. El sueño de estos superhéroes es ser buenos ciudadanos.

FICHA ARTÍSTICA

Dirección y coreografía: Sol Picó
Dirección musical: Mireia Tejero
Colaboración dramatúrgica: Víctor Borràs Gasch

Reparto: Música: Rai Jiménez Tejeroy Mireia Tejero

Danza: Carlos Fernández, Ana F. Melero, Xián Martínez y Encarni Sánchez
Vídeo: Erol Ileri Llordella
Ilustraciones: Iván McGill y Pablo Saulo
Producción ejecutiva: Núria Aguiló y Pia Mazuela

Espacio: Teatro de La Abadía

Espectáculo producido por Sol Picó Cía. de Danza