En Navidad, llegan los mayores dispendios económicos del año, días en los que la inversión material y afectiva se dispara, días en los que todo debería ser perfecto, sin embargo ¿eres feliz?, ¿lo disfrutas?. Aunque las navidades deban ser un momento bonito, para muchos pueden traer emociones negativas, añoranza, estrés y malos recuerdos; especialmente en este año tan complicado y diferente para todos.
Sé detallista
Quiérete, pero quiere también a los demás. La vida es como un boomerang y todo lo que das, se devuelve. Una simple nota escrita a mano a un compañero o a un familiar un día cualquiera es un detalle que hará que la persona se sienta querida y agradecida por tu parte.
Retoma tus hobbies
Estos días de más tiempo libre, pueden ser un momento perfecto para hacer algo que hace tiempo dejamos abandonado: escribir en un diario, escuchar a nuestro grupo favorito, leer aquella obra que abandonamos a medias… lo que sea, siempre que lo hagamos a gusto y con ganas.
Medita
Dedica unos minutos a la meditación cada día. Siéntate en un lugar silencioso. Cierra los ojos y enfócate en ti mismo. Para detectar tensiones puedes «escanear» tu cuerpo, con ojos cerrados, concentrándote en cada parte del cuerpo una por una y realmente sentirlas.
Alcohol o café a pequeñas dosis
Cuidado con el alcohol y la cafeína tan presentes en estas fechas. Son falsos amigos y grandes ansiógenos, prueba a sustituirlos por descafeinados y sucedáneos, mantendrás el hábito placentero y te librarás del enorme estrés que generan.
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