Alberto Núñez Feijóo ha vuelto a desentenderse este martes de la moción de censura de Vox en la que presenta de candidato al veterano político y economista Ramón Tamames. Desde Barcelona, donde ha visitado el Mobile World Congress, ha apelado, en declaraciones a la prensa, por recuperar "la palabra y el concepto de respeto a las instituciones, al Congreso, a las Cortes y a los instrumentos institucionales". Y por ello, al margen de su expresado deseo de desalojar a Pedro Sánchez de la Moncloa, ha insistido en que no va a apoyar la moción, aún a falta de fecha, que considera más "un show parlamentario y un teatrillo político. Es una moción destinada al fracaso y no vamos a compartir paternidad con ella".

Tras cuestionar que la moción beneficie al partido proponente, esto es, la formación de Santiago Abascal, cree que si de algo servirá, será para acreditar , entre otras cosas, "que el Gobierno tiene apoyos en el Parlamento".

Tras apelar a que "dejemos que los españoles sean los protagonistas de la moción y no los 350 diputados", en referencia tanto a las elecciones locales y autonómicas del 28-M como a las generales de finales de año, ha insistido en que "no voy a estar presente en el Congreso porque no la comparto. Lo he dicho desde el primer instante". La moción "le viene bien a Sánchez para que no se hable de los disparates legislativos con los delincuentes sexuales, de los casos de corrupción que brotan en Valencia, Andalucía y Canarias y del IPC, pero esa no es nuestra responsabilidad y no vamos a hablar de las estrategias políticas del Gobierno o de una parte de la oposición".

"Tito Berni": "La punta del iceberg"

Con respecto al caso de "Tito Berni" cree el líder del PP que "estamos viendo la punta de iceberg. Esta mañana nos hemos enterado de cómo frecuentaban prostíbulos durante el estado de excepción; cómo había mordidas y comisiones que afectan a un gobierno autonómico, a uno o más ministerios y buena parte del grupo socialista en el Congreso y el Senado", aunque lo cierto es que, de momento, no hay más parlamentarios implicados.

Éste es un caso de corrupción "cutre y lamentable", en el que la mezcla de prostitución y drogas "es un bomba para un partido político y me da la sensación que el PSOE lo quiere tapar". Interrogado en este punto sobre la petición de 15 años de prisión para el ex ministro del Interior Jorge Fernández Díaz por el "caso Kitchen", ha señalado que "se investigue lo que se tenga que investigar y salir lo que tenga que salir". Y tras intentar matizar que "hablamos de un caso de hace unos años, lo importante es que lo ocurrido se conozca".