Cada hora que pasa es peor. Cada hora que pasa la ansiedad, la indignación, la desolación y el pánico aumentan. El PSOE es una auténtica olla a presión. La sacudida del informe de la Guardia Civil sobre Santos Cerdán no tiene fin. Ha destrozado la moral de militantes y cuadros, ha desatado la angustia por el futuro de las siglas y del Ejecutivo. Nadie sabe dónde encontrar la salida, cómo salvarse del naufragio. Pero el partido bulle, la desesperación crece y crece el movimiento de aquellos que consideran que es imposible aguantar, de los que estiman que hay que adelantar las elecciones generales para evitar una sangría mayor más adelante, porque no queda margen para ninguna remontada ni relato que la sostenga. También se empieza a apuntar internamente que el secretario general quizá no debe repetir como candidato en unos futuros comicios, que debe dejar paso a un sucesor, un debate que hasta ahora jamás se había abierto en el PSOE. Y él, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, mientras, consulta con su círculo más cercano y medita qué hacer. Qué más medidas adoptar. Qué golpes en la mesa le quedan por dar, si es que cabe alguno. Y puede que un primer avance lo dé a conocer en la reunión de la ejecutiva federal del próximo lunes.

Desde la comparecencia de la tarde del jueves, el PSOE sintió que su jefe de filas se había quedado corto, y que haría falta una respuesta mucho más contundente para contener el terremoto del largo informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil. 490 páginas demoledoras —al día siguiente se difundieron los audios, aún más dantescos— que narraban una presunta operativa que había funcionado durante años, que primero germinó en Navarra, de la mano de Santos Cerdán —entonces secretario de Organización de la federación— y Koldo García, y que luego migró a Ferraz tras las primarias de 2017, que Sánchez ganó a Susana Díaz. El círculo se extendió a José Luis Ábalos. Una supuesta organización criminal en la que Cerdán era el eje, el hombre que gestionaba los cobros de las mordidas obtenidas gracias al amaño de adjudicaciones públicas. El presidente le reclamó que dejara el cargo de secretario de Organización del PSOE y que entregara su acta —un escaño en el Congreso que él todavía no ha abandonado, ha prometido hacerlo el lunes—, y luego desde Ferraz pidió perdón a los ciudadanos, descargó todas las culpas en su ya ex número tres y anunció una remodelación de la cúpula del partido y una auditoría externa de sus cuentas.

La posición más consolidada es que deben celebrarse antes las generales para no castigar las opciones del partido en las autonómicas y municipales de mayo de 2027. Rechazo total al 'superdomingo'

En los últimos días, en la mayoría de federaciones se había instalado una exigencia compartida al líder: la reestructuración de la ejecutiva no podía ser cosmética, sino "radical", porque es necesario un "reseteo", arrancar nueva etapa con nuevos rostros, extirpando con nitidez al núcleo de colaboradores que trabajaban con Cerdán en Organización y apostando por perfiles de mayor peso político. Pero junto a esa demanda muy mayoritaria, ha prendido entre algunos mandos la sensación de que tampoco ese movimiento funcionará. No bastará, creen.

Y una salida que creen ineludible es la del anticipo de las generales, que el pasado jueves Sánchez volvió a situar "cuando tocan", en 2027. Ya antes de que estallara la bomba nuclear del informe de la UCO había severas reticencias hacia el superdomingo, ahora directamente el rechazo es total: en línea con lo manifestado por el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, la posición más consolidada es que deben celebrarse antes las generales para no castigar las opciones del partido en las autonómicas y municipales de mayo de 2027. Pero en las últimas horas varios cuadros de primer nivel consultados por este diario indican que quizá la mejor opción, dentro del escenario catastrófico que se abre, es convocar las legislativas a la vuelta de verano, en los próximos meses, para evitar un mayor deterioro de las siglas.

Adelanto y cuanto antes, mejor. A otoño. Yo creo que resistir es peor. Esa es la opinion mas compartida entre la gente que he testado, y yo la comparto", apunta un barón alineado con la dirección

"Adelanto y cuanto antes, mejor. A otoño. Yo creo que resistir es peor. Esa es la opinion mas compartida entre la gente que he testado, y yo la comparto", sostiene un barón autonómico alineado indubitadamente con Ferraz. "La remodelación de la ejecutiva no va a ser suficiente, y nuestra gente está muy cabreada —señala otro líder territorial—. Cree que hay que ir más allá y que la legislatura está en vía muerta. El problema es que nadie quiere regalar un Gobierno a la derecha, pero pesa más la decepción y el miedo a que se hunda la organización. Yo defiendo que el partido está por encima de las personas y hay que preservarlo, y cuanto más tardemos en convocar [las generales], más riesgo tendremos de un Gobierno del PP en solitario". "La sensación es de desánimo, que las medidas no serán suficientes y que las elecciones serán inevitables a la vuelta del verano", expresa otro máximo responsable regional.

En el partido se siente que será muy difícil aguantar hasta 2027, porque esta nueva línea de investigación, la que afecta a Cerdán, no ha hecho más que empezar, y el miedo de todos es que sigan apareciendo nuevas revelaciones explosivas. Datos que empeoren la situación de un partido exánime. Un goteo insufrible. "Verás según pasen los días y aparezcan más nombres y nuevos informes, que estoy segura de que hay. La gente está viendo que salta todo. Gobierno, ayuntamientos y las pocas autonomías que tenemos". "No tiene opción de aguantar", resuelve un miembro del sector crítico. "Es que por descarte nadie ve otro escenario mejor. Es cierto que irnos ahora a elecciones es suicida —cuenta un cargo que conoce bien las entrañas de Ferraz—, el partido está tocadísimo anímicamente, no ve una salida fácil. Pero la pregunta que se ha instalado es si dentro de seis u ocho meses vamos a estar mejor, y parece que no, así que el debate es si tendremos urnas en octubre, noviembre... es que irnos a febrero ya suena de aurora boreal. El problema es que no tenemos relato: ni de persecución judicial, ni de lawfare, ni de igualdad, por estos puteros [de Koldo y Ábalos]". En público, quien se alineó con esta tesis este sábado fue el alcalde de Ames (A Coruña), el socialista Blas García, que apoyó al hoy presidente desde los inicios de su carrera política.

No todos los cuadros piensan lo mismo, ni mucho menos. "Hay que aguantar. En la medida en que los apoyos parlamentarios estén, debemos hacerlo. El objetivo no es aguantar por aguantar, es aguantar para gobernar. Si no hay apoyos, elecciones, claro, pero creo que aguantamos", sostiene un responsable de un aparato importante. "Con la situación que tenemos hoy, podemos resistir hasta 2027", indica otro. Para otro compañero de igual rango, "es verdad que la petición de adelanto crece", aunque entiende que "aún no es mayoritaria: las elecciones tienen que hacerse cuando toque, y no cuando interese a la caverna". Un cuarto responsable de Organización, este de una federación muy potente, matiza: apunta que si el Gobierno logra amarrar este otoño unos Presupuestos Generales del Estado, "todo cambia", aunque es consciente de la dificultad de poder amarrarlos. "Pero si no los tenemos", prosigue, "y con esta tralla, es evidente que se hará más complicado aguantar". "Necesitamos más perspectiva para decidir. Pero si vamos o no a elecciones solo lo sabe él", remata uno de los principales alcaldes socialistas. Para un integrante de la cúpula federal, el adelanto quizá podría ir mejor al PSOE, pero sería "peor para el país": "Es suicida: lo pondríamos en manos de la ultraderecha".

El objetivo no es aguantar por aguantar, es aguantar para gobernar. Si no hay apoyos, elecciones, claro, pero creo que aguantamos", "pondríamos el país en manos de la ultraderecha", refutan dos dirigentes

¿Y qué piensa Sánchez? El presidente, insisten los suyos, no piensa en unas generales, no piensa en tirar la toalla. Según relatan desde su círculo de confianza, este fin de semana está recluido en la finca toledana, propiedad del Estado, de Quintos de Mora. Reflexionando, "pensando qué hacer, viendo opciones", llamando a sus colaboradores más cercanos, consciente también él mismo de que le toca mandar mensajes más contundentes.

Pero, ¿cuáles? Es lo que no está todavía claro. Sus colaboradores recalcan que no se inclina por adelantar las generales. "Los dirigentes territoriales velan por sí mismos y quieren quitarse de encima esto, pensando que les quedarán dos años hasta las autonómicas y municipales para recuperarse. Pero es que no va de esto, va de una solución de conjunto. Hay que mirar por el interés de todos. Es que, ¿cómo vamos a ir elecciones ahora? Es regalarle las llaves de la Moncloa a la derecha y a la ultraderecha. Parece que todo lo que corre es verdad, pero hay que tranquilizarse. Teníamos a tres mangantes, no unos cualesquiera, que han sido secretarios de Organización del PSOE, pero corrupción sistémica no ha habido", apunta un ministro. El presidente, continúa, "está convencido de que tiene que dar la cara". "En qué se va a traducir, no lo sé, no creo que ni él lo sepa aún", remacha. "No es que no veamos el adelanto, es que no es deseable —expresa otro integrante del Gabinete, perteneciente a su círculo más íntimo—. La primera opción es llegar a 2027, y para ello cobran mucha importancia los Presupuestos. ¿Los podremos tener? Esa es la duda, pero habrá que pelearlos".

En la Moncloa inciden en que Sánchez ha de velar "por una solución de conjunto" e ir a comicios ya es "regalarle las llaves" del Gobierno a PP y Vox. Él de lo que está "convencido es de que tiene que dar la cara". Y avisan: "Sorprende siempre"

En el núcleo duro de Sánchez se rechaza, por tanto, el anticipo electoral, igual que no se acaba de ver la cuestión de confianza, por el riesgo que entraña. Tampoco "tiene en mente" una salida que muchos dirigentes invocan, la remodelación del Ejecutivo, porque el líder socialista mantiene la tesis de que "este caso afecta al partido, no al Gobierno". En el primer anillo del presidente descartan igualmente la convocatoria de un congreso extraordinario del PSOE o que dimita y dé un paso a un sucesor. ¿Entonces? "Él sorprende siempre", responden. En el partido algunos apuntan que puede lanzar en los próximos días una salida "audaz", tal vez de cara a la ejecutiva del próximo lunes.

Lo más urgente, y ahí coinciden todos, es cubrir la vacante de Organización, dejada por Cerdán. Es el puesto más relevante de toda la dirección, del que depende todo el partido, y por eso se considera que no caben las interinidades. Ni siquiera se ha podido abrir expediente al ex número tres, recuerdan, porque formalmente no hay aparato. Los nombres que circulan como relevo de Cerdán desde el primer momento son los del ministro de Transportes, Óscar Puente —uno de los escuderos de mayor peso del jefe del PSOE, aunque se teme que su estilo pueda dividir más al partido—, y el secretario de Acción Electoral y Análisis de la actual cúpula y secretario general de Coordinación Institucional en la Moncloa, el sevillano Paco Salazar.

Este lunes podrían anunciarse novedades. La urgencia es cubrir la vacante en Organización, y dos de los nombres que más circulan son los de Óscar Puente y Paco Salazar. También el de Pilar Bernabé

Ellos están en las quinielas, pero en ellas también figuran el ministro Félix Bolaños o la delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana y secretaria de Igualdad de la ejecutiva, Pilar Bernabé. También hay quienes apuestan por el regreso de Adriana Lastra, que dimitió como vicesecretaria general en julio de 2022 tras una fortísima pugna con Cerdán, pelea que también afloró en las grabaciones intervenidas por la UCO. Sin embargo, Lastra, según avanzan en su federación, la asturiana, de la que es su número dos, no quiere volver a Ferraz.

Los más próximos a Sánchez defienden que el nuevo secretario de Organización, un cargo icónico, por su relevancia, en el escalafón socialista, ha de ser "alguien inatacable, con prestigio y que conozca el partido". Y señalan un ejemplo: Marcelino Iglesias, expresidente de Aragón que se hizo con las riendas del aparato en 2010, ya en pleno declive del Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero. "Hay que acertar y poner a una persona limpia, con autoridad y de peso. Y que se haga público lo antes posible", recomiendan estas mismas fuentes de primer nivel. "Lo que está en juego es continuidad o ruptura. El perfil es clave", resume un jefe de un aparato autonómico. Muchos apuntan a que ya es hora de que el cargo lo ocupe una mujer por primera vez con Sánchez, porque él solo ha tenido a hombres en esa silla central del organigrama: el riojano César Luena (2014-2016), el valenciano José Luis Ábalos (2017-2021) y el navarro Santos Cerdán (2021-2025), los dos últimos investigados por corrupción. En las federaciones piden al líder que mire más allá de sus personas de confianza, que amplíe el foco.

Sí hay consenso en que el presidente deberá sacar de la cúpula a los colaboradores más estrechos de Cerdán y a los que él aupó. En los territorios reclaman una renovación total de la ejecutiva, y de mayor peso

En lo que sí existe un consenso absolutamente total, fuera y dentro del Gobierno, en Ferraz y en las federaciones, es en que Sánchez ha de darle la vuelta a su dirección en el PSOE. Completa. Primero, sacando de ella a los colaboradores directos de Cerdán —su adjunto, el diputado jiennense Juanfran Serrano, y el leonés Javier Alfonso Cendón, además del parlamentario Manuel Arribas, miembro de la cúpula del PSOE de Castilla y León—, y de otros cuadros que estaban en su entorno, más "todos aquellos que entraron en la cúpula por el propio Santos". En los territorios reclaman igualmente una revolución de las estructuras, una renovación total, profunda de la ejecutiva. "Radical". "Tiene que trasladar la sensación de que ha cambiado de círculo", opina un responsable de Organización autonómico. Y otra petición: que tenga más peso político y que "separe" partido y Ejecutivo.

También varios mandos constatan que la reestructuración de la ejecutiva, por sí misma, no es significativa, porque muchos ciudadanos no conocen apenas a sus integrantes, porque el foco está en el Ejecutivo, de ahí que sigan reclamando cambios en el Gobierno, que por el momento Sánchez ha descartado.

A la vez, se está abriendo un debate potencialmente explosivo para el presidente: el de su continuidad. El de su condición de activo o de lastre para el PSOE. "Hay quienes creen que Pedro no puede seguir, que no puede convertirse en diana de todos los golpes, que es mejor que se aparte para al menos proteger su legado. Lo lógico sería preparar al partido para una campaña dura y sin Pedro como candidato", apuntan desde una federación más distanciada de Ferraz.

En el partido hay quienes creen que Sánchez no debería repetir como candidato en generales, para "proteger su legado" o porque ya lastra las siglas. El ejemplo que ven lógico es el de Zapatero en 2011

"Estamos de acuerdo en que aunque no haya superdomingo, sí quizá se puede aguantar si el daño está perimetrado, si la trama es de estos tres gañanes. Esto no es la Gürtel, ni hay indicios de financiación ilegal del PSOE. Ahora bien, Pedro no se puede volver a presentar como candidato a la presidencia —sentencian desde otra federación sí muy cercana a la cúpula federal—. Tendría que hacer como Zapatero en 2011. Que en un año abra el proceso para elegir nuevo candidato. Porque fue Pedro quien optó por esta gente y no por otra, quien eligió a Ábalos y a Cerdán como secretarios de Organización". "No debe seguir. El menos competitivo ahora mismo es él. Un océano de corrupción y de putas", apuntan desde el sector más contrario a Sánchez. "Pedro hace mucho que está perdido. Su proyecto es él, y eso es tragedia garantizada. No tiene ya salida. Ahora nos debemos a proteger al partido y a nuestros votantes", lamenta un exmiembro del Gobierno de coalición.

En la Moncloa, en Ferraz, en muchos territorios, sin embargo, el deseo es otro. Que Sánchez continúe, que sea el candidato. Este es el momento más crítico para su supervivencia, es evidente, pero creen que debe resistir y que no eludirá el envite. "El partido tiene liderazgo hoy y está con Pedro. Ahora lo que tiene que hacer el partido es apretar filas. No está para primarias, para despellejarnos, porque los procesos internos son dolorosos. Pedro tiene que ser el candidato. Los ciclos llegan y cuando llegue el suyo, entonces sí que habrá que abrir al partido en primarias", sostienen desde una de las federaciones de mayor peso. Para un responsable que le conoce bien, "el cuerpo le pediría irse a Marte". "Pero tiene sentido de la responsabilidad y después de este desaguisado no puede entregar las llaves y decir 'ahí os quedáis'. Él no es un irresponsable". Ya lo dicen en su equipo: Sánchez es de "dar la cara siempre", y ahora también lo hará. En el PSOE también se recuerda con horror 2011, cuando Zapatero anunció su marcha y finalmente un golpe palaciego frenó la pugna en urnas entre Carme Chacón y Alfredo Pérez Rubalcaba. Él fue a las urnas y firmó el peor resultado del partido hasta el momento, 110 escaños.

El sentir mayoritario es que no se debe marchar, que las bases la aprecian y que es un dirigente responsable. "El PSOE no está para primarias, para despellejarnos", dicen en una federación potente. Page no ha hablado: quiere que antes lo hagan otros

La petición de retirada la verbalizó el viernes el alcalde de Mérida, Antonio Rodríguez Osuna. El presidente Page, mientras, sigue guardando silencio porque quiere, explican en su entorno, que sean otros los que hablen primero, para que se vea que no está "solo". El barón castellanomanchego, subrayan, no organiza ni capitanea ningún movimiento crítico —"Emiliano solo opina, nunca ha estado en conspiraciones orgánicas"—, pero sí le está llegando "mucho más cabreo, y más transversal, que otras veces".

Pero más allá de que Sánchez sea o no el candidato, en las filas socialistas se lamentan estos días de cómo ha gestionado el PSOE en los últimos años, delegando todas las cuestiones orgánicas en Cerdán, dándole a él todo el poder, desentendiéndose del día a día del partido, entregándole todas las llaves del castillo de Ferraz, dándole más vuelo a su teoría de la "cacería" contra el partido, la que marcó el último cónclave.

Ahora, sin embargo, le resultará más complicado desembarazarse del escándalo, porque fue él quien blindó al dirigente navarro como secretario de Organización en el 41º Congreso Federal, el pasado diciembre en Sevilla, pese a que ya había runrún contra él. Y confió en él hasta el pasado jueves, 12 de junio de 2025. Hasta el último minuto.

Cerdán defendió ante Sánchez en la Moncloa que todo era un montaje, que no se reconocía en las transcripciones. El presidente, que se había fiado de él hasta que leyó el informe de la UCO, no le creyó. Luego se reunió con Montero, Bolaños, López y Rubio

Fue cuando pudo leer el informe de la UCO. Devastador, contundente, el relato de una década de presuntos amaños y de corrupción sórdida. Sánchez primero habló por teléfono con Cerdán, y le negó todo. "Que te lo diga mirándote a los ojos y que luego ruede su cabeza por las escaleras de la Moncloa", le aconsejó el ministro Óscar Puente, que estaba (y está) en Valladolid por permiso de paternidad. El jefe del Ejecutivo citó al todavía jefe del aparato socialista en el complejo monclovita al finalizar el pleno del Congreso. El número tres tuvo el cuajo de decirle que era todo un montaje, que no se reconocía en las transcripciones de los audios, que la Guardia Civil había llegado incluso a manipular su voz.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, mira al entonces secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, ante el portavoz del partido en el Congreso, Patxi López, durante la sesión de control al Ejecutivo en la Cámara baja del pasado 11 de junio de 2025. | EUROPA PRESS / FERNANDO SÁNCHEZ

El presidente no le creyó y le pidió que se marchara y dejara su escaño. Él no se resistió. Regresó a Ferraz, redactó su carta de dimisión y prometió entregar su acta. Después, Sánchez hizo brainstorming con su núcleo duro en la Moncloa: con la vicepresidenta primera, María Jesús Montero; con los ministros de la Presidencia y de Transformación Digital, Félix Bolaños y Óscar López, y con su director de Gabinete, Diego Rubio. Puente, lógicamente, no pudo acercarse. Entonces se empezó a hablar de posibles salidas, de nombres. De alternativas. Más tarde, Sánchez puso rumbo a Ferraz, a su primera rueda de prensa allí en siete años, a su primera comparecencia con preguntas de los medios en 44 días. Quizá la más complicada de su carrera política. Semblante de funeral, traje y corbata azul oscuro, maquillaje contundente.

El ex número tres ha prometido dejar el lunes su escaño porque no se quiere "servir del aforamiento" para demostrar su inocencia, que sigue proclamando

El PSOE arranca una semana de segura zozobra. Con miedo. Y en ebullición. Cerdán aún retiene su escaño. Promete dejar el lunes su acta porque no se quiere "servir del aforamiento para demostrar" su inocencia. En el partido esperaban que fuera así, que el lunes abandonara la Cámara baja. Pero no se fía. Alguien que ha "traicionado a todos" no es de fiar. Su palabra, para los socialistas, no vale ya nada.