Todos los 12 de Octubre la política nacional se despliega en dos escenarios. Primero, el desfile en las calles del centro de Madrid y después el Palacio Real, en la recepción ofrecida por los Reyes. Parada militar y conversación informal de las autoridades con los periodistas. Pero este domingo la segunda pata, en cierto modo, se descabaló, porque el presidente del Gobierno marchó con prisa, antes de poder charlar con la prensa sobre asuntos de actualidad, para preparar su viaje a Egipto de las próximas horas. Y, con él, partieron la inmensa mayoría de sus ministros.

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La decisión sorprendió a algunos de los presentes. Por lo excepcional. Y porque, sin la voz de Pedro Sánchez, el Ejecutivo dejaba más espacio a la oposición y a los presidentes autonómicos en este día de la Fiesta Nacional. Pero, en general, la recepción perdió color respecto a años anteriores. Tampoco la baronesa madrileña, Isabel Díaz Ayuso, habló con la prensa: ella se marchó veloz. Los titulares escasearon, y la ausencia de ambos y del jefe de Vox, Santiago Abascal, que ni había ido a la parada para no "blanquear" a Sánchez, según había argüido, dejaron más terreno libre a Alberto Núñez Feijóo.

Acabado el desfile, el que participaron un total de 3.847 militares —524 de ellos mujeres—, entre la glorieta de Carlos V y la plaza de Colón, un recorrido de 1.540 metros, las autoridades y las personalidades de distintos ámbitos acudieron al Palacio Real. Primero, el saludo de los reyes Felipe VI y Letizia y de sus dos hijas. Era la primera vez que participaba de la recepción la infanta Sofía, cumplida su mayoría de edad el pasado abril.

En la Moncloa subrayan que Sánchez sí quería charlar con los periodistas, y se les trasladó que tenía prisa porque tenía que "preparar" su viaje a Egipto y la entrevista del martes, pero protocolo de Casa Real no permite que pasen antes por el saludo a los Reyes y a sus hijas

Sánchez pasó por la línea de saludo en el Salón del Trono sin su mujer, Begoña Gómez, y junto a la presidenta del Congreso, Francina Armengol, igual que ocurrió los dos últimos años. Pero poco después, abandonó el Palacio Real, sin hablar con los informadores, como es habitual en los 12-O. Desde la Moncloa explicaban que el presidente sí quería charlar con los periodistas, y de hecho se les trasladó que tenía prisa porque en la madrugada del domingo al lunes vuela hasta Egipto para asistir a la ceremonia de firma del acuerdo para poner fin a la guerra en Gaza. El acto está previsto para el mediodía de mañana y contará también con la participación de EEUU, los principales países árabes y algunos países europeos, y está organizado por el Gobierno egipcio, que ejerce como país anfitrión.

En el Ejecutivo intentaron que la prensa pudiera pasar antes por el obligado besamanos, pero el protocolo de la recepción lo impidió, ya que los representantes de los medios —redactores, pero también directivos— se encuentran agrupados en una sala de Palacio hasta que son llamados a desfilar por el Salón del Trono para saludar a los Reyes y a sus hijas. Dado que el presidente tenía prisa por marchar, para "preparar" el viaje a Egipto y también la entrevista que el martes tiene a primera hora en Hoy por hoy (Cadena SER), decidió marcharse sin detenerse a conversar con los informadores. La previsión es que sí mantenga un encuentro informal con ellos en su viaje al país africano este lunes.

No acudió ni al desfile ni al cóctel en Palacio el líder de Vox. Feijóo marca distancias y reprueba la actitud de Abascal: hasta ahora quienes no iban eran independentistas y Bildu, así que el que no vaya es el que tendrá que "explicarlo"

Sí se paró para hablar con los periodistas fue Feijóo. "¿Sánchez se ha marchado? ¿No le gusta el Día de la Hispanidad?", preguntó con ironía el jefe de los conservadores, que concluyó que si el presidente no ha querido charlar con la prensa es por todo "lo que está pasando". Quien no acudió a ninguno de los actos del 12-O, tampoco al desfile, fue Abascal, con el argumento de que no quería "blanquear" al Ejecutivo de Sánchez. Feijóo se encargó de mandarle un recado desde el Palacio Real. "Los nacionalistas y los independentistas y Bildu ya sabemos por qué no vienen, ahora le queda la explicación", dijo, refiriéndose al jefe de la ultraderecha.

"En el camino correcto"

El líder del PP se manifestó orgulloso de haber asistido y siempre que pueda, señaló, irá a "acompañar al Rey y a los soldados el Día de la Hispanidad. Feijóo no coincidió con Sánchez ni en la parada militar, porque ocupan tribunas diferentes, ni en Palacio, porque este se fue poco después del saludo a los Reyes y sus hijas. Y proclamó que su partido está "en el camino correcto". "Vox me acusa de pactar con el PSOE y el PSOE me acusa de pactar con Vox", glosó.

Estoy animado porque mi pareja no está en el juzgado, mi hermana tampoco y mi número dos no está en la cárcel", dice el jefe del PP tras el "ánimo, Alberto" de Sánchez. "El que no se consuela es porque no quiere", le replica a su vez Puente

"Ánimo, Alberto", le dedicó el jefe del Ejecutivo el pasado miércoles en el Congreso cuando le anticipó que su partido le llamará este mes a la comisión de investigación del caso Koldo en el Senado. "Estoy animado porque mi pareja no está en el juzgado, mi hermana tampoco y mi número dos no está en la cárcel", le replicó el líder de los populares desde la recepción real. "El que no se consuela es porque no quiere", apostilló mordaz minutos después el titular de Transportes, Óscar Puente, el único ministro que se quedó en el cóctel y charló con los periodistas. Y el que dio otra razón posible de la ausencia de su jefe: que quizá quisiera comer con su familia, comentó en tono de broma.

Puente volvió a negar que el PSOE tenga una caja b, o que exista una financiación irregular. E insistió en que aunque el sistema de pagos en efectivo suene "anticuado o absurdo", no lo tiene solo Ferraz: es el que opera en los ministerios o en el Senado: en Transportes, por ejemplo, se hacen anticipos de caja o bien se reintegra lo gastado con factura por delante, todo en metálico. El ministro contó que él cambió ese sistema cuando era alcalde de Valladolid, pero no se ha podido modificar en su departamento. Sí cree que debería pasarse a otro modelo, sin efectivo y con tarjetas de crédito que controlaran, por ejemplo, los jefes de Gabinete o de escoltas para afrontar los gastos.

Otra dirigente que partió rápido fue la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso. Ella tampoco conversó con los informadores durantre la recepción. Feijóo se refirió, por cierto, a las polémicas palabras de la baronesa popular de este pasado jueves, cuando espetó a la oposición en la Asamblea: "Váyanse a otro lado a abortar". El propio jefe de los populares lanzó después un comunicado a través de redes sociales, que Sánchez interpretó como dirigido en realidad a Ayuso. El líder del PP dijo este domingo que no, que respondía al presidente, y subrayó que en Madrid se cumple la ley y que cree que el registro debería ser de los sanitarios que sí practican la interrupción voluntaria del embarazo, y no de los que se oponen por objeción de conciencia. Pero esto último es lo que figura en la ley de 2023 y lo que todas las comunidades acordaron en el protocolo de diciembre de 2024. Para Puente, "es bastante evidente que el PP enseña la patita". "Si hacen esto en el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid, donde no necesitan a Vox, están lanzando una pista de qué harían si tuvieran que gobernar con la ultraderecha", observó.

El titular de Transportes insiste en que no hay caja b del PSOE y que el sistema de pagos en efectivo puede ser "anticuado o absurdo", pero opera aún en el Senado y en los ministerios. Feijóo carga también contra el Gobierno por no felicitar a Machado

También afeó el líder del PP al Gobierno que no haya felicitado a la representante de la oposición venezolana, María Corina Machado, por su Nobel de la Paz, concedido el pasado viernes, algo que se debe, a su juicio, a que el Ejecutivo prefiere defender los intereses del expresidente José Luis Rodríguez Zapatero. Es "una pésima noticia para nuestra política exterior y para el posicionamiento de España dentro del Estado de derecho en Europa y también para el posicionamiento de España con las democracias de América Latina".

Donald Trump aseguraba el pasado jueves desde la Casa Blanca que quizá se debería expulsar a España de la OTAN por no gastar el 5% en defensa. Feijóo sostuvo que España "no tiene que ver con el presidente", no es lo mismo que el Gobierno central, España es un país "fiable". El líder de los conservadores cargó asimismo contra el embargo de armas a Israel, que el miércoles convalidó el Congreso y al que el PP se opuso junto a Vox. Para Feijóo, que se apruebe un embargo horas antes de la firma de un acuerdo de paz es "la prueba de nuestro despiste en política exterior". Entiende que es una "cuestión sin precedentes" que España tomara esa decisión. Pero "hay una izquierda que ha pasado del no a la guerra al no a la paz", arremetió.

La visión de la Moncloa es muy distinta. Sánchez y su Ejecutivo mantienen que han ido a la vanguardia en la denuncia del "genocidio" y en la adopción de medidas que ayudaran a frenar la masacre, como el propio embargo de armas. Y ahora saluda el acuerdo de alto el fuego entre Israel y Hamás, y de hecho el presidente participa en el acto de firma oficial del plan de paz, invitado por los gobiernos de Estados Unidos y Egipto. España, indicaron fuentes del Gobierno, reconoce "el papel fundamental" de estos dos últimos países, también de Catar y Turquía, "cuyo liderazgo ha sido clave para acercar posiciones y avanzar hacia la paz". El Ejecutivo destaca además "la respuesta de la sociedad civil, cuya solidaridad frente al sufrimiento en Gaza ha sido ejemplar, especialmente en España". El Gobierno, siguieron desde la Moncloa, "afronta este momento con esperanza y con la voluntad de contribuir a solventar los grandes desafíos que la región tiene por delante: asegurar que el acuerdo se implemente plenamente en sus dimensiones políticas, de seguridad y humanitarias".

Moncloa reconoce el "papel fundamental" de EEUU, Egitpo, Catar y Turquía, cuyo liderazgo "ha sido clave para acercar posiciones y avanzar hacia la paz". España afronta el alto el fuego entre Israel y Hamás "con esperanza"

Era el de este domingo un 12-O raro, menos lleno de actualidad que otros años. A las puertas, eso sí, de otro ciclo electoral, que arrancará el próximo año con, al menos, Castilla y León y Andalucía. Y nada fácil tampoco para el PP. Como reconocía a los periodistas el presidente andaluz, Juanma Moreno, la posibilidad de que pueda perder la mayoría absoluta está ahí, no es imposible. Un hecho que, de cuajar, no sería menor. Ni irrelevante, porque su interlocución con Vox, directamente, no existe.

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