Esto se acaba, la legislatura o la aventura de Juan Salvador Gaviota de Pedro Sánchez. La cosa ha durado lo que el vino dulce del chiquillo, lo que el cigarrillo del mozalbete, o sea lo que dura la adultez robada al adulto. La borrachera de Moncloa, la de sus jardines de rosas tintas y copas de piedra, la del champán de las azafatas, la del poder como la primera fiesta, ha tenido el placer, la duración y los destrozos de todo lo inmediato y lo caprichoso. Ha sido como la Nochevieja de un chaval, que ha dejado España, exactamente, como tras una Nochevieja de chavales, con cristales en los ombligos y los zapatos.
Para seguir leyendo Regístrate GRATIS
Identifícate o Regístrate con:
Todas las claves de la actualidad y últimas horas, en el canal de WhatsApp de El Independiente. Únete a nuestro canal de Whatsapp en este enlace.
Te puede interesar
Lo más visto
- 1 Brahim Ghali vincula el giro en el Sáhara al espionaje marroquí a Sánchez y su esposa
- 2 El pueblo más bonito de Córdoba para visitar en mayo y disfrutar de la explosión de flores
- 3 La Policía afronta cambios claves antes de que termine el año
- 4 El jardinero del desierto saharaui
- 5 La Universidad de Salamanca congela la cátedra patrocinada por el régimen marroquí
- 6 La ministra pamplonesa Elma Saiz pone distancia con Urtasun sobre los toros
- 7 Encuestas catalanas: gana Illa y depende de ERC y los comunes
- 8 Cebrián: ""El País está absolutamente en manos del Gobierno"
- 9 Olvidar a Óscar Puente