Las aerolíneas ven posible que España bata el récord de 275 millones de pasajeros que se alcanzó en 2019. Las cifras del verano animan las previsiones. Los datos de la Asociación de Líneas Aéreas (ALA) reflejan que en el acumulado del año se han operado un 99% de los vuelos frente al período prepandemia. Pero como han tenido mejor nivel de ocupación, han volado en España un 1,2% más de viajeros que en el verano de 2019. Entre principios de abril y finales de septiembre se alcanzaron los 165 millones de pasajeros.

En el período entre enero-septiembre, el nivel está un 1,3% por encima de esos registros. "A final de año probablemente habremos superado el récord histórico de 275 millones de pasajeros", ha explicado el presidente de la patronal de las aerolíneas, Javier Gándara, durante una rueda de prensa para presentar las perspectivas de invierno, donde hay niveles similares de reservas que el año pasado.

Comparado con la última temporada no afectada por la pandemia -la de 2018/2019- hay 127 millones de asientos programados, un 12,8% más de los asientos operados en aquel invierno. Aunque una cosa son los asientos ofertados y otra cosa es cómo vayan de llenos los aviones, lo que pude hacer que las previsiones se cumplan o se queden algo más cortas. Posiblemente sea algo menos del 12,8% de aumento, pero seguirá siendo récord.

En todo caso, algunas regiones como Canarias tienen ya un 24,1% más de asientos programados que en la última temporada invernal 18/19. A los destinos de Andalucía también hay un 20,4% más, con especial peso del aeropuerto de Málaga. Aunque a nivel de España, "todos los aeropuertos están con datos superiores en asientos programados", ha remarcado Gándara.

También mejora el factor de ocupación medio, que está ya en un 87%. "Eso indica que se está adaptando más oferta y demanda y los vuelos son más eficientes", ha remarcado. En 2019, la ocupación estaba en un 85%.

La temporada de invierno estará marcada, eso sí, por la escalada bélica en el conflicto entre Israel y Hamas. El presidente de la patronal de las aerolíneas considera que para España "el impacto directo va a ser muy limitado, porque las rutas España-Israel apenas representan un 0,2% del total".

Respecto a la posible subida del precio del combustible que usan los aviones, Gándara ha remarcado que las aerolíneas están acostumbradas "a la alta volatilidad del precio del combustible" y ha remarcado que algunas empresas más grandes tienen incluso "políticas de cobertura que mitigan esos impactos".

También ha admitido que el conflicto puede hacer que se reduzcan los vuelos a países del entorno, como ocurrió en la primavera árabe. Pero en aquella ocasión -ha añadido- nuestro país se vio beneficiado por un trasvase de viajeros que optaron por España como destino seguro.

Entre enero y septiembre España ha recibido 73,2 millones de pasajeros internacionales, un 19,1% más que en el mismo periodo del año anterior, según los datos difundidos este jueves por Turespaña. Solo en septiembre, los pasajeros procedentes de aeropuertos internacionales que llegaron a España ascendieron a 9,6 millones, un 10% más que en el mismo mes de 2022.

Los datos expuestos por ALA reflejan que el tráfico doméstico está un 8% por encima del nivel de 2019, mientras que el intercontinental supera ya en un 2% el tráfico previo a la crisis sanitaria. El intraeuropeo se queda a 1% de alcanzar aquel registro.

Reino Unido y Alemania siguen por debajo

Por mercados, Reino Unido y Alemania siguen en niveles por debajo de 2019. El primero, un 5,6% por debajo y el segundo, un 11,5%. "A pesar de ello, el conjunto del tráfico intraeuropeo está casi en niveles previos a la crisis sanitaria", ha dicho Gándara.

El ministro de Industria, Comercio y Turismo en funciones, Héctor Gómez, ha destacado que cada vez vengan más turistas de más lugares "es una gran noticia para la imagen de un sector que vive una profunda revolución en cuanto a la calidad de los destinos y las experiencias turísticas disponibles para los viajeros".

En cuanto a los aeropuertos de Madrid y Barcelona, los niveles de tráfico siguen por debajo del niveles previos a la crisis sanitaria. En opinión de Gándara, tienen mucho vuelo de negocios que le está costando más recuperarse. En todo caso, los dos aeropuertos más grandes de España, ha remarcado, "ya están por encima de capacidad ofertada para el invierno", por lo que ve probable que se vayan acercando a tráficos prepandemia.

Además, el presidente de ALA ha recordado que entre abril y septiembre se ha transportado un 2% más de carga aérea que en el período equivalente previo a la pandemia.

Por otro lado, el presidente de ALA ha pedido al nuevo Gobierno que se conforme próximamente para que apoye la transición ecológica de la aviación en un momento decisivo en el que se están decidiendo las políticas públicas que configurarán el camino a seguir por el sector aéreo. En este sentido, ha apelado a la colaboración público-privada para encauzar la mejor ruta para la descarbonización del sector aéreo.

En su opinión, eso pasa necesariamente por el combustible sostenible de aviación (SAF), que podría reducir en un 80% las emisiones de Co2 del ciclo de vida del carburante. Por ello, ha pedido incentivos para escalar la producción de SAF (en 2019 representaba el 0,1% del total del combustible) y abaratarlo (es entre 3 y 6 veces más caro que el combustible convencional).

“El SAF no es sólo una oportunidad para descarbonizar el sector aéreo, es una oportunidad para el país”, ha afirmado Gándara. La patronal sostiene que si en España se desarrollasen las entre 30 y 40 plantas de SAF que se necesitan para cubrir las necesidades de la aviación, se generarían 56.000 millones de euros de PIB y 270.000 nuevos puestos de trabajo. Por contra, estiman que un impuesto al combustible provocaría la pérdida de 4,5 millones de turistas internacionales, además de 169.000 empleos y casi 10.000 millones de euros del PIB en 2030.