El envejecimiento de la población es una realidad en España, pero también en otros países de su entorno. Esto tiene consecuencias para el mercado laboral, pero también para el sistema de pensiones y para las políticas de dependencia. Sin embargo, no todas son negativas. En términos de resiliencia, medida a través de las inversiones, el empleo o la facturación, las empresas con plantillas más séniors afrontan mejor las crisis.

Esta es una de las conclusiones del informe del Centro Internacional sobre el Envejecimiento (Cenie), elaborado por Oxford Economics y la Universidad de Salamanca: El impacto de la edad en el mercado de trabajo y en la resiliencia de las empresas en España. El informe plantea los sesgos positivos para la economía del hecho de que la población envejezca y que la fuerza laboral se reduzca frente a que el número de dependientes crezca.

Los investigadores cifran en 0,8 puntos el crecimiento de las ventas de una empresa al aumentar un año en promedio la mano de obra, cinco años después del inicio de la gran recesión. Para valorar la resiliencia, el informe estudia la evolución de las ventas, el empleo, la productividad y la inversión de las empresas después de la crisis financiera.

“Se puede observar que el efecto tiende incluso a aumentar con el tiempo. Si bien la edad promedio un año mayor de la mano de obra genera un mayor crecimiento de las ventas acumuladas de menos de 0,1 puntos porcentuales en los inicios de la Gran Recesión, cinco años después, una edad promedio un año mayor se traduce en un aumento de 0,8 puntos porcentuales en el crecimiento de las ventas acumuladas”, comentan los autores.

Los resultados son positivos, también, al analizar la evolución del crecimiento del empleo en estas empresas. “Haber contado con una edad promedio un año mayor de la mano de obra, cinco años después del inicio de la Gran Recesión, significó un aumento del crecimiento del empleo acumulado de alrededor de 0,5 puntos. Para el porcentaje de trabajadores mayores de 50 años, un aumento de un punto porcentual significó, cinco años después del inicio de la Gran Recesión, un mayor crecimiento del empleo acumulado de alrededor de 13 puntos porcentuales”, muestran en el gráfico.

En el caso de la productividad, los hallazgos son de una magnitud inferior, pero también muestran signos positivos. “El aumento de un año en la edad promedio de la mano de obra está relacionado con un aumento de casi 0,05 puntos porcentuales en el crecimiento de la productividad acumulada, cuatro años después del inicio de la Gran Recesión. Un aumento de un punto porcentual en el porcentaje de trabajadores mayores de 50 años, tres años después del inicio de la Gran Recesión, incide favorablemente en el crecimiento de la productividad acumulada en 1,3 puntos porcentuales. Se obtuvieron resultados similares para el porcentaje de trabajadores mayores de 55 años”, indican.

Por último, el informe analiza la evolución de la inversión empresarial, en función de la edad de la fuerza laboral. Concluyen, que aumentar en un año la mano de obra "supone un incremento de 0,4 puntos en la tasa de inversión neta, cinco años después del inicio de la Gran Recesión”.

Ante estos datos, los investigadores reafirman que en “España, contar con una mano de obra de mayor edad y, por lo tanto, indiscutiblemente más experimentada, generó mejores resultados económicos para las empresas durante la Gran Recesión. En consecuencia, concluimos que una mano de obra de mayor edad ayudó a las empresas a superar la crisis”.

Iniciativas

Teniendo en cuenta estos hallazgos, el documento plantea que se garantice la transferencia de conocimiento entre empleados más séniors y otros más jóvenes. Además, animan a los legisladores a “favorecer aquella legislación que prohíba la discriminación abierta por edad por parte de las empresas” así como a introducir incentivos para contratar y retener a trabajadores de más edad.

“Los trabajadores de más edad suelen tener más experiencia y conocimientos especializados en su campo, lo cual llega a ser valioso en tiempos de crisis. Es posible que comprendan mejor cómo funciona la empresa y puedan aportar conocimientos y soluciones valiosas para resolver los problemas que surjan”, añaden.

Teniendo en cuenta el panorama demográfico al que se enfrenta España en las próximas décadas, el informe recomienda dos cosas: “Animar a los trabajadores mayores a jubilarse más tarde” y “animar a los empresarios a contratar y retener a empleados mayores”, señaló la economista Johanna Nuhoff, de Oxford Economics.

Preguntados sobre si la temporalidad tradicionalmente asociada a trabajadores más jóvenes puede influir en los resultados de esta investigación, los autores indican que no se utilizaron estos datos para comparar empleados de distintas edades, pero consideran que no aportarían diferencias significativas a los resultados obtenidos.