No se perdió las exposiciones previas pero, en esta ocasión, será el gran ausente de la celebración del Día de España en ExpoDubái 2020. Felipe VI no encabeza, como había sido hasta ahora la norma, la delegación oficial a Emiratos Árabes Unidos. Una llamativa circunstancia que evita, a toda costa, la coincidencia, al menos geográfica, del Rey con su padre, residente VIP del emir de Abu Dabi desde agosto de 2020.

La hemeroteca resulta reveladora. En la exposición internacional de Astaná, la precedente a la de Dubái celebrada en 2017 y centrada en el futuro de la energía, el monarca no solo viajó sino que protagonizó la visita inaugural "con la idea de mostrar al mundo y, en particular, a la región de Asia Central, el potencial de España y de sus empresas en materia de energías renovables", subrayaron entonces desde la Casa Real. En la Expo de Milán de 2015, dedicada a la alimentación, fue la reina Letizia la que capitaneó la visita, al más alto nivel. En calidad, además, de embajadora especial de la FAO para la nutrición.

El pabellón español ha vivido hasta ahora una sorprendente orfandad. A dos meses del cierre de la cita expositiva, han sido contadas las visitas de ministros y presidentes autonómicos. El primero en quebrar esa soledad fue el ministro de Cultura, Miquel Iceta, con motivo de su presencia en la feria del libro del emirato vecino de Sharjah. Este miércoles Pedro Sánchez recorre el espacio junto a los ministros de Industria, Turismo y Comercio, Reyes Maroto, y Asuntos Exteriores, José Manuel Albares. Sánchez, como indican desde ExpoDubái, ejercerá de jefe de la delegación en ausencia de Felipe VI.

Desde su inauguración en octubre, el acontecimiento ha atraído a un extenso listado de jefes de Estado. En la última semana han estado presentes el presidente de Israel, Isaac Herzog; la primera dama de El Salvador, Gabriela Rodríguez de Bukele; o la presidenta de Eslovaquia, Zuzana Čaputová. En los tres casos, jefes de Estado que se suman en el último mes a los presidentes de Corea del Sur, Moon Jae-in, y el de Níger, Mohamed Bazoum. La presencia de todos ellos estuvo vinculada a la celebración de sus respectivos días nacionales en ExpoDubái 2020, aplazada por la propagación del coronavirus.

Emiratos Árabes Unidos, una federación de siete emiratos establecida hace medio siglo y gobernada por seis familias reales, se ejercita con enorme celo el protocolo. En una región del mundo dominada por las monarquías, la presencia de jefes de Estado y, en el caso español, de un Rey es un hecho preciado y valorado. Máxime cuando son familias reales que siempre han presumido de cercanía. Tanta como para alojar desde hace más de 18 meses a Juan Carlos I.

La reina Letizia participa en la exposición de Milán en 2015. CASA REAL

Fuentes de La Moncloa insisten en que corresponde al jefe del Ejecutivo la misión de presidir el día de honor de España en la exposición universal. Es el Gobierno, trasladan, el encargado de la política exterior y de abanderarla. Unas prerrogativas que, siguiendo ese mismo argumentario, explicarían la participación de Albares. El Gobierno alega que Emiratos extendió una invitación a "las autoridades oficiales del país" a través de una nota verbal. La decisión de quién acudiría a Dubái se tomó hace tiempo porque la fecha del 2 de febrero era conocida con cierto margen.

Realeza europea

Prueba de la relevancia que conceden en Emiratos a la sangre azul, el departamento de prensa de ExpoDubái ha subrayado en sus comunicados la visita de sus majestades de los Países Bajos, Guillermo Alejandro y Máxima, o la más reciente del monarca sueco Carlos XVI Gustavo. Una significación a la que ha renunciado España, representada por Sánchez y dos de sus ministros. Serán ellos los que presidan la ceremonia oficial junto a "representantes institucionales emiratíes" en la Plaza Al Wasl, el punto central de la cita. La actuación correrá a cargo del bailarín y coreógrafo Rubén Olmo.

Durante la tarde, los actos del día se completan con un concierto de la Accademia del Piacere, un grupo español de música antigua bajo el título de "Rediscovering Spain, diálogos de viejos y nuevos sones", que incluirá la proyección de la bandera nacional; el espectáculo "Invocación" a cargo del Ballet Nacional de España y, a modo de conclusión, una degustación de arroz en el marco de "Mujeres en Gastronomía".

Felipe VI con el presidente ruso Vladimir Putin en la Expo de Astaná, en 2017. CASA REAL

La reunión más esperada, sin prensa

Será también Sánchez quien se reúna con el hombre fuerte de Emiratos, el príncipe heredero de Abu Dabi y vicecomandante del ejército emiratí Mohamed bin Zayed al Nahyan. Al Nahyan, de 60 años, es el principal responsable de que en el estío de 2020 el padre de Felipe VI convirtiera Emiratos, un lugar discreto donde no existe la libertad de prensa, en su residencia. Desde allí ha asistido a la actualidad española con escasa presencia mediática, reducida a lo que cuenta a sus allegados, entre ellos, empresarios y varios periodistas. El mensaje principal es su deseo de regresar a casa, siempre que no perjudique al desempeño de su hijo.

La reunión en palacio del presidente con Bin Zayed al Nahyan se producirá sin cámaras ni medios de comunicación, por -precisa La Moncloa- exigencia de las autoridades locales. La pequeña delegación de periodistas que acompaña al socialista será trasladada directamente desde Dubái al aeropuerto de Abu Dabi, donde aguardará el fin del encuentro para poner rumbo a Madrid. Los reporteros tampoco tienen autorización para registrar fotografías y vídeos en las instalaciones del aeropuerto.

Con su ausencia en Dubái, la familia real rompe una tradición, para perjuicio de su imagen y la de España entre la realeza emiratí. Un año después de su enlace nupcial, Felipe y Letizia acudieron a la Expo de Aichí. Letizia se sumó al itinerario a pesar de la duración del vuelo y de su embarazo. El entonces príncipe heredero Naruhito y su esposa, Masako, les ofrecieron una cena en su honor.

En el verano del 2000, el príncipe de Asturias había hecho lo propio en la Expo de Hannover, que también había visitado previamente durante su fase de obras. Aquel día de España, con actuación de Joaquín Cortés, un joven Felipe ensalzó el espíritu de las exposiciones universales: "Invito a todos cuantos aquí nos reunimos y a cuantos vamos a encontrarnos, españoles, alemanes, europeos y de cualquier punto del mundo, a conocernos mejor, profundizar nuestras afinidades, valorar nuestros acentos diferentes, y compartir un proyecto sólido y valiente de futuro".