Que el Partido Popular se dé por satisfecho con las explicaciones ofrecidas por Isabel Díaz Ayuso en relación con el contrato de adquisición de mascarillas, en la que intervino el hermano de la presidenta autonómica, dista mucho de cerrar la enorme grieta abierta entre Génova y la Puerta del Sol. Y no sólo porque en el entorno de la baronesa les parezca insuficiente la marcha atrás de Pablo Casado, que se lo parece, sino porque además acusan a la dirección nacional de estar jugado un "doble juego".

Las acusaciones son graves. Los medios consultados por El Independiente explican que según salía la presidenta autonómica este viernes de la sede de la calle Génova tras reunirse con Casado, "desde el partido se filtraba una información" que aludía a un contrato de la Comunidad de Madrid con una empresa con la que la madre de Ayuso tuvo vinculación en su día. La progenitora de la dirigente popular está actualmente jubilada y hace años que cesó su relación con el trabajo al que aludía el texto periodístico. Su actual relación con dicha empresa y con el dueño de la misma "es totalmente nula", aseguran.

"Es una vergüenza"

En definitiva, el "doble juego" del que acusan a Génova es intentar cerrar públicamente la crisis tras la voladura de todos los puentes entre la Puerta del Sol y la sede nacional, con críticas cruzadas de deslealtad, intentos de "destrucción" y acusaciones de supuestos delitos, pero, al tiempo, seguir extendiendo, según esta teoría, sombras de duda sobre la actuación de la familia de Ayuso. "Es una vergüenza", dicen en la Puerta del Sol.

Cabe recordar además que aunque Casado haya retirado el expediente informativo contra Ayuso, el contrato de su hermano Tomás ha llegado a la Fiscalía de la mano del PSOE y de Más Madrid.

Independientemente de cómo se resuelva esta derivada judicial, en caso de que sean admitidas a trámite las denuncias, todavía resuenan las declaraciones de Casado a la Cope el viernes donde dijo que “la cuestión es si cuando morían 700 personas al día se puede contratar con tu hermana y recibir 286.000 euros”.

Unas palabras muy duras que la Puerta del Sol intentó desactivar con una resolución en la que reducía a 55.000 euros los emolumentos de su hermano, pero no en calidad de comisionista, sino por las gestiones realizadas para traer ese material a España en mitad de la primera ola de la Covid. Resulta en todo caso inexplicable porqué la presidenta madrileña no puso esa información en conocimiento de Génova el pasado mes de septiembre, cuando se le requirió documentación al respecto.

Génova "lamenta los acontecimientos de los últimos días"

Ayer por la mañana se conocía, a través de un comunicado del PP, que Casado y Ayuso se habían reunido por la tarde en la sede nacional. El mismo comunicado decía lamentar "los acontecimientos de los últimos días" e indicaba que el PP "seguirá defendiendo junto a todos los militantes el mejor proyecto de futuro para España", tras provocar tal convulsión en el partido que hasta el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, acabó pidiendo implícitamente la cabeza del secretario general del PP, Teodoro García Egea, y hasta la convocatoria de un congreso extraordinario.

Del contenido de esa conversación entre Casado y Ayuso no se supo nada más hasta que pasadas las 6 de la tarde, a través de la misma vía, los populares explicaron que Casado le había trasladado que el expediente informativo abierto concluía "satisfactoriamente" tras la aportación de la documentación requerida. Asimismo negaba que la dirección popular hubiera "ordenado ninguna investigación sobre actividades profesionales de su entorno" y que emprendería acciones legales contra cualquier persona que afirmara lo contrario. No consiguieron, en cambio, que desde el gobierno regional emitieran mensaje alguno sumándose a la tesis de que no hubo intentos de investigar al entorno de Ayuso, negando dicho espionaje.

Nada se dice de la dimisión del que fuera coordinador general de la alcaldía de Madrid Ángel Carromero, persona muy próxima de Casado y a García Egea. Muchas informaciones apuntaban directamente a él como la persona que encargó a la agencia de detectives Mira que siguiera las andanzas comerciales de la familia de la presidenta autonómica y aunque él negó cualquier tipo de implicación, su dimisión resulta por ello harto extraña.

La decisión la tomó tras conocerse una nueva información de El Confidencial respecto a que enviados de Génova también investigaron al ex marido y a un ex novio de Ayuso. En una reunión con el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, presentó su renuncia.

En el comunicado con el que Génova quiere cerrar la que está siendo una de sus crisis más demoledoras se apuesta, además, por "la necesidad de unir el partido y seguir defendiendo junto a todos los militantes del Partido Popular el mejor proyecto de futuro para España". Pero la Puerta del Sol no se da por satisfecha.