Moncloa cuenta con la abstención del PP y un acercamiento de ERC en el decreto anti-crisis

A pesar de los nubarrones que se ciernen sobre el Ejecutivo de coalición no todas las noticias son necesariamente malas para los socios de Gobierno. La semana que viene, además del debate del estado de la Nación, socialistas y Unidas Podemos se enfrentan a tres votaciones clave y, en principio y salvo sorpresa de ultimísima hora, las pueden solventar con bastante holgura.

La más importante, por el impacto directo que tiene sobre los ciudadanos, es la convalidación del decreto anti-crisis que amplía las medidas del primer plan nacional de respuesta -como la bajada del IVA de la electricidad del 10 al 5 por ciento- y las prorroga hasta finales de año. La previsión con la que trabaja Moncloa es contar," al menos", con los mismos apoyos del anterior decreto, pero no solo eso, porque auguran "la abstención del PP" e, incluso, la de ERC, que en abril votó en contra, aunque la formación independentista haya llegado a coquetear con la posibilidad de respaldarlo.

El PP no quiere adelantar el sentido de su voto

A pesar de que el partido de Alberto Núñez Feijóo no quiere adelantar el sentido de su voto, el decreto "recoge muchas más medidas concretas" que, como la rebaja del IVA eléctrico, defendieron en su momento los populares, subrayan las fuentes consultadas. De modo que, aunque públicamente se les sigue exhortando a que voten a favor, alguna señal les ha debido llegar de Génova o del Grupo Popular para ver esta vez factible que el PP vote diferente de Vox y opte por la abstención.

Públicamente, el portavoz del Grupo Socialista, Héctor Gómez, ha exhortado a Feijóo a que ejerza "de líder de la oposición de España y no de comentarista de la actualidad". "Quiero decir que ante una situación excepcional se requiere altura de miras y sentido de Estado" y para ello tiene, a su juicio, "la responsabilidad de arrimar el hombro, apoyando todo aquello que es bueno para los españoles”.

El anterior decreto, convalidado del 28 de abril en el Congreso de los Diputados, contó con el apoyo de EH-Bildu, formación que, de hecho, salvó la votación como volverá a hacer el jueves de la semana tanto con este decreto como con la ley de Memoria Democrática.

Fueron 176 votos a favor frente a 172 en contra, entre ellos los del PP y los de ERC, cuya abstención ahora sería un bálsamo para el Gobierno sobre todo después de haber vuelto a engrasar la maquinaria con la Generalitat. De hecho, el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, responsable de defender el decreto anti-crisis ante la Cámara, se reúne este viernes con la consejera de Presidencia catalana, Laura Vilagrá, y es muy posible que de este encuentro salga una fecha para la comprometida cita entre Pedro Sánchez y Pere Aragonès.

La cita de Bolaños con Vilagrá puede propiciar el acercamiento de ERC

Ello podría propiciar un cambio de ERC tras los sucesivos encontronazos a cuenta del escándalo de las escuchas a dirigentes independentistas, que le acabó costando la cabeza a la ex responsable del CNI Paz Esteban.

De hecho, la que podía ser la votación más complicada para el Gobierno cuenta con el plácet del Grupo de Gabriel Rufián. Se trata de la contrarreforma del CGPJ, de modo que el órgano de Gobierno de los jueces pueda proceder a la renovación de dos de los cuatro magistrados del Supremo cuyo mandato venció el 12 de junio y eso permite a Moncloa completar los nombramientos restantes. De este modo cambiarían las mayorías en el alto tribunal. En todo caso, fuentes del Grupo Socialista señalan que "seguimos en conversaciones", aunque esperan sacarlo adelante.

Aunque formalmente en julio arrancan las vacaciones parlamentarias la semana que viene habrá una intensa actividad en el Congreso. El martes por la mañana arrancará el Debate del Estado de la Nación, el primero desde 2015, con la intervención del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Y entre la tarde del martes y el miércoles se sucederán las intervenciones del resto de líderes y de portavoces y las réplicas del jefe del Ejecutivo.

El jueves la jornada será maratoniana, puesto que tras la infernal votación de resoluciones de los Grupos Parlamentarios, se convalidará el decreto anti-crisis; la ley de Memoria Democrática -que ha cosechado enormes críticas, no solo de la oposición, sino del mismísimo Felipe González por haberla pactado con Bildu- y la contrarreforma del CGPJ, por la que el gobierno se enmienda a sí mismo tras cortocircuitar la capacidad de decisión y de nombramientos del Consejo tras tres años de interinidad.