España

En plena escalada del insulto

Feijóo seguirá ofreciendo pactos de Estado al PSOE a sabiendas de que no habrá un acuerdo

Los populares certifican un enfriamiento notable de las relaciones con Moncloa, especialmente en la renovación del CGPJ, en un punto de difícil retorno | Aunque siguen disponibles para abordar cuestiones "de país", dudan que el Gobierno decida escucharles frente a la 'vía de Bildu'

El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, comparece ante los medios tras la primera reunión del comité de dirección del PP, este lunes en la sede nacional de Génova

El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, comparece ante los medios tras la primera reunión del comité de dirección del PP, este lunes en la sede nacional de Génova EFE

El Partido Popular (PP) enviará su enésima propuesta de acuerdo de Estado a La Moncloa para "mejorar" el plan de contingencia que el Gobierno se encuentra preparando de cara al mes de septiembre. Un compromiso con Bruselas, por parte de la coalición y el resto de ejecutivos europeos, que tiene como finalidad consolidar las medidas de ahorro energético que cada socio ha impulsado localmente y confirmar solvencia ante un posible corte de suministro de gas por parte de Rusia este invierno. En el caso de España, las medidas ya convalidadas en las Cortes el pasado jueves bajo la modalidad de real decreto ley. Con ello, concretamente, Génova quiere que el PSOE no solo deje constancia de su competencia para rebajar el gasto, sino de la capacidad del país para generar y almacenar su propia energía.

La propuesta, que aún carece de forma y sigue desarrollándose internamente, ha sido adelantada por el propio presidente de los populares, Alberto Núñez Feijóo, este lunes, tras el primer comité de dirección del curso político que ha celebrado la actual dirección. Su finalidad máxima es que el Ejecutivo de Pedro Sánchez replanté su política energética, "como han hecho el resto de países del entorno", ha señalado Feijóo. El punto de mira, una vez más y como viene reiterando en su diversidad de modalidades la derecha española, queda fijado en la producción de las nucleares y, en un segundo término, la térmica o el biogás. Y es que Génova quiere que Sánchez renuncie a la "política ideológica", prorrogue el desmantelamiento de los reactores y facilite otras vías como la hidráulica, con altas "cargas fiscales".

Esta nueva propuesta llegará en el peor momento de las relaciones entre populares y socialistas. El clima de discordia entre Génova y Ferraz se ha incrementado intensamente desde las elecciones de Andalucía y desde que el Gobierno, a mediados de agosto, filtrase el pacto para el CGPJ entre el exsecretario general popular Teodoro García Egea y el ministro de la Presidencia Félix Bolaños tras tensionar a la oposición a alcanzar una renovación del órgano judicial por la vía rápida. Ello, añadido a la inminente carrera electoralista que se abre de cara a las municipales, autonómicas y, más tarde, generales, el próximo año y obliga a reafirmar posiciones de partido.

El PP denuncia que Moncloa menosprecie sus propuestas "serias" y "de mínimos" y tense el debate cuando realmente "no quiere un acuerdo"

Fuentes del PP afirman a El Independiente que las relaciones con el PSOE son difícilmente reconducibles en lo que resta de legislatura. No ya por la dinámica de insultos hacia el presidente Feijóo, de quien aseguran que "no le importa", aunque "sí le sorprende"; sobre todo cuando proceden de personas a quien se le estimaban aires moderados caso del ministro de Cultura y Deporte Miquel Iceta. Sino por el "menosprecio" y la desatención constante a cualquier propuesta "seria" y "de mínimos" que sí calaría, dicen, en Europa: el plan económico de abril, la propuesta de seguridad y OTAN de mayo, la judicial de julio para dar "independencia" al CGPJ y la de ahorro energético de mediados de agosto. "Si a Sánchez la propuesta energética básica del PP, retrasando la caducidad nuclear, bajando el IRPF y atendiendo a lo que mayoritariamente están haciendo los socios, no le parece razonable, es que no quiere un acuerdo", indican las mismas fuentes conservadoras.

En en el primer partido de la oposición ven la postura del PSOE como un veto permanente para contentar la exigencia de exclusividad de sus socios prioritarios cada vez que hay que desencallar una votación parlamentaria. De EH Bildu y de ERC. El propio Feijóo ha determinado este lunes que mientras Podemos y ERC "orientan" las políticas, la izquierda abertzale las sentencia. Y, dado ese veto, conforme se aproximen las distintas convocatorias electorales, consideran en Génova, el rechazo será mayor. Sobre todo, cuando, desde la reunión de abril con Sánchez en Moncloa, no ha habido ninguna llamada; "solo un SMS". Por su parte, insisten, y aunque les perjudique electoralmente, estarán ahí si es necesario. Pese a esta falta de atención y entendimiento con el Gobierno que denuncian en el PP, siguen abiertos al diálogo con sus interlocutores en cuestiones de grandes dimensiones; "de país".

Remarcan que no se trata de "cuestiones de partido" o personales, las cuales, de haberlas, deben salvarse, dicen; tiene que ver con el bienestar común y seguir vinculando a su marca con "la alternativa" a Sánchez, a Unidas Podemos y a sus socios de gobernanza. Esta nueva propuesta energética que harán a lo largo del mes que viene, subrayan, es el mejor ejemplo. "En los próximos meses no vamos a salir sin unidad" política, ha detallado públicamente Feijóo, en un nuevo llamamiento al entendimiento.

La no renovación del CGPJ, la inflexión

Altos cargos populares inciden además que, la única gran vía de contacto con el PSOE desde que la nueva dirección llegó a Génova en suplencia de la de Pablo Casado, que es la judicial, está en un punto de casi no retorno tras la publicación del pacto para desacreditarles. Y es que reconocen que la relación de confianza entre Bolaños y el vicesecretario de Política Institucional y secretario de Justicia, Esteban González Pons, designado por Feijóo para negociar con Moncloa la cuestión del CGPJ, ha quedado "bastante tocada". Eso, unido a la desatención por parte del PSOE para designar sus dos magistrados para el Tribunal Constitucional (TC), complican la renovación del órgano en los próximos meses.

Desde el PP instan al Gobierno a decir "qué es lo que quieren" para el Poder Judicial si se niega a aceptar la propuesta remitida a principios de verano, acorde con las directrices europeas, indican. "No puedo llegar a la conclusión de que el Poder Judicial no se vaya a renovar. Hemos hecho una propuesta por escrito y está ahí. Lo que está haciendo el Gobierno con el TC es tumbar los puentes de negociación con el PP; y eso el Gobierno lo sabe y probablemente por eso lo hace”, aseguraba este lunes el dirigente gallego.

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