El próximo "cara a cara" entre Pedro Sánchez y Alberto Nuñez Feijóo se celebrará con un día de retraso, el miércoles de la semana que viene en lugar del martes, como es habitual. La decisión, comunicada a la junta de portavoces de la Cámara Baja este martes por la directora general del secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, Rafael Simancas, contó con la oposición del PP, cuyo portavoz, Javier Maroto, calificó de "broma" la celebración de dos sesiones de control separadas "por unas pocas horas".

Las objeciones del popular no recibieron ninguna respuesta por parte de la representante gubernamental, Mercedes Cabrera, ni tampoco el resto de los portavoces tuvo problema alguno para que en el mismo día se acumulen la sesión de control al Gobierno en el Congreso y en el Senado, una por la mañana y la otra por la tarde.

De este modo se diluye el último "cara a cara" entre el presidente del Gobierno y el líder del primer partido de la oposición, todo con un calendario infernal de plenos para sacar adelante antes de fin de año los Presupuestos Generales del Estado, la ley Trans, la reforma del Código Penal - que se votará en 22 en el Senado-, el retoque, sin efectos normativos, de la ley del "sí es sí" y el tercer paquete de medidas sociales para hacer frente a la inflación, entre otras iniciativas, y en mitad de un choque institucional con el Poder Judicial.

Feijóo preguntará a Sánchez cuál será su "próxima oferta incumplida" en alusión al referéndum de autodeterminación

Fuentes del Senado explican a El Independiente que el cambio de fecha para la sesión de control responde "a la aprobación de los Presupuestos, que es el martes". Un argumento que replican desde el Grupo Popular en la Cámara Alta recordando que el año pasado "coincidieron la misma semana presupuestos y el control al Gobierno y no se cambió de día. Es una falta de respeto a las Cortes, otro más".

Más duro se mostró Maroto quien en su cuenta de Twitter denunció que el retraso en un día de la sesión de control en el Senado puede responder a que Sánchez "o no tiene ninguna noticia que dar el martes o es pura cobardía". El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ya ha registrado su pregunta para la sesión de control de la semana que viene. "¿Cuál será su próxima promesa incumplida?". Apunta Núñez Feijóo al debate en torno al referéndum de autodeterminación que abrió ERC el mismo día en que se conocía el acuerdo del Gobierno con los independentistas republicanos para derogar el delito de sedición y rebajar la malversación.

Todas las instancias del Gobierno han negado por activa y por pasiva su intención de posibilitar una consulta para la autodeterminación de Cataluña, aunque el ex ministro de Sanidad y líder del PSC, Salvador Illa, admite que los acuerdos que se alcancen con ERC deberán ser refrendados por los catalanes, lo que abre la puerta a un escenario incierto.

La propia Generalitat se aferra al hecho de que Sánchez se opuso en su momento tanto a los indultos como a la derogación de la sedición, y no sólo ha pasado por ambas cosas sino que se ha avenido a negociar a la baja un delito directamente vinculado con el desvío de fondos públicos y, por tanto, con la corrupción.

La tensión se trasladará al Senado

Antes, el Tribunal Constitucional deberá decidir el lunes sobre el recurso del PP en contra de la tramitación legislativa, que deberá pasar también por el refrendo del Senado, por lo que la tensión se trasladará a la Cámara Alta la próxima semana. El de ayer fue un debate de excesos el que se que se lanzaron acusaciones cruzadas de "golpismo". Muy polémicas resultaron las palabras del presidente de la comisión de Justicia, Felipe Sicilia, cuando comparó el recurso del PP con el 23-F. Los populares "quisieron parar el pleno con tricornios y hoy con togas. La democracia sólo ha estado en peligro con la derecha: en el 36 con un golpe militar, después con Tejero en el 81 y ahora con el PP".

Lo cierto es que la agenda parlamentaria del Gobierno está tan desbordada en su afán de quitarse de en medio todas las cuestiones conflictivas para volcarse en la precampaña de mayo a la vuelta de las vacaciones de Navidad, que todo apunta a que se habilitará parlamentariamente la semana del 26 de diciembre tanto en el Congreso como en el Senado. Para febrero, a lo sumo, quedaría la llamada Ley mordaza y la proposición de ley del PSOE para perseguir y castigar al proxenetismo y la tercería locativa, en la que también choca con Unidas Podemos. El objetivo es abolir la prostitución por entender que es incompatible con los derechos humanos.