116 días. 116 días separan las elecciones del 23 de julio y este jueves. 116 días para una investidura exitosa, a solo once de que las Cámaras se disolvieran de manera automática. 116 días para que Pedro Sánchez lograra la reelección. La obtuvo a la primera, por mayoría absoluta sobrada y con los votos esperados: 179 a favor, 171 en contra, ninguna abstención. El secretario general del PSOE ya es presidente del Gobierno electo por el Congreso, con plenos poderes.

A las 13.14 horas de este 16 de noviembre de 2023 concluía el largo tiempo de interinidad que abrieron las generales del 23-J. La presidenta de la Cámara baja, Francina Armengol, anunciaba el resultado de la votación de sus señorías, pública y por llamamiento. Sin errores en esta ocasión —a diferencia de lo que ocurrió en las dos rondas de la investidura fallida de Alberto Núñez Feijóo, el 27 y 29 de septiembre pasados—. PSOE (121), Sumar (31), ERC (7), Junts (7), EH Bildu (6), PNV (5), BNG (1) y Coalición Canaria (1) respaldaron en bloque a Sánchez, frente a PP (137), Vox (33) y Unión del Pueblo Navarro (1). El candidato socialista salió así investido por segunda vez, ahora con el apoyo de ocho partidos y seis grupos parlamentarios. Por mayoría absoluta, la que no se veía desde 2011, y con un marcador bastante más holgado que en su elección de enero de 2020, cuando fue nombrado por 167 síes, 165 noes y 18 abstenciones. Los ocho partidos que mantienen al secretario general socialista en la Moncloa representan a 12,6 millones de votos, por los 11,3 que aglutinan PP, Vox y UPN.

Nace un Gobierno "legítimo, democrático y constitucional", recuerda Sánchez, en alusión al PP, que ha de aceptar "una derrota temporal y limitada"

En cuanto Armengol comunicó el resultado, la bancada izquierda estalló en un larguísimo aplauso. "Esta ha sido su elección con más carga emocional, junto a la moción de censura de 2018", decía una diputada, resumiendo el ambiente en esos primeros minutos. El presidente fue teóricamente felicitado por Feijóo con un frío apretón de manos, según mostraron las cámaras. Pero no fue así: el líder del PP le llegó a decir, mientras le estrechaba la mano, según reveló después a los periodistas, "esto es una equivocación", informa EFE. Fueron apenas unos segundos. El líder socialista saludó uno a uno a sus ministros y compañeros de escaños, posó para los reporteros gráficos y se hizo una foto con ellos. Después fue aclamado por sus ministros y su familia en la zona de Gobierno de la Cámara baja al grito de "¡presidente, presidente!".

Justo antes de la votación, Sánchez trenzó una defensa de nuevo de la democracia parlamentaria, porque el debate tendría como fruto la elección de un Gobierno "legítimo, democrático, constitucional", con un poder solo limitado "por las leyes y un mandato temporal". Y la democracia, advirtió al PP, solo es posible "si se acepta una derrota temporal y limitada".

La mañana arrancó con la confirmación de que no habría sustos de última hora, tal y como esperaba el PSOE. La portavoz parlamentaria de Junts, Míriam Nogueras, confirmó que los siete diputados de su formación votarían al candidato, pese a que ayer trasladó en una reunión al secretario de Organización socialista, Santos Cerdán, su "malestar" con el discurso de Sánchez. "Nosotros respetamos los acuerdos a los que llegamos. Hace meses empezamos unas negociaciones que hoy continúan, y la investidura de Sánchez es solo uno de los puntos del acuerdo que hemos firmado", señalaba la diputada en RAC1.

Este jueves era el turno en la tribuna de Mertxe Aizpurua (EH Bildu), Aitor Esteban (PNV) y de los portavoces del Grupo Mixto —Néstor Rego (BNG), Cristina Valido (CC) y Alberto Catalán (UPN)—, además del jefe parlamentario socialista, Patxi López. El presidente también recibió avisos de los partidos que le apoyan, advertencias de que su respaldo no es un "cheque en blanco" (Aizpurua), de que vigilarán el cumplimiento de su acuerdo "muy de cerca" y defenderán "con uñas y dientes" el autogobierno vasco (Esteban). Pero el tono fue positivo, lejos de la admonición más contundente que escuchó ayer de Nogueras e incluso de Gabriel Rufián (ERC).

Fue el portavoz del PNV el que sin embargo marcó la mañana por sus dos mensajes dirigidos a un Feijóo que la víspera había sido muy duro con su partido. Esteban devolvió el golpe. Le dijo en verso (y con su conocida retranca) por qué su formación jamás apoyará al PP mientras dependa de la ultraderecha: "Alberto, tu tractor tiene gripado el motor por usar aceite Vox". El diputado nacionalista llevaba a sus señorías a otro debate de investidura, el de Mariano Rajoy de 2016. "Si bien me quieres, Mariano, da menos leña y más grano", le soltó. Y el entonces presidente le correspondió: "Si quieres grano, Aitor, te dejaré mi tractor".

Nada que ver con la relación de PNV y PP, que pasa por sus peores momentos a las puertas de unas elecciones, las autonómicas vascas del año que viene, en las que los populares ambiciona con hacerse con parte de los apoyos a los jeltzales. "Quizá algún día llegue a contar lo que nos ofreció el PP hace un par de meses", deslizó Esteban, haciendo referencia a las negociaciones, de las que nada trascendió, entre los dos partidos.

El presidente agradece a los suyos su "confianza" por un tiempo "difícil" hasta la investidura

López, mientras, se encargó también de dar estopa a Feijóo, defender la amnistía y el programa de "avances" y políticas sociales que desplegará el nuevo Ejecutivo. Pero también arengó a los suyos en un momento de hostigamiento extremo en las calles. Les mandó un mensaje de "ánimo" y "fuerza" a sus compañeros diputados que han sufrido insultos o agresiones. "¡No nos van a callar!", clamó, entre los aplausos de su bancada. Y lo decía además porque esta mañana cuatro parlamentarios del PSOE —Herminio Sancho, María Luisa García Gurruchaga, Daniel Senderos y Vicent Sarrià— fueron acosados por unos ciudadanos mientras desayunaban en un bar cercano al Congreso.

Uno de ellos, Sancho, incluso recibió el impacto de un huevo mientras los cuatro eran escoltados por la Policía hasta la Cámara baja. López reprochó al PP que esté "alimentando" a los que gritan en las protestas ultras contra las sedes del PSOE y a los que "señalan" y "acusan" a sus parlamentarios.

El propio Sánchez, en su último turno, antes de la votación, también tuvo unas palabras de calor para los suyos. Les agradeció su confianza en este difícil trayecto hasta su investidura que "no ha sido fácil". "Tampoco para mí", reconoció. "Gracias por vuestra confianza, es lo que damos cuando no podemos ver [...]. Una negociación que recuperase la normalidad política y un Gobierno de progreso necesitaba de discreción, y ha sido usada contra nosotros —admitió—. Es muy difícil mantener la calma cuando se desata una tormenta de insultos, falsedades de toda guisa e injurias contra nosotros. Lo habéis hecho con valentía y dignidad".

Resultado de la votación de investidura a Pedro Sánchez como candidato a la Presidencia del Gobierno, este 16 de noviembre de 2023. El candidato socialista ha sido reelegido presidente del Gobierno tras superar una votación sin sorpresas en la que ha obtenido el respaldo de 179 diputados del Congreso que representan el 51,14% de la Cámara Baja. EUROPA PRESS

"A pesar de todas las dificultades", continuó, "el PSOE ha dado una impresionante lección de prudencia, compromiso y determinación en medio de una ruidosa tormenta, necesaria para que prosperase el diálogo". Se acaba ya el tiempo de "silencio" y se abre uno de "diálogo, justicia social y prosperidad"

Previsiblemente, cinco ministerios para Sumar y sin Podemos

Tras la investidura de Sánchez, los pasos siguientes se espera que sean rápidos. Este viernes, a las 10 horas, el presidente del Gobierno prometerá su cargo ante el Rey en la Zarzuela. Y después nombrará a su nuevo Gabinete. El líder socialista aún no ha dado pistas, pero en su partido se espera que durante el fin de semana se conozca el nombre de los nuevos ministros, para que prometan ante Felipe VI el lunes y el martes pueda celebrarse la primera reunión del nuevo Ejecutivo. Pero él ni siquiera ha hablado de calendarios a su círculo más cercano, así que no se descarta que se tome algo más de tiempo.

Sumar aspira a ocupar cinco ministerios, ninguno de ellos para Podemos. Díaz tiene que mantener aún una última reunión con el jefe del Ejecutivo

A falta de una última reunión de Sánchez con Yolanda Díaz, Sumar podría contar con el control de cinco ministerios: los de Trabajo —repetiría, salvo sorpresa, la vicepresidenta segunda—, Derechos Sociales (que lideraría Pablo Bustinduy, también de Sumar), Sanidad (Mónica García, de Más Madrid), Cultura (Ernest Urtasun, de los comunes), y Sira Rego (Infancia y Juventud, de IU). Podemos no estará, por tanto, en el nuevo Gobierno. Es más, este jueves la líder de los morados y todavía titular de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, evidenciaba de nuevo que las relaciones con Sumar están rotas —no habla con la vicepresidenta desde el 23 de julio— y le exigía corregía el "error de calado", porque sin Podemos en el Ejecutivo "la transformación real va a estar seriamente comprometida".

La expectativa entre los socialistas es que el presidente conforme un Gabinete con mucho mayor peso político que el actual y con muchas caras nuevas para afrontar una etapa que va a ser muy dura, tanto por la dureza de la oposición como por la aritmética tan ajustada del Congreso, en el que dependerá, para todas las votaciones, de los independentistas catalanes. Sánchez aplica el máximo celo y ahora todos en su partido le miran a él.