Esta madrugada Galicia entra en campaña electoral durante dos semanas con la incógnita de si el PPdeG de Alfonso Rueda podrá seguir al frente de la Xunta o bien la izquierda se abre paso y consolida, nuevamente, un tripartito liderado por el BNG junto al PSdeG y Sumar.

El primer escenario depende, en parte de la influencia política que consiga Vox, que en la autonomía sigue siendo partido extraparlamentario tras un primer intento en la convocatoria de 2020 sin éxito. Por ahora, el grueso de los sondeos publicados no alientan y dan malas previsiones. Solo una de las 16 mediciones alumbradas hasta el momento, la de entidad Hamalgama Métrica, dan a Vox un parlamentario con el 3,9% de los votos globales, sin apuntar en qué provincia lo conseguiría. El error de la muestra de este estudio es de 3,16%, lo que deja a la formación, en todo caso, en un limbo.

Con un 4% de atribución y una posibilidad de error del 2,29%, EM Analytics no da representación a los de Santiago Abascal. El margen de error del resto de encuestas se ubica en una horquilla de dos a tres puntos, con estimaciones de porcentaje de 1,8% a 3,8% de máxima sin contar la anterior. Son mediciones de 'casas' como Sondaxe, SocioMétrica, GAD3, Celeste-Tel, 40dB o SigmaDos, y dejan la puerta entreabierta a Vox ante un fallo de elaboración o una movilización extra, pero no asegura asiento a su candidato, cabeza de lista por Pontevedra, Álvaro Díaz-Mella. De haberlo, el principal feudo para lograr escaño es A Coruña.

Bambú, como en cada convocatoria, vuelve a desligarse de la corriente de los sondeos. Lo hace expresando que son el 'voto útil' para marcar perfil frente a un PPdeG hegemónico, y asegurando que este no es su rival real, sino que lo es el BNG. "Nos jugamos con ellos todos los escaños", ha venido reiterando en cada rueda de prensa y declaración y el vicepresidente y secretario general, Ignacio Garriga. Fuentes del partido apuntan que al menos uno en Pontevedra y otro en A Coruña.

El vocal del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) y vicepresidente de Castilla y León, por Vox, Juan García-Gallardo, va más allá y arremete directamente contra las mediciones. "Cada día estamos haciendo posible lo que nos decían que no lo era. Así que, ¡a la porra las encuestas y las manipulaciones! Vamos a por todas", expuso en Vigo junto a Abascal el pasado domingo.

Vox sigue desconfiando de las encuestas y solo atiende a las propias: estiman que compiten con el BNG por la representación"

Históricamente, el partido ha defendido que no se fía de ellos y que solo sirven para movilizar al electorado y no para reflejar la realidad aproximada a la que se enfrentan las candidaturas.

Ya ocurrió tras el varapalo andaluz de junio de 2022. Un mes después, las encuestas nacionales apuntaban a que había tocado techo. Pero fuentes nacionales del partido lo desmentían y determinaban con dureza a este medio que los estudios "se usan para influir en el voto y no para dar información".

También se dio el caso en la última campaña de las generales, cuando se apuntaba que el 'voto útil favorecería al PP a costa de Ciudadanos, pero igualmente de Vox. Por entonces, dirigentes como Jorge Buxadé, en una entrevista para El Independiente afirmaba que no creía en las encuestas: "No me las puedo creer porque en diez días tenemos unas que dan 25 escaños y otras de 48. Dos meses antes de las últimas generales nos daban menos de 24 y sacamos 52".

Tendencia a la sobreestimación

Las críticas de Vox a los sondeos vienen dados cuando el panorama refleja una pérdida de poder, pero no ocurre así cuando estos alientan un buen resultado. Es el caso de la encuesta mencionada de Hamalgama Métrica, la única que le da representación en Galicia.

El propio Garriga, en una rueda de prensa posterior a la reunión del Comité de Acción Política (CAP), expresó que "Vox tiene muchísimas posibilidades de entrar en el Parlamento de Galicia, y lo vamos a hacer".

Frente a una campaña de vértigo que se abre, en la que el objetivo será dar la vuelta a las cifras para sortear esos márgenes de error, hay un dato destacable que se comprueba al repasar todos los sondeos publicados una semana antes a la celebración de cualquiera de las grandes citas electorales en las que Vox ha participado desde las andaluzas de 2018.

En la mayoría de las ocasiones, las mediciones dan alrededor de un punto extra a la formación de lo que luego obtiene en el escrutinio. Ocurrió en las primeras generales de 2019 y en estas de 2023.

En la semana previa al 28-A, Vox superaba la treintena de escaños y se movía entre los 10,5 y 11,5 puntos.

El resultado fue 24 parlamentarios y un 10,26%. El mismo escenario, pero en el 10-N apuntaba a la baja, a entre 13 y 14 puntos de apoyo, pero a los cuatro días se daban picos esporádicos de seis o siete décimas del 15,1% que luego fue oficial. El 23-J, Vox llegaba con en torno a 12,5 puntos y con picos de 13. Y entre 28 y 40 escaños. El resultado fue 33 diputados y 12,39%.

En el plano autonómico, la Galicia de 2020 es otro ejemplo desalentador para este caso. El resultado de Vox entonces fue del 2,05%. Si se atiende a las mediciones de la semana previa, a Ricardo Morado se le otorgaba entre 2,4 y 2,9 puntos. Ningún escaño, en todo caso. Hay ejemplos más recientes: el de los feudos donde Vox ahora cogobierna con el PP desde 2023 salvo en Murcia, donde se infravaloró al partido más de dos puntos reiteradamente en comparación con los 17,7%, y Aragón, idéntico caso, pero con su 11,7% real. En la Comunidad Valenciana, de hecho, esa media de un punto se duplicó. Frente a un resultado de 12,6% y 13 escaños, la media de encuestas daba entre 14 y 15,5 y hasta dos diputados regionales más.

En Extremadura, ante un 8,1%, se proyectaba una media de 9 puntos con los mismos cinco escaños finales. Y en Baleares, donde el partido también fue decisivo e influyente para el Gobierno en solitario del PP, se aumentó ocasionalmente la atribución, aunque cercano a los 13,9 puntos finales y ocho cargos. Los cuales ahora se han amotinado dentro del grupo.

Abascal se volcará hoy y el resto del fin de semana en Galicia. Abre la campaña esta tarde en el Hotel Attica de A Coruña a las 19:30 horas junto al candidato a la Xunta y el cabeza de lista en la provincia, Manuel Fuentes.

El sábado, a mediodía, pasará una jornada con pescadores y mariscadores en el Mercado Municipal de Ribeira. Y el domingo, también a las 12:30 horas, habrá mitin en el Hotel Méndez Núñez de Lugo. Vox aspira a que la campaña se nacionalice para que, con perfiles reconocidos del partido, se pueda revertir la aparente situación de las encuestas.