El viaje exprés de Pedro Sánchez a Marruecos no surtió el efecto deseado por Moncloa: no logró sellar la normalización de las adunas de Ceuta y Melilla. Ni siquiera la audiencia con el rey Mohamed VI consiguió allanar el camino dos años después de ser anunciado y tras aplazamientos sucesivos. Pero el régimen alauí sí consiguió arrancar al presidente del Gobierno nuevas cesiones tras cobrarse en marzo de 2022 la más preciada: el histórico cambio de posición en el contencioso del Sáhara Occidental.

La letra pequeña de los acuerdos y promesas alcanzadas durante el viaje de este miércoles ha comenzado a aflorar, principalmente -como sucedió con el giro copernicano en el Sáhara- por las informaciones desveladas por la Casa Real marroquí, realmente interesada en sacar rédito del acto de Sánchez de acudir a la llamada del monarca, ausente del día a día del reino.

45.000 millones de euros

Durante la breve rueda de prensa posterior al encuentro con el rey, Sánchez deslizó que se prevén inversiones en Marruecos por un montante que supera los 45.000 millones de euros hasta el año 2050. "Marruecos está haciendo un enorme esfuerzo por modernizar su economía, su país, en el que España está participando muy activamente", recalcó sin proporcionar más detalles. El Gobierno ha tenido que aclarar este jueves que las inversiones en Marruecos de 45.000 millones de euros a las que aludió Sánchez se refieren a inversiones marroquíes que implican contratos a los que pueden optar empresas españolas, pero no es una inversión de España.

Uno de los hitos que reforzará las inversiones es precisamente la celebración del Mundial de fútbol de 2030, que albergará España junto a Portugal y Marruecos. Marruecos tiene previsto invertir 14.500 millones de dirhams (unos 1.300 millones de euros) en construir un gran estadio cerca de Casablanca y reformar otros seis. Se da la circunstancia de que Marruecos apuesta abiertamente por albergar la final del Mundial en Casablanca. Su federación no ha ocultado nunca esa aspiración en detrimento del Bernabéu o el Camp Nou, los estadios más idóneos para una cita de tal resonancia.

La dictadura alauí espera invertir 16.000 millones de dirhams (1.400 millones de euros) en su sistema ferroviario, un concurso al que se ha presentado la española Talgo. A juicio de Sánchez, las infraestructuras que barrunta Marruecos suponen una "oportunidad para las empresas españolas". De hecho, ha animado a Marruecos a exponerlas en una próxima cumbre hispano-marroquí, a celebrar en España pero sin fecha aún, para que "puedan participar en este proyecto ilusionante".

Sánchez se vanagloria de que la etapa actual es la mejor "en décadas" entre ambos países, con intercambios comerciales que superaron en 2022 los 20.000 millones de euros y una positiva evolución de España como "inversor de referencia en Marruecos". En el comunicado de Moncloa, Sánchez asegura sin más "haber abordado con el jefe de Gobierno de Marruecos el estado de los diferentes proyectos que están en marcha en el ámbito de la educación y la cooperación cultural, y que se promovieron durante la RAN del año pasado".

Apoyo a proyectos en los territorios ocupados del Sáhara

Sánchez no solo complació los oídos del majzén -el círculo palaciego que lleva las riendas del país- al reiterar su apoyo al plan de autonomía para el Sáhara, la obsesión de la diplomacia marroquí que ha llevado al país a trazar su política exterior en torno a esa máxima. En este viaje, el presidente del Gobierno fue más allá y brindó apoyo e incluso se interesó por participar en proyectos que implican a los territorios ocupados del Sáhara Occidental, a pesar del antecedente de los tribunales europeos en relación al acuerdo de pesca, que no ha podido ser renovado por ilegal.

Según el comunicado de la Casa Real marroquí, "el presidente del Gobierno español saludó y marcó el interés de España por las iniciativas estratégicas lanzadas por su majestad el rey, que Dios le asista, especialmente la iniciativa de los países africanos ribereños del Atlántico, la iniciativa real para favorecer el acceso de los países del Sahel al Océano Atlántico, así como el gasoducto africano-atlántico Nigeria-Marruecos". Las tres iniciativas pasan por la ex colonia española, el último territorio por descolonizar de África y en el que Madrid tiene una responsabilidad histórica al ser potencia administradora del territorio.

Luz verde a los camioneros marroquíes

Fue aprobada en Consejo de Ministros antes de viajar a Marruecos pero la medida fue entregada como una concesión más al reino alauí en virtud de esas "excelentes relaciones" que vende Moncloa. El Ejecutivo concedió luz verde al canje de licencias de conducir de ciudadanos marroquíes para transportes de mercancías y viajeros, sin que tengan que someterse a ningún tipo de examen en España.

El Consejo de Ministros reconoce así los carnets profesionales de Marruecos, lo que en la práctica facilita la cobertura de vacantes de conductores cualificados para trabajar en el sector.