Las elecciones europeas han llevado a un rifirrafe a los partidos socios del Gobierno de coalición que, por el momento, no se escenifica dentro del Consejo de Ministros. Que el PSOE haya amagado con iniciar el trámite de la proposición de ley para abolir la prostitución y el proxenetismo, mirando hacia la derecha y rompiendo la dinámica de pactos por primera vez en la legislatura, resulta incomprensible y no ha sentado bien entre las filas de Sumar. Todo, pese a no prosperar y atrincherarse el PP en el 'no' tras parecer valorar una abstención.
No ha gustado en la estructura de partido, pero tampoco en el grupo parlamentario magenta. E internamente, como apreciaciones, se alerta de que los socialistas empiezan a desviarse de los compromisos adoptados en el acuerdo de investidura; de la mayoría progresista con base social. Lo achacan a una cuestión electoralista. Aunque no hay ningún punto en el pacto, por ejemplo, que mencione la prostitución y que se haya roto. Sí la trata. Es una 'traición' en el plano ideológico, del espacio.
En Sumar creen que el registro de esta ley antes de las vascas, catalanas y europeas, y la colocación de la misma, tras "guardarla en el cajón", en el primero de los dos plenos de la semana antes de las europeas, es el claro ejemplo. Sobre todo, cuando no ha habido intentos de acercar posturas o un sondeo previo. Desde el PSOE dicen, en cambio, que han presentado la ley "cuando hemos tenido cupo". Consideran que la voluntad ha sido la de obligarles a votar en contra e intentar explotar ese rechazo a "una medida de izquierdas" para aglutinar votos en la candidatura de la actual ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera. Y que, para conseguir eso, están "desviándose del acuerdo" alcanzado en noviembre de 2023, apuntan fuentes de Sumar. Seguirán "remando" para evitar que eso vuelva a producirse, añaden.
A juicio de sectores de Sumar, la posición en la que queda ahora el PSOE es comprometida, porque ha quedado visualmente próximo al PP y alejado de sus socios naturales. Esperando una abstención de los populares que finalmente tampoco ha llegado. Y eso el público se lo puede penalizar, y perjudicar la finalidad que ven que persigue Moncloa, de tomar impulso y aproximarse en lo posible a los populares el 9-J. Insisten en ese electoralismo, que respaldan por llevar ahora a pleno una ley "limitada" y que, por eso mismo ha permitido a partidos muy plurales y a los comunes, con una posición regulacionista muy asentada coincidir en el rechazo.
Sumar se queja de que no ha recibido llamada alguna desde que se plantea la ley de abolición
Después de que este martes, en una rueda de prensa en el Congreso, la líder de Catalunya en Comú, Aina Vidal, y segunda portavoz del Grupo, asegurara que el PSOE estaba cometiendo "un gran error" por no negociar, el portavoz titular de Sumar, Íñigo Errejón, criticó la falta de "seriedad" de un texto de "tres páginas". "Si tuvieran ganas de sacar una posición habrían hablado con nosotros", dijo, asegurando que no han recibido llamada alguna del PSOE. Expuso que "las cosas que se acuerdan y se trabajan juntos, salen bien", ejemplificándolo con el subsidio de desempleo. Una medida que enarbolan los socialistas, dijo, cuando "el corazón social" del Ejecutivo entiende que es Sumar. Preguntado por este aparente distanciamiento entre socios, Errejón matizó que lo percibe no como "un cambio de rumbo", pero sí "de formas".
Se suma el choque por la ley de suelo
La abolición de la prostitución no es la única medida de la semana que tensa a los socios. La modificación de la Ley de Suelo y Rehabilitación Urbana, otra de las acciones que cayeron en saco roto la legislatura pasada, llega el jueves a pleno como proyecto de ley del Gobierno. Se pretende acabar con problemas municipales como la paralización de los planeamientos urbanísticos por defectos menores que pueden ser subsanados fácilmente, pero desde Sumar ven que se da rienda suelta a los "pelotazos" de la construcción. Y reprochan que se de salida antes a esto que a la regulación de los pisos turísticos, por ejemplo. El rechazo fue trasladado por los ministros de Sumar en el consejo de ministros que lo aprobó, dijo ayer Errejón.
Frente a una medida como la prohibición del proxenetismo que el PSOE esperaba que el PP avalara sin conversaciones previas, algo que no ha sucedido, fuentes de Sumar auguran que la reforma del Suelo sí va a aprobarse con Génova. Algo que intensifica esa idea de acercamiento a la derecha que buscan que cale. Especialmente cuando beneficia el "salto de controles" por parte de muchos ayuntamientos, y sobre todo cuando los populares tienen la vara de mando en casi 3.200 de ellos y presiden la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP).
La estrategia de Sumar, de desplazar a Sánchez cerca de Feijóo, busca frenar fugas vistas, por ejemplo, en Cataluña: de los comunes al PSC. El problema es su poca profundidad y recorrido. Más con la distancia marcada en el pleno de ayer; cuando Feijóo critica el choque diplomático con Argentina e iguala el estilo "populista" de Sánchez y Javier Milei; y azuza lo que califica de caso PSOE [la trama Koldo y derivadas].
Hoy Sánchez comparece en el Congreso para explicar los negocios y el papel de su mujer, y otros asuntos de agenda internacional. Y se espera tensión ante un debate largo con pluralidad de temas. Tanto con los socios tirando con el tema palestino, como los populares con su esposa. Fuentes del PP afirman que no están aquí para "salvar" al Ejecutivo. Es más rechazan la "sobreactuación" del Gobierno. También estos días en política exterior, construyendo "un enemigo" para polarizar. Y manda un mensaje claro: Sánchez debe "apañarse" con sus socios. Sobre todo, con la amnistía a una semana de ser votada finalmente. El 30 de mayo.
Desde el PSOE niegan que, con la propuesta de abolición en el horizonte haya habido un objetivo electoral. Porque, de ser así, no la hubieran sacado ante el riesgo, ya oficializado, de perder la votación. Lo que hay, dicen, es un compromiso con una demanda social que también viene desde la izquierda. Y ante una convicción, que "no es regular una explotación", fuentes socialistas no veían un inconveniente apoyarse en quien piensa igual. Y no por ello, señalan, hay una desviación en el acuerdo de gobierno. Solo diferencias cotidianas que es normal que se den entre grupos distintos. Además, afean a Sumar que tergiverse la realidad: "saben que tenemos tres" proposiciones de ley y había que meterlas en el cupo.
Remarcan que en ningún momento ha habido negociación con el PP, como ellos avalan igualmente. Pero tampoco, dicen, la ha habido en materia de Suelo. "Es algo que pide la FEMP". Esta martes, el portavoz parlamentario del Grupo Socialista, Patxi López, instaba a Sumar a cambiar de parecer. "Nosotros estamos en contra de la especulación. Si creen que alguno de los artículos la favorece, que no apoyen las enmiendas a la totalidad" y propongan "parciales". Ante la pregunta de si se está rompiendo la coalición, López no ha determinado posición. Vista la primera derrota de hoy, se antoja posible una nueva si el PP vuelve a rechazar el jueves la propuesta de Suelo.
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