Jesse Baird (26 años) es presentador de Network 10, uno de los canales de televisión más populares de Australia. O era, porque él y su novio, Luke Davis, un azafato de la aerolínea Qantas de 29 años, desaparecieron la semana pasada, y podrían haber sido asesinados por B.L.C., un policía de 28 años que ha sido acusado formalmente por la policía de Nueva Gales del Sur.

Todo comenzó el pasado miércoles, cuando aparecieron en un contenedor de basura en Sídney las pertenencias personales de Baird, ex portero profesional de fútbol australiano, y Davis. El hallazgo de los objetos parcialmente ensangrentados, entre ellos un reloj, un teléfono y una tarjeta de crédito, llevó a la Policía a registrar la vivienda de Baird en el exclusivo barrio de Paddington, donde halló rastros de sangre, además de un proyectil y un casquillo de arma de fuego que coinciden con los usados por la pistola del policía detenido.

Después de registrar la vivienda de Jesse Baird, declarada escena del crimen, así como la de su novio y una tercera casa donde se confiscaron varios objetos, la policía de Nueva Gales del Sur detuvo y acusó formalmente al policía de haber empleado un arma de fuego para asesinar el lunes pasado a ambos.

Un agente de "alto rango"

La policía australiana ha precisado que el oficial arrestado es "un agente de alto rango adscrito a un comando especializado" y que sería un conocido de Baird, con quien habría tenido relaciones íntimas.

Este lunes, las autoridades han buscado los cadáveres de ambos hombres en una finca situada en la localidad de Goulburn, a 200 kilómetros al suroeste de Sídney. Hasta allí, presuntamente, el policía B.L.C. llevó los cadáveres en una furgoneta alquilada que ha sido decomisada por la policía. De acuerdo con los investigadores, compró herramientas para entrar en la finca, así como pesas para hundir los cadáveres en alguno de los estanques de la propiedad. El acusado no está colaborando con las autoridades en el hallazgo de los cuerpos.

En un comunicado, la jefa de la policía de Nueva Gales del Sur, Karen Webb, reconoció la atención mediática que está teniendo el caso y pidió disculpas por la deficiente investigación de crímenes contra la comunidad LGTBI entre 1970 y 2010.