Trascendía este martes, en El Confidencial, un vídeo que causaba reacciones encontradas. Estaba relacionado con el presunto abuso sexual que sufrió una concursante de Gran Hermano –omitiremos el nombre- dentro de la casa en la que se celebra el concurso, en el municipio madrileño de Guadalix de la Sierra. En el proceloso mundo de las redes sociales, la noticia se extendió a gran velocidad y ocasionó reacciones furiosas. Entre ellas, las que lamentaban la difusión del documento audiovisual y, por tanto, mataban al mensajero.

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