Ya han pasado tres semanas desde que la moción de censura del PSOE desbancara no solo a Rajoy de la Moncloa, sino a Ciudadanos  del centro de todas las miradas. Durante estas semanas la formación de Rivera ha pasado a un segundo plano y ha tratado de buscar su nuevo espacio para no perder del todo la visibilidad de la que gozaba durante la legislatura popular. Ciudadanos ha jugado la baza de la corrupción contra el PP, primero a nivel autonómico tras el escándalo del máster de Cristina Cifuentes -sostenida por la formación naranja-, y luego a nivel nacional con la sentencia de Gürtel, aunque el resultado no ha sido el esperado. La victoria en las elecciones en Cataluña el pasado mes de diciembre  fue el inicio de un crecimiento que parecía imparable en las encuestas, pero la moción de censura lo cambió todo.

"Ahora somos mucho más libres. Podemos decir lo que queremos sin ceñirnos a un acuerdo". En el partido se muestran optimistas con respecto a su nuevo papel, pero lo cierto es que las primeras encuestas tras la moción de censura ya corroboran la caída de Ciudadanos a la tercera posición después de meses siendo la primera fuerza nacional -demoscópicamente hablando-. Concretamente, según el primer sondeo realizado por el Instituto DYM para El Independiente y Prensa Ibérica, los socialistas obtendrían la primera posición con un 27,1% de los apoyos, mientras que Ciudadanos caería al 20%, por detrás incluso del PP, que obtendría el 24,9%.

Unos datos similares a los de GAD 3, cuya encuesta para Abc también sitúa al PSOE como ganador con el 28,8% de los votos. Por detrás quedaría el PP, con el 25,6% de los votos; Ciudadanos sería la tercera fuerza parlamentaria, con el 21,1% de los sufragios y Podemos obtendría el 13,1% de los apoyos. Por su parte, el sondeo de NC Report para La Razón sitúa al PP como ganador con el 25,5% de los apoyos y al PSOE como segunda fuerza a solo seis décimas (24,9%). Sí coincide con las dos anteriores en el descalabro de Ciudadanos, en tercera posición con el 21% de los votos.

Ahora somos mucho más libres. Podemos decir lo que queremos sin ceñirnos a un acuerdo", defienden desde las filas naranjas

No obstante, en el partido se muestran prudentes con las encuestas. "Es normal que al comienzo un gobierno tenga una etapa de luna de miel, pero poco a poco volverá a la normalidad", defienden. Pese a caer de forma considerable, aseguran que queda mucha carrera por delante en la que esperan mejorar desde una oposición firme. En este sentido, no temen, dicen, que el PP les pise el terreno porque, a su juicio, los populares tienen una posición "anacrónica para los tiempos que vivimos", mientras el partido naranja confirma que seguirá poniendo el foco en la regeneración para desgastar al PSOE, y en sacar adelante medidas que beneficien a los ciudadanos.

Esta semana, por ejemplo, el partido ha llevado al Congreso una Proposición de Ley para combatir la precariedad laboral y una PNL contra la violencia sexual. Dos medidas enfocadas en el ámbito social que se suman a la pregunta que formuló la diputada Patricia Reyes en la sesión de control al gobierno sobre la posición del Ejecutivo con la gestación subrogada, un aspecto que sabe puede debilitar a los socialistas teniendo en cuenta que parte de su electorado defiende este método mientras el partido de Sánchez se muestra en contra.

Rivera, por tanto, intentará aprovechar cada debilidad del nuevo gobierno, si bien en su partido consideran que el entusiasmo con el que empezó su andadura anunciando las peculiaridades de sus ministerios va menguando y, aunque intenten agotar la legislatura, "será difícil que hagan cosas significativas" por la fragilidad de su gobierno.

No ven, en cambio, esa debilidad en su equipo pese a que la pérdida de visibilidad que ya están sufriendo pueda alargarse hasta las próximas elecciones. Después de ganar las elecciones en Cataluña con Inés Arrimadas al frente -hito que les catapultó a la primera fuerza en todas las encuestas a nivel nacional- la región ya tiene un gobierno liderado por los independentistas. La Comunidad de Madrid también ha vuelto a la normalidad después de la dimisión de Cristina Cifuentes, amenazada por Ciudadanos con apoyar una moción de censura socialista, algo que también contribuyó a la caída del PP y al auge naranja.

Ante esta situación, Albert Rivera ha querido dar a los suyos una imagen de firmeza para intentar demostrar que su partido sigue siendo útil también con un gobierno socialista. “Nos toca más que nunca construir y seguir trabajando para una alternativa para que España tenga cuanto antes un Gobierno limpio, estable y sin hipotecas con los populistas y los nacionalistas”, ha señalado este viernes a los suyos en el Congreso General de Ciudadanos.

Rivera ha apostado por “construir un proyecto para todos” y se ha preguntado “qué pasaría si no estuviera Ciudadanos, con un PSOE aliado con los populistas y los independentistas y un PP noqueado por la corrupción”.

Ahora, una vez pasada la tormenta del PP nacional, condenado por Gürtel, y su posterior caída, los de Rivera han agotado sus posibilidades para hacerse notar. La renovación de la presidencia popular no creen que les perjudique y no quieren entrar en la preferencia de candidatos. "Primero que arreglen sus problemas y luego valoraremos al nuevo interlocutor". Por lo que a ellos respecta, seguirán buscando la fórmula para aguantar el tirón y llegar con fuerza a la próxima cita electoral: las autonómicas de 2019.