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El PSN mantiene la ronda para gobernar Navarra pese a la desautorización de Ferraz

La dependencia de Bildu lleva a la dirección del PSOE a rechazar la ronda que por ahora los socialistas navarros mantienen.

El PSN mantiene la ronda para gobernar Navarra pese a la desautorización de Ferraz
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, junto a la candidata socialista por Navarra, María Chivite. | EFE

La fase postelectoral en Navarra camina hacia un pulso interno entre socialistas. A un lado la dirección nacional, Ferraz, Pedro Sánchez, y al otro el Partido Socialista de Navarra y María Chivite. Es una pugna por medir el desgaste y el impacto de luchar a toda costa por el Gobierno foral de Navarra y por ahora parece que la valoración de unos y otros es dispar.

En Madrid, la dirección nacional del PSOE ya ha trasladado a la territorial navarra que el camino que anuncia de explorar acuerdos con Geroa Bai, Podemos e Izquierda Ezkerra, con la participación necesaria de EH Bildu, debe frenarse. Pero la directriz, por ahora, no parece haber surtido efecto y los socialistas navarros encabezados por Chivite mantienen la ronda de contactos que tenían programada desde este miércoles y hasta el viernes con el resto de partidos para impedir la llegada de Navarra Suma al Gobierno de Navarra.

Desde la misma noche electoral el PSN, y en particular su secretaria general, han insistido en que en ningún caso permitirán que Javier Esparza, el candidato de Navarra Suma, la coalición que agrupa a UPN, PPN y Ciudadanos, se haga con el Ejecutivo. La coalicion de derechas logró 20 de los 50 escaños del Parlamento y se impuso con claridad en las elecciones autonómicas.

Bildu, fuera de la ronda

El cuatripartito que hasta ahora ha gobernado Navarra sufrió un duró revés, fundamentalmente por el hundimiento de Podemos, y se quedó sin posibilidades de reeditar su acuerdo para seguir gobernando. Ahora la única opción para evitar el regreso al Ejecutivo de un gobierno de derechas es una alianza entre el PSN con Geroa Bai, Podemos y Izquierda-Ezkerra pero que indefectiblemente requiere además de la abstención de EH Bildu para hacer presidenta a Chivite.

Todas las formaciones se han mostrado dispuestas a facilitar el camino a la candidata del PSN. Chivite se ha empeñado en intentar un "gobierno progresista" y pese a que ha inisistido en que no negociará con la coalicion que lidera Arnaldo Otegi, necesiatára de ella. Es lo que inquieta en Ferraz, que consideran que el precio a pagar por hacerse con el Gobierno foral puede ser demasiado elevado al convertir a la coalición de la izquierda abertzale en un aliado de facto para toda la legislatura. Por ello, según ha adelantado hoy El Confidencial, Ferraz habría trasladado ya su posición contraria a explorar ese camino.

Por el momento, en el PSN hacen oídos sordos y aseguran que se mantiene el programa de encuentros establecido y que contempla iniciar la ronda con Uxue Barkos, la candidata de Geroa Bai, la marca del PNV en Navarra, este miercoles. Su candidata se ha ofrecido a Chivite para cerrar un acuerdo "progresista". Un pacto que no incluiría a la aún presidenta del Gobierno de Navarra en funciones que ya ha asegurado que no formaría parte de ese Ejecutivo que se pudiera conformar.

Daños colaterales

EH Bildu, a la que el PSN no ha incluido en la tonda de contactos, ya ha reclamado formar parte de la ecuación y de las conversaciones si se quiere su participación en la operación. Para empezar, la coalición de la izquierda abertzale ya ha asegurado que reclamara que su candidato, Joseba Asirón, sea apoyado en el ayuntamiento de Pamplona por el PSN para evitar que el candidato de Navarra Suma, Enrique Maya, acceda a la alcaldía. La coalición de derechas se quedó a sólo un escaño de la mayoróia absoluta.

El desgaste que un acuerdo de dependencia de Bildu pudiera acarrear el plan del PSN es lo que inquieta en Ferraz. La investidura de Pedro Sánchez incluso podría complicarse o facilitarse si finalmente se permite que Esparza, que Navarra Suma, la formación que ganó en las elecciones, gobierne. La coalición de derechas obtuvo dos escaños en las pasadas elecciones generales y que podrían ser clave si finalmente facilitasen la investidura de Sánchez a cambio de no impedir su llegada al Ejecutivo foral.

De igual manera, frustrar el "gobierno de progreso" lilderado por Chivite podría tener consecuencias en la vecina Euskadi. El PNV, que hoy reúne a su Ejecutiva, ya ha asegurdao que lo que suceda en Navarra puede influir en la estrategia de alianzas que se lleve a cabo por parte de la formación de Ortuzar, tanto a nivel autonómico como nacional.

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