Política

Comienza el deshielo con Vox: Aguado y Monasterio se reúnen en un hotel de Madrid

Los líderes de Cs y Vox han mantenido por primera vez un discreto encuentro en la capital a apenas 24 horas de la constitución de la Asamblea de Madrid

Rocío Monasterio.

Rocío Monasterio.

Principio del fin del veto a Vox. El candidato a la presidencia de la Comunidad de Madrid por Ciudadanos, Ignacio Aguado, se ha reunido este domingo con su homóloga de Vox, Rocío Monasterio, en un encuentro que no había sido anunciado previamente por ninguna de las dos formaciones.

Según confirman fuentes de Ciudadanos a El Independiente, la cita ha tenido lugar en un hotel de la capital madrileña, donde ambos líderes "han mantenido un encuentro en el que se han conocido" y han tomado un café "dentro de un clima cordial" para iniciar las negociaciones sobre la Mesa de la Asamblea madrileña.

La breve reunión ha tenido un carácter informal y, según fuentes conocedoras de la cita, no ha habido ningún tipo de comunicado de prensa o fotografía de ambos, aunque sí se desprende un hecho fundamental dado el fragmentado escenario de pactos territoriales que aún queda por delante: que Ciudadanos se abre a una vía de diálogo, aún no a acuerdos, con Vox.

Y es que la reunión entre Monasterio y Aguado se ha producido en un momento clave: apenas restan 24 horas para que se constituya la Asamblea de Madrid y se elija al presidente de la Cámara, un puesto que los populares se comprometieron a ceder a Ciudadanos a cambio de que los naranjas facilitasen la investidura de Isabel Díaz Ayuso como nueva presidenta de la Comunidad.

Pero las pretensiones de Ciudadanos podían verse truncadas si no cedían a un encuentro con el tercero en discordia: Vox. Desde el principio, Aguado -aunque no Villacís- cerró la puerta a cualquier posibilidad de repetir la foto de Colón y darse un apretón de manos con los de Santiago Abascal. Pero no les ha quedado más remedio y el líder regional ha apurado hasta el último momento para satisfacer una de las exigencias de la formación de ultraderecha: estar presente en las negociaciones.

Vox ya había avisado por activa y por pasiva a los liberales que no repetirían la vía andaluza en el resto de España y se quejaban de que Rivera les ofrecía "como plato único una segunda taza de caldo andaluz, humillaciones, desprecios y ninguneos a cambio de nada".

Aunque en un primer momento las exigencias del partido de Santiago Abascal para lograr acuerdos en los diferentes lugares era una entrada en los gobiernos, Monasterio rebajó los requerimientos y pidió que se les trate "como iguales" en una mesa de negociación.

Ante un apretado calendario, Aguado ha dado finalmente su brazo a torcer porque, de cumplir los de Abascal sus amenazas y no contar con sus votos en el órgano rector madrileño, los liberales habrían perdido la presidencia de la Asamblea en favor del PSOE. Ya el pasado viernes, el candidato naranja manifestó que no pondría ningún "cordón sanitario" a Vox y que no tenía "ningún inconveniente" para sentarse con Monasterio antes del próximo martes, aunque salvando las distancias al afirmar que no contempla ningún reparto de cargos con la formación, dejando sobre su tejado la responsabilidad de permitir o no un Ejecutivo del PP y Ciudadanos en lugar de uno de izquierda.

Restan menos de dos días para conocer dos de los grandes pactos posibles resultantes de los comicios del 26 de mayo. El próximo día 11, las Asambleas de Madrid y Murcia deberán estar constituidas y los acuerdos que allí se tomen, a derecha o izquierda, servirán para empezar a vislumbrar los posteriores acuerdos de investidura.

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