"No transigiremos con la idea de que cuando se es un grupo proeuropeo, no se trabaja con la extrema derecha. Pediremos a los diputados europeos de Ciudadanos que clarifiquen su situación respecto a su partido". Las declaraciones de la secretaria de Estado para Asuntos Europeos francesa, Amélie de Montchalin, en la emisora France Inter hacían tambalear la cooperación entre Albert Rivera y Emmanuel Macron en el ahora bautizado Renew Europe, nacido de la Alianza de los Liberales y Demócratas Europeos (ALDE).
El desafío de Francia era claro. En un contexto en que Ciudadanos libra su propia batalla interna tras el polvorín de pactos municipales del pasado sábado, el aviso del gobierno galo le precipitaba a una nueva contienda: la de tratar de convencer a sus socios europeos que el mandato de la Ejecutiva -votado de manera unánime- de no pactar con la extrema derecha en España permanecía intacto, si bien las reuniones en secreto; el intento de resucitar la vía andaluza a nivel municipal y autonómico; las cuentas perfectas para que Vox tuviese representación -una vicepresidencia- en la Asamblea de Madrid; o la falta de oposición naranja a que los de Abascal ocupen Juntas de Distrito en la capital española no parecían contentar a los de Emmanuel Macron.
Nous ne transigerons pas avec l'idée que quand on est un groupe pro-européen, on ne travaille pas avec l'extreme droite. Nous allons demander aux députés européens issus de #Ciudadanos de clarifier leur situation vis-à-vis de leur parti #QuestionsPol @franceinter pic.twitter.com/icjYzjAxKS
— Amélie de Montchalin (@AdeMontchalin) 16 de junio de 2019
Pero el fantasma de la posible ruptura entre los liberales de Francia y España por las últimas decisiones de la Ejecutiva de Ciudadanos en territorio municipal comienza a difuminarse. Según ha podido saber El Independiente, fuentes de Ciudadanos Europa desmienten el ultimátum de Montchalin a su formación y aseguran que "ha hablado de manera independiente" y que "no representa la opinión de Macron ni la posición del gobierno de En Marche".
Y no solo niegan la amenaza de ruptura. Según fuentes de la delegación francesa en el Parlamento Europeo, desde París se habrían tomado medidas para acallar los rumores de alejamiento y aseguran que el Elíseo "no volverá a hacer declaraciones sobre asuntos internos españoles" después de que la secretaria de Estado haya recibido un "toque de atención" por parte del entorno de Emmanuel Macron. Y para reforzar a ojos de Europa que esa "gran coalición" entre Cs y En Marche "sigue en pie", este miércoles ha resultado elegido el ex primer ministro de Rumanía, Dacian Ciolos, como nuevo presidente del ALDE -Renew Europa- en el Parlamento Europeo con el respaldo de España, Francia, Alemania y Países Bajos, entre otros, un candidato aupado "en conjunto" por Rivera y Macron.
Ya es una realidad que Ciolos, apodado como 'el Macron rumano', liderará a los liberales europeos, un nombre que comenzó a coger fuerza en la carrera por lograr la Presidencia después de que la líder de la delegación del Gobierno francés, Nathalie Loiseau, autodestruyese sus aspiraciones como favorita tras conocerse que había insultado a todos sus aliados europeos ante un grupo de periodistas franceses.
Sin embargo, la tensa cuerda que une, aunque no lo quieran, a Vox y Ciudadanos en España ya se ha cobrado su primera víctima: Manuel Valls, quien criticaba abiertamente la "normalización de la extrema derecha" en España después de trascender la reunión entre Ignacio Aguado y Rocío Monasterio en Madrid. Y dentro de Ciudadanos, uno de los más críticos sobre el acercamiento con la extrema derecha es, precisamente, Luis Garicano, lo que justifica esa "buena sintonía" y cooperación entre los liberales franceses y españoles.
Fuentes próximas al entorno de Garicano confirmaban a este diario cuando el fantasma de Vox comenzaba a planear sobre la dirección naranja que "cualquier acuerdo" con los de Abascal "provocaría grandes tensiones, cismas e, incluso, dimisiones dentro del partido". "No podemos presentarnos con los liberales en Europa habiendo pactado con los populistas en España, que es precisamente lo que Macron pretende combatir", avisaban.
Pero no hay "ningún tipo de gobierno de coalición con los populistas ni de derechas ni de izquierdas" y, por tanto, la relación de Rivera y Macron en Europa sigue intacta y con una "relación muy estrecha".
En esta postura se reafirmaba hace unos días el diputado de LREM, Piere-Alexandre Anglade, que calificaba a los naranjas como "aliados" para la "refundación de la Europa que nosotros defendemos". Y en esta misma línea se situaba también el eurodiputado de En Marche, Stéphane Séjourne, quien en declaraciones a El País afirmaba que seguían trabajando "en total confianza con Luis Garicano" con quien "compartimos la lucha contra los extremos".
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