Política

INVESTIDURA

Sánchez e Iglesias se cruzan ultimátums pero no se atreven a romper la negociación

El presidente amenaza con la repetición electoral y el líder de Podemos le avisa: "Si hay elecciones nunca será presidente"

Sesión de investidura: Pablo Iglesias y el grupo de Podemos no aplaude a Pedro Sánchez.
Sesión de investidura: Pablo Iglesias y el grupo de Podemos no aplaude a Pedro Sánchez tras su intervención | EFE

La investidura de Pedro Sánchez pende de un hilo. En el PSOE y en Podemos aseguran que tienen "la mano tendida" a seguir con la negociación, reclaman "paciencia" e intentan convencer de que hay margen hasta la votación del jueves para alcanzar un acuerdo. Pero el clima de desafío y desconfianza mutua alcanzó ayer cotas estratosféricas que superaban los ochomiles registrados la semana pasada por los reproches mutuos entre el candidato socialista y el líder de Podemos, Pablo Iglesias, que se saldaron con su 'sacrificio' el viernes para desbloquear las negociaciones. Tales son los recelos y las suspicacias mutuas, que fuentes de Podemos no descartaban anoche votar en contra de la investidura este martes en la primera votación.

Las negociaciones estallaron entre ambos cara a cara en su última reunión en el Congreso ya el 7 de julio. Y cara a cara fue el duelo que protagonizaron ayer en el hemiciclo dinamitando el falso oasis construido durante el fin de semana. Después de la andanada de Sánchez contra Iglesias el jueves en una entrevista en La Sexta, el líder de Podemos dio un paso atrás y renunció a entrar en el Consejo de Ministros en aras de una coalición de gobierno a la que el PSOE se sigue resistiendo. Durante el fin de semana todo fueron buenas palabras y predisposición pública al acuerdo. De puertas para adentro, los socialistas seguían negándose a que Podemos ocupara carteras "ejecutivas" y diluían su entrada en el Gobierno a posiciones de "mero decorado", según ha denunciado Iglesias desde la tribuna.

"No nos vamos a dejar pisotear ni humillar por nadie", advertía Iglesias a Sánchez, sosteniéndole la mirada por primera vez en toda la jornada. "Permítame una advertencia: si hay elecciones, temo que no será presidente del Gobierno de España nunca", avisaba, después de que el candidato socialista volviera a rebajar su oferta a Podemos y a amenazar con la repetición electoral.

Sánchez había echado un nuevo jarro de agua fría sobre Iglesias al proponer, desde la tribuna, que firmaran un acuerdo de investidura o de legislatura con Podemos fuera del Gobierno si era imposible alcanzar un acuerdo. Pedía también al partido de Iglesias que "meditara" bien su voto para que no una su suerte a la de PP, Cs y Vox rechazando, como hizo en 2016, la investidura de un candidato socialista.

Desde que Sánchez tomó la palabra por la mañana, todo fueron decepciones para Podemos. En su primer discurso pasó de puntillas por la intención de formar un Gobierno de coalición y subrayó las tradiciones "diferentes" de PSOE y Podemos "dentro del ámbito de la izquierda". Situó a su partido en una posición preponderante por sus 140 años de historia y su trayectoria en gobiernos nacionales, autonómicos y municipales, frente al espacio minoritario históricamente reservado al PCE o a IU que otorgó a su "socio preferente". También aireó las "discrepancias profundas" entre ambas formaciones añadiendo al "escollo" en materia catalana otras cuestiones como la salida de Podemos del Pacto de Toledo cuando estaba a punto de alcanzar un acuerdo sobre las pensiones. Para rematar, recordó que la suma entre PSOE y Podemos sigue sin alcanzar la mayoría absoluta en la Cámara necesaria para gobernar.

Iglesias contuvo la respiración en todo momento, controlando sus reacciones. Admitió que Podemos era un recién llegado a la política, pero al final pudo dejarse humillar. "Si no fuera por sus errores no estaríamos aquí", le espetó a Sánchez después de horas de autocontrol. "Ni competencias en Hacienda ni en Trabajo, ni en Igualdad. Ni una sola competencia nos aceptan para que podamos desarrollar nuestro programa en el Gobierno. Le pedimos alguna de transición ecológica y dijo que ni hablar. Le propusimos en materia de Ciencia y dijeron ni hablar. Señor Sánchez ¿qué nos han ofrecido? Explíqueselo a la Cámara", espetó indignado y dejando al socialista sin respuesta.

El enfrentamiento entre ambos fue tan duro que deja pocas esperanzas en el acuerdo, según fuentes de ambos partidos. Unidas Podemos no descarta votar este martes en contra de la investidura del candidato socialista a la Presidencia del Gobierno"si no cambia nada" en las negociaciones. "No es descartable el 'no'", aseguran fuentes de la formación, según informa Europa Press. Sería un correctivo en toda regla para que Sánchez vea el abismo bajo sus pies antes del jueves y admita a ministros de Podemos con capacidad ejecutiva en su Gobierno.

Por su parte, fuentes cercanas al presidente explican que lo ven firme en su decisión de no ceder, aunque eso suponga repetir las elecciones. De hecho, muchos dirigentes del PSOE creen que Sánchez siempre ha preferido jugársela en las urnas a estar sometido a meses de inestabilidad a manos de Podemos y de los independentistas, que podrían tumbar su Gobierno en cualquier momento como ocurrió en febrero, cuando rechazaron los Presupuestos Generales del Estado. Diputados socialistas que entraban por la mañana en el Congreso con cara de preocupación e incredulidad por la posibilidad de un Gobierno de coalición con Podemos salían sonriéndose al constatar que Sánchez no se lo pondría tan fácil a Iglesias.

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