Saben que piden un imposible y que el calendario se acerca imperioso al final, pues el día 29 es la fecha tope para presentar ante la Junta Electoral Central las coaliciones electorales. En definitiva, Génova asume que no habrá "España Suma", esto es, una alianza preelectoral con Ciudadanos, pero eso no quiere decir que dejen de defender esta propuesta durante la campaña "porque desgasta y erosiona a Rivera". Ese ha sido uno de los temas que el líder del PP, Pablo Casado, ha tratado con sus barones territoriales en un almuerzo posterior a la reunión del comité ejecutivo nacional del partido.

Esta vez no ha faltado ninguno, ni siquiera los que aparecen en las posiciones más críticas como el gallego Alberto Núñez Feijóo, el andaluz Juan Manuel Moreno y el vasco Alfonso Alonso, que recientemente protagonizó un enfrentamiento con la portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo a cuenta de la posición del PP vasco ante el nacionalismo. Y han sido los críticos los que más han ponderado "la moderación y la centralidad" del discurso de su jefe de filas, tal y como uno de ellos ha admitido en conversación con este periódico.

El ambiente ha sido tan distendido que aunque muchos dirigentes territoriales quieren introducir "ajustes", "mejoras" y "cambios" en las listas electorales que Génova les impuso para las elecciones del 28-A, el tema apenas se ha tocado, salvo la asunción de que se "abordarán pequeños cambios para ampliar la base" electoral. Este vez se ha hablado de las posibilidades electorales de Ciudadanos, de cuestiones sectoriales y de organización, incluso de la candidatura de Íñigo Errejón, en definitiva, "mucha paz hoy", según señalaba a El Independiente un asistente al almuerzo y otro apostilla: "buen ambiente y nada de polémica interna".

España Suma se mantiene como discurso para "llamar al voto útil"

Ese respaldo a una estrategia que no compartían, entre otros, Núñez Feijóo, responde a la tranquilidad que les da a muchos la negativa del líder de Ciudadanos a ir de la mano del PP. En definitiva, "España Suma" "se mantendrá como discurso, porque nadie lo ve posible, así que te ahorras discusiones sobre cómo hacerlo", reconoce un líder territorial. "Sirve como una manera de llamar al voto útil sin hacerlo de forma directa", sanciona otro. La idea es hacer descansar sobre los hombros de Rivera de falta de voluntad política para desalojar a Pedro Sánchez de la Moncloa. Por eso Casado no dejará de pedir a los votantes del centro-derecha que hagan lo que han sido incapaces de hacer en Ciudadanos, "unir para ganar", como lema que ayer presidió la reunión del comité ejecutivo nacional.

En el entorno del secretario general del PP, Teodoro García Egea, aseguran que hablarán con todas las direcciones regionales para hablar de unas listas que, en principio, no se quieren tocar más allá de ajustes por abandonos voluntarios o cambios de tarea. Es el caso de las listas de Vitoria, Cuenca o Zamora, pero también de Madrid, donde bien se puede hacer correr la candidatura u ocupar con otros nombres propios el puesto de Daniel Lacalle, de Andrea Levy y de Javier Fernández Lasquetty.

En Génova aseguran no haber recibido ningún mensaje del PP andaluz para sustituir a Juan José Cortés al frente de la candidatura onubense, para la que muchos abogan por recuperar a la ex ministra de Empleo Fátima Báñez. No es descartable, sin embargo, que Cortés pasara a ser el número dos de la lista si consiguen otro perfil que satisfaga más a todos o que vaya para el Senado. Las buenas perspectivas electorales permiten a Casado y los suyos un respiro a la hora de rescatar a muchos que se quedaron colgados o a ex dirigentes que en su momento fueron en las filas de Soraya Sáinz de Santamaría y pueden regresar a la primera línea política.

La nueva estrategia de campaña pasa por ignorar a Vox

En la nueva estrategia con la que el PP aborda la campaña del 10-N, Vox no existirá. Al menos esa es la intención. De momento el partido de Santiago Abascal tiene un perfil muy bajo pero espera coger impulso el 6 de octubre en su "cumbre" en Vistalegre bajo el lema "Plus ultra", con el objetivo "defender España y su unidad, su soberanía y la libertad frente a la dictadura progre". Casi nada.

En el PP están convencidos del regreso a la "casa madre" de muchos electores que se fueron a Vox "y han visto la inutilidad de su voto". De hecho, ven más posibilidades de ampliar su base social por la derecha que por la izquierda, aunque según todos los sondeos es Ciudadanos la formación política que más puede descender. El problema de Rivera y los suyos es que a poco que bajen en porcentaje de voto pueden perder entre 20 y 22 diputados, hasta el punto de ver esfumarse su representación por Galicia o peligrar el escaño por Toledo, circunscripción que encabezaba Juan Carlos Girauta. Además, es tradicionalmente el partido con menos fidelidad de voto.