El conflicto se agravó el curso pasado y ahora amenaza con enquistarse. La red concertada vasca de enseñanza de iniciativa social, que agrupa a 250 centros educativos y 120.000 alumnos, afronta este curso con una convocatoria de huelga de nada menos que un mes. La han anunciado esta mañana las centrales sindicales tras considerar que sólo así esperan que la situación para la renovación de su convenio colectivo, pendiente desde hace una década, y las mejoras laborales que demandan sean atendidas. La convocatoria de huelga en la enseñanza se prolongará desde el próximo 7 de noviembre y hasta el 5 de diciembre.

La tensa situación por la que atraviesa este modelo educativo en Euskadi se activó el pasado curso, cuando los sindicatos mayoritarios convocaron un total de 24 jornadas de huelga, en días alternativos, a lo largo del curso. Al comienzo de este curso se retomaron los paros que a la vista de que no se han producido mejoras en sus condiciones se extienden ahora a un mes continuado. Más aún, las centrales convocantes; ELA, LAB, STEILAS y CCOO aseguran que su pasado el mes de paro no se logra un acuerdo no descartan en hacer indefinida la huelga.

Además de una recuperación del poder adquisitivo que consideran perdido en todo este tiempo -y que estiman en un 13%- los cerca de 9.000 trabajadores de la red concertada reclaman mejoras de carácter laboral, tanto en la definición de sus jornadas de trabajo y rebaja de carga laboral como en la garantía de recolocación en caso de desaparición de aulas.

Mediación 'neutral'

Una negociación de la que el Gobierno vasco se ha desentendido al considerar que pese a la existencia de un concierto educativo con los centros escolares las reclamaciones de carácter laboral las debe asumir las patronales que agrupan a los centros: Kristau Eskola y Aice-Izei. Por el momento, los avances en las negociaciones no se han producido y la conflictividad no sólo no se ha reconducido sino que se complica. Las centrales acusan tanto a las patronales como al Ejecutivo de no haber dado ningún paso que facilite un entendimiento.

La situación ha llevado a diversas asociaciones de padres y madres incluso a manifestarse ante la sede de la central sindical mayoritaria, ELA, para intentar que no se repitan las huelgas. Subrayan que no se puede adoptar una decisión de esta entidad sin tener en cuenta el impacto que tiene sobre los estudiantes y apelan a la necesidad de buscar una "mediación neutral" que facilite una solución. La incidencia en el desarrollo educativo de los alumnos es la mayor preocupación, para lo que no sólo exigen que se opte por otro tipo de fórmulas de presión sino también por una mediación urgente y efectiva del Gobierno vasco para poner fin al conflicto.

El Ejecutivo de Iñigo Urkullu ha lamentado hoy la nueva convocatoria de huelga, en especial por la gravedad de la misma, "es desproporcionada". El portavoz del Gobierno, Josu Erkoreka, ha recordado que con una convocatoria de este tipo entran en colisión dos derechos fundamentales como el del derecho a la huelga y el del derecho a la educación. Subraya que el impacto en el desarrollo escolar, "al inicio del curso" puede ser significativo y que este extremo "se tendrá en cuenta" a la hora de determinar los servicios mínimos que decrete el Ejecutivo.