Día negro para Ciudadanos. Si Albert Rivera confirmaba este mismo lunes su salida no solo de la presidencia del partido, sino también del Congreso de los Diputados y de la vida pública, el portavoz parlamentario de la formación, Juan Carlos Girauta, ha seguido los pasos de su líder y ha comunicado que abandona la política.

Y lo ha hecho pocas horas después de que el ya ex presidente de Ciudadanos pronunciase su discurso de despedida ante una emocionada sede naranja. "A mí no me interesa la política después de Albert Rivera", ha afirmado esta misma tarde en una entrevista para EsRadio. "Se ha aplastado a un hombre bueno y yo no quiero estar ahí después de eso", zanjaba.

La decisión de Girauta, uno de los pesos pesados del partido y una de las figuras más cercanas al dimitido Rivera, se produce en el capítulo más triste de la historia de Ciudadanos: los liberales no sólo han perdido al presidente que los ha guiado durante 13 años de trayectoria, sino que afrontan el duro reto de la sucesión con tan sólo 10 escaños en el Congreso de los Diputados -pierden 47, incluido el que ostentaba Girauta por Toledo- y sexta fuerza política, por detrás de Podemos, de los independentistas de ERC y de la ultraderecha de Vox.

Además de no conseguir el acta por Toledo, Girauta tampoco pertenecía ya a la Ejecutiva, que queda automáticamente disuelta después de la dimisión de Albert Rivera. Y sobre este respecto se ha manifestado en la entrevista, afirmando que pese al pesimismo que transmiten los resultados Ciudadanos sabrá reponerse, con la implantación territorial como principal sostén.

Girauta ha criticado además a los que "han querido matar a Ciudadanos", porque "es difícil que un partido aguante cuando todo el mundo intenta aniquilarlo", declaraba en relación al descalabro electoral sin precedentes, en el que hasta las encuestas más pesimistas se quedaron cortas. Y ha lanzado un mensaje a sus detractores: "Que les vaya muy bien con Vox".