El coronavirus se ha cobrado en España en cinco semanas más vidas que las registradas en accidentes de tráfico en todo 2019, lo que da una idea de la velocidad con la que se ha propagado el covid-19 en el país tras saltar de China. Con casi 25.000 contagios, la tasa de letalidad se sitúa hasta el momento en el 5,3 %.

A las 12 horas de este sábado, el número de fallecidos por la pandemia se elevaba ya a 1.326, según los datos que ha hecho público el Ministerio de Sanidad con las notificaciones de las comunidades autónomas. Ello quiere decir que en 36 días han muerto por este brote 228 personas más que las que perdieron la vida en las carreteras españolas el pasado año (1.098). Y aún no se ha alcanzado el pico.

La curva sigue trazando una trayectoria ascendente y ya son 24.926 el número de contagios que se contabiliza en el conjunto del país, 4.926 más que el día anterior. Madrid concentra 8.921 casos, lo que representa casi el 35,8 % del total. Le siguen Cataluña (4.203), País Vasco (1.725), Andalucía (1.515), Castilla y León (1.466), Castilla-La Mancha (1.423) y Valencia (1.363).

El primer óbito por coronavirus en España trascendió en la tarde del pasado 3 de marzo. Los resultados de la necropsia revelaron que fue el covid-19 la causa de la muerte de un paciente de 69 años que había ingresado en el Hospital Arnau Vilanova de Valencia tras regresar de un viaje a Nepal. El fallecimiento, que tuvo lugar el 13 de febrero, se había achacado inicialmente a una neumonía de origen desconocido.

El Centro Nacional de Microbiología -dependiente del Instituto de Salud Carlos III- había confirmado el primer positivo por covid-19 en España en la noche del pasado 31 de enero. El patógeno se había detectado en un turista alemán que se encontraba de vacaciones en La Gomera y que se habría infectado por contacto con una persona diagnosticada en su país. Recibió el alta hospitalaria el 14 de febrero tras dar negativo en la segunda prueba.

Cuando se constató aquel caso hacía justo un mes que la Comisión Municipal de Salud y Sanidad de Wuhan (Hubei, China) había informado sobre 27 casos de neumonía de etiología desconocida por exposición a un mercado mayorista de pescado y animales vivos en dicha ciudad. El 7 de enero se identificó que un nuevo tipo de virus denominado 2019-nCoV era el causante del brote.

Contagios locales desde febrero

El avance de la epidemia marcó un hito en España a finales de febrero, cuando se confirmó que la neumonía por la que había tenido que ser ingresado un paciente de 62 años en el hospital Virgen del Rocío de Sevilla el día 20 de dicho mes había sido provocada por el coronavirus. Era el primer caso de contagio local: el hombre no había viajado al extranjero, sospechándose que se había infectado al asistir a una fiesta en Marbella en la que coincidió con una pareja procedente de Shanghai.

El 8 de marzo por la mañana, horas antes de que la manifestación por el Día de la Mujer reuniera a unas 120.000 personas en las calles de Madrid, España contabilizaba 589 positivos y 13 muertes. Al día siguiente la cifra se había disparado a 999 casos (16 fallecidos) tras doblarse la incidencia en Madrid. Desde entonces, la curva no ha dejado de dibujar una alarmante trayectoria ascendente, sin que nadie pueda precisar todavía cuándo se alcanzará la cota.

En menos de dos semanas, el número de víctimas por coronavirus en España se ha multiplicado por cien, al pasarse de 13 a más de 1.300. La velocidad en la propagación llevó el pasado 14 de marzo al Gobierno a declarar el estado de alarma, regulado mediante un decreto en el que se han establecido numerosas restricciones en un intento por contener la expansión del virus y aplanar la curva para no colapsar los centros hospitalarios.

Cuando el Ejecutivo de Pedro Sánchez adoptó esta medida excepcional, el país había superado ya los 5.700 casos, casi la mitad de los que se registraban en Italia cuando el Gobierno de Giuseppe Conte acordó cerrar todas sus fronteras (9.172) tras haber aislado previamente Lombardía y otras regiones del Norte como el Véneto y Emilia Romagna. La curva española traza una trayectoria similar a la italiana, que este jueves superó ya a China -origen del brote- en número de fallecidos.

La evolución del virus en España está siendo la más rápida en toda Europa, siendo el país que acumula ya más casos y fallecimientos. El país alcanzó los 100 positivos nueve días más tarde que Italia, pero ha superado los 17.000 sólo seis días después que el país transalpino.

Ese rodaje a la fuerza de los médicos italianos tratan de aprovecharlo sus colegas españoles, en muchos casos para adoptar medidas antes de que les llegue a ellos el «tsunami de pacientes» que colapsó los hospitales del norte de aquel país por la rapidez con que se está propagando el covid-19.