Feijóo firmará su cuarta mayoría absoluta el próximo 12-J. Al menos esto es lo que pronostica el CIS de Tezanos, que, en coincidencia con la mayoría de encuestas privadas, augura que el líder gallego saldrá de las urnas reforzado. El actual presidente de la Xunta lograría una victoria cómoda, en este caso el 46% de los votos y entre 40 y 42 escaños, por encima de los 38 necesarios para lograr mayoría absoluta en el Parlamento gallego.

El barómetro disipa también dudas sobre uno de los temores que planeaba sobre el PP gallego desde hace meses: que un escaño de Vox pudiese condicionar la mayoría de Feijóo y su continuidad en la Xunta. Pero no lo logrará, al menos según los pronósticos del instituto público, que prevén que los de Santiago Abascal se queden fuera del Parlamento gallego, al igual que Ciudadanos, que en Galicia capitanea Beatriz Pino. El PSOE se situaría en segunda posición, pero muy lejos del PP, con el 19,5% de los votos.

Le pisa los talones a Gonzalo Caballero el BNG, que subiría casi el doble de puntos respecto a los comicios de 2016 hasta el 16,8% de los votos, que le daría entre 12 y 14 escaños. Amenazan los nacionalistas gallegos con el sorpasso al PSOE, dado el impulso que le ha dado a la formación nacionalista su presencia en el Congreso de los Diputados.

En País Vasco, el PNV experimentaría una amplia subida respecto a los últimos comicios, aunque insuficiente para gobernar en solitario. No obstante, Íñigo Urkullu no sólo revalidará su victoria, sino que podrá elegir cómodamente a cualquier socio de Gobierno para la próxima legislatura. En concreto, los nacionalistas vascos saldrían reforzados con el 40,8% del voto, lo que le granjearía entre 31 y 34 escaños. En 2016, Urkullu se alzó con 29 diputados y casi 3 puntos por debajo de lo que ahora pronostica el Centro de Investigaciones Sociológicas.

Notable resulta la caída del PSOE en Euskadi, que se dejaría estos comicios más de tres puntos respecto a las anteriores autonómicas y se quedaría con 11 escaños en el Parlamento Vasco. Baja también el apoyo a Bildu -del 21,23% al 19%-, mientras que Podemos se mantendría alrededor del 15% del voto.

Ya en el anterior barómetro electoral, el instituto demoscópico auguraba que tanto Feijóo como Urkullu repetirían cómodamente en sus cargos tras las próximas elecciones. En concreto, el CIS vaticinaba que la victoria del PP en Galicia se salvaría con el 38,7% de los votos, nueve puntos por debajo de lo obtenido en las autonómicas de 2016. Tezanos pronosticaba hace unos días que en País Vasco el PNV ganaría con el 39,3% de los votos, mientras que Bildu se dejaría buena parte de sus apoyos por el camino, pasando del 21,23% al 12,9%. El PSE subía hasta el 11,3% de las papeletas y ocuparía la tercera plaza en detrimento de la caída de Elkarrekin Podemos.

Los comicios en País Vasco y Galicia se entienden como el primer examen que pondrá a prueba la gestión de las direcciones no solo territoriales, sino también nacionales, durante la crisis del coronavirus. Y tienen lugar en un momento excepcional, ya que tanto la campaña como la propia votación estarán condicionadas por las restricciones propias de la etapa postcovid. De hecho, una de las mayores incógnitas será cómo afectará el temor al virus en la participación, especialmente entre el electorado de mayor edad.

Iturgaiz no logra levantar el vuelo del PP en Euskadi

Otra de las conclusiones que se puede extraer del CIS de Tezanos de este miércoles es que la alianza de PP y Ciudadanos en País Vasco, encabezada por Carlos Iturgaiz, está lejos de dar sus frutos, y se queda lejos de superar los resultados que lograron los populares en solitario en 2016.

Según el barómetro, la alianza de centroderecha lograría una representación de entre tres y seis escaños y el 5,9% de los votos, casi cinco puntos por debajo de las anteriores autonómicas, cuando el PP salvó nueve diputados gracias a su fuerte presencia en Álava, donde logró cinco de sus escaños.

Más allá de la victoria de Feijóo en Galicia, los resultados de Iturgaiz se estiman fundamentales para la estrategia de Génova, después de que fuese la dirección popular quien tomase la decisión tanto de descabalgar al anterior líder del PP vasco, Alfonso Alonso, en favor del actual candidato; como de impulsar la coalición con Ciudadanos, una estrategia que Casado también intentó en Galicia pero que no prosperó por la negativa de Feijóo.