Sánchez cada vez está más solo en su sotanillo de la Moncloa, con su bola de cristal, su mago de cumpleaños (Iván Redondo) y el cuervo de Poe. El indulto no les gusta ni a los indultados, que quieren amnistía y autodeterminación, y quizá que vuelvan las cintas de ocho pistas y Emmanuelle, en una loca apoteosis de lo retro. Pero la gracia tampoco gusta en su partido, donde se le rebelan sus barones de Semana Santa y hasta las reliquias arenosas como Felipe González. González, Vara y García-Page pueden parecer como una primera fila del Corpus, pero son justo el PSOE que Sánchez ha olvidado: el PSOE de Casa del Pueblo, de provincia ferroviaria, de sindicalista chato como Karl Malden y de historia de España y de la democracia, sustos incluidos. Sánchez ha olvidado al partido y a los votantes, se cree un papa guapo, como el que hace Jude Law en la serie que produce Roures. Va a perder a los votantes, va a hundir al partido y sólo le quedará Zapatero como una cacatúa novia del cuervo.
Te puede interesar
Lo más visto
- 1 El Gobierno aprueba la nueva ayuda de 200 euros para la crianza
- 2 Pardo de Vera escoge a la exabogada del Estado del 'procés' y su mano derecha en Adif para defenderse en el 'caso Koldo'
- 3 ¿Cuántos funcionarios serían cómplices y carceleros?
- 4 Ascenso y caída de Alvise: sus eurodiputados le acusan de lanzar "una mentira tras otra"
- 5 La Promesa: avance del episodio del lunes 28 de abril
- 6 Estos son los posibles sucesores del Papa Francisco
- 7 Ultimátum de Maíllo frente a la presión interna y la de Podemos
- 8 Eugenia vuelve a La Promesa: RTVE adelanta los acontecimientos
- 9 RTVE 'desclasifica' los 20 contenidos más vistos de su plataforma