Con la llegada del verano, las carreteras españolas se inundan de conductores. La mayoría opta por el tipo de ropa cómoda y calzado ligero, como el de las chanclas, sin pensar en las derivadas y consecuencias que eso podría tener al volante. Aunque para muchos puede parecer un pequeño detalle, el tipo de calzado puede ejercer incluso una incidencia directa en la seguridad de la conducción y supondrá una sanción cuando el mismo puede comprometer en un momento dado el perfecto control del vehículo.

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El Reglamento General de Circulación no establece explícitamente la prohibición de la conducción con chanclas, pero el apartado 1 del artículo 18 establece que el conductor ha de mantener la libertad de movimientos necesaria para una conducción segura. En este sentido, si un agente considera que el calzado no garantiza el control suficiente del vehículo, puede imponer una multa de 80 euros. Es decir, no importa si se conduce con chanclas porque lo importante es saber si se está en un riesgo potencial.

Multas sujetas al criterio del agente

El punto más controvertido de esta cuestión consiste en que todo queda a la decisión del agente de la autoridad. Si éste estime que efectivamente el uso de chanclas obstaculiza la acción de los pedales podrá sancionarnos, pues la ambigüedad de la norma da pie a situaciones subjetivas, generando así más dudas en la conducta de los conductores durante todos los veranos.

Riesgos de conducir con chanclas

Las chanclas pueden caer del pie o engancharse en el pedal, lo que disminuye el control sobre el coche. Esa falta de firmeza incrementa el riesgo de accidente, sobre todo en maniobras de emergencia o cuando se frena de golpe. Por eso, aunque no haya una norma que las prohíba, es mejor evitarlas.

Alternativas seguras para el verano

Si se busca conducir de una manera más cómoda, hay opciones que son igual de seguras que las chanclas. El calzado ligero, pero cerrado ofrece un buen equilibrio entre frescor y seguridad, ya que permiten mantener el control de los pedales sin dejar de lado el confort veraniego.

Otras sanciones comunes en verano

Conducir sin camiseta

Aunque no hay una ley que prohíba específicamente poder realizar esta práctica, el hecho de conducir sin camiseta puede suponer una multa de unos 100 euros, ya que puede comprometer el uso normal del cinturón de seguridad o bien podría generarse el riesgo de quemaduras por el contacto con algunos materiales del automóvil. La multa podrá ser impuesta bajo el criterio que pone en juego la seguridad de uno mismo o la de los demás.

Usar gorras o sombreros grandes

La permisibilidad de usar gorras es legal, pero los sombreros que cubran ya las orejas pueden suponer una limitación en la capacidad auditiva del conductor. Esta sí es una conducta sancionable, ya que disminuye la percepción del entorno, muy importante en la carretera. La multa incluso puede alcanzar el límite de 100 euros si se considera que limita la capacidad de conducción.

Móvil al volante

Una de los errores habituales es el uso del teléfono móvil cuando se está al volante ya sea para mirar un mensaje o bien para ver el GPS, lo que acarrea una multa de 200 euros y la pérdida de 3 puntos del carnet de conducir. La legislación es muy clara en este punto. El móvil tendrá que estar acoplado al salpicadero y no debe manipularse mientras se conduce.

Comer o beber mientras se conduce

Si se come o se bebe al conducir, si implica distracción se puede traducir en una multa de 200 euros y la pérdida de dos puntos. Estas prácticas son bastante comunes en la época estival, cuando el calor y los viajes largos invitan a refrescarse al volante.

Por lo tanto, conducir en verano precisa de un calzado adecuado, por ejemplo, no usar chanclas, y mantener la atención en la carretera puede evitar accidentes y multas inesperadas. La clave está en hacer uso del sentido común y buscar, en todo momento, la seguridad.

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