Llegó el calor, y con él, el comienzo de las vacaciones, de los viajes, de los planes, de la temporada de tomar helados. Lo corriente en esta época del año, de no ser porque hace tan solo unos meses los bares y restaurantes de un buen puñado de comunidades autónomas permanecían cerrados, la incidencia del virus no dejaba de subir y el Gobierno anunciaba un objetivo de vacunación que parecía del todo inasumible.

Hace tres meses, los empresarios del sector turístico pronosticaban un horizonte "muy poco alentador" mientras suplicaban la llegada de más dosis que pudieran mejorar la situación. Pero poco a poco la vacunación está consiguiendo cerrar la brecha provocada por la pandemia, permitiendo la relajación de restricciones, el fin del Estado de alarma y, por ende, la normalización de la vida económica.

Lo constatan las cifras publicadas durante las últimas semanas, que han tenido como guinda final los datos de paro y de PIB del segundo trimestre, conocidos este jueves y viernes, respectivamente. Si los indicadores continúan por la senda que están dibujando, la recuperación es ya un hecho, y el Gobierno podrá cantar victoria, al terminar la crisis del coronavirus como una fuerte pero corta recesión, como pronosticó.

Ahora, su prioridad es "consolidar el crecimiento y el ritmo de la creación de empleo", como afirmó este viernes la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, en un vídeo compartido por su equipo. En esta ocasión no valoró los datos en ninguna rueda de prensa, que agosto, y las vacaciones, están a la vuelta de la esquina.

Las cifras económicas que avalan la recuperación de la pandemia son las siguientes.

PIB

El crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) español durante el segundo trimestre ha sido del 2,8% frente a los tres meses anteriores, el mayor avance de la serie histórica y que se ha visto impulsado sobre todo por un repunte del sector servicios del 3,4%.

Este alza del PIB contrasta con el retroceso que experimentó la economía en el primer trimestre, del 0,4%, sobre todo por la borrasca Filomena y la tercera ola del Covid. Los datos de 2020 fueron del todo variados: en el primer trimestre, el PIB cayó un 5,4%; en el segundo, un 17,8%; en el tercero subió un 17,1% y en el cuarto no varió (0%).

En comparación con el año pasado crecimiento ha sido del 19,8%, el más alto de toda la serie histórica dado que en el segundo trimestre del año pasado fue cuando más se sintió el golpe del virus, al decretarse el confinamiento tras el estallido de la pandemia en marzo. También supone el primer trimestre en positivo tras cinco negativo.

A precios corrientes, este avance implica que el PIB del segundo trimestre fue de 297.717 millones de euros, según el INE, su cifra más alta desde el cuarto trimestre de 2019, por lo que se recupera el nivel anterior a la llegada del virus al país.

Empleo

Los datos del mercado de trabajo publicados este jueves son mayormente positivos, pero han generado algo de confusión. Por un lado, se ha disparado la creación de empleo con 465.000 nuevos ocupados, sobre todo gracias a la contratación temporal (más de 305.000), pero a la vez el paro ha bajado solo en 110.100 desempleados, representando ahora el 15,26%, una décima menos que el trimestre pasado.

Esta pequeña bajada en el paro tiene que ver con las dificultades del Instituto Nacional de Estadística (INE) en su Encuesta de Población Activa (EPA) para diferenciar a los parados de los inactivos, es decir, los que no tienen trabajo y lo buscan activamente de los que no lo tienen pero tampoco están buscando empleo.

Como explicó recientemente el director de Randstad Research, Valentín Bote, a este medio, un gran número de españoles quedó sin empleo tras el estallido de la pandemia y deseaba encontrar uno nuevo, pero no acudió a las oficinas de empleo a inscribirse, presumiblemente, por los cierres perimetrales y de algunas actividades. Pero el INE es estricto en su cálculo, por lo que ha podido dejar fuera a un porcentaje considerable de personas que no han podido demostrar que están en búsqueda activa de empleo.

Así, durante los últimos meses ha aumentado la población activa con fuerza y provocando esa distorsión en las cifras. En cualquier caso, la buena noticia, apuntan los economistas, es que la tasa de paro está solo un punto por encima de la de 2019, en el 14,02%, por lo que en un año y medio se ha prácticamente salido de la crisis a nivel de empleo.

En esa cifra no se contabilizan los más de 440.000 trabajadores que quedan en ERTE. Aún está por ver cuántos de estos terminarán en el desempleo cuando el Gobierno deje de extender este mecanismo.

Más allá de eso, según los datos económicos del INE del segundo trimestre, el empleo creció un 18,9% frente al trimestre anterior, lo que supone 2,82 millones de puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo más que hace un año.

Han predominado los trabajo del sector servicios, dentro del que destacan el impulso del comercio, el transporte y la hostelería y también de las actividades artísticas y recreativas, y del sector público. A la vez, ha crecido el empleo temporal por encima de los contratos a tiempo completo.

Consumo

El consumo ha sido el principal motor de la economía este trimestre. Los españoles se han lanzado a gastar los ahorros que acumularon durante el año pasado, confiados en que no es necesario atesorarlos más puesto que la situación general irá a mejor. Se han disipado los fantasmas y muchos están dispuestos a recuperar el tiempo perdido.

Así, se están superando las previsiones que realizaron las principales casas de análisis, al registrarse un alza del consumo de los hogares del 6,6% intertrimestral en el segundo trimestre.

La demanda nacional creció un 3,6% entre abril y junio; las exportaciones aumentaron un 0,4% (en el primer trimestre cayeron un 1,7%) y las importaciones mejoraron un 2,9% (frente a la caída del 1,3% de los tres primeros meses del año).

Las previsiones

Este auge de optimismo también se refleja en las expectativas del equipo de Calviño y Montero. El Gobierno espera que este 2021 cierre con la economía creciendo un 6,5% y un 7% en 2022, similar a lo que esperan otros servicios de análisis y organismos internacionales. En 2020, el año en que estalló la pandemia del coronavirus, la economía cayó un 10,8%.

El cálculo incorpora la llegada de parte de los fondos europeos, que impulsarán este crecimiento si España prueba ante Europa que ha llevado a cabo las reformas exigidas. En total, este año llegarán a España 19.000 millones de euros, 9.000 a final del verano y otros 10.000 antes de que termine 2021.

Del lado del empleo, el Estado espera terminar este año con una tasa de paro del 15,2% y del 14,1% en 2022. En cuanto al déficit, el Gobierno espera que cierre el año en el 8,4% del PIB y en el 5% del PIB el año siguiente, algo a lo que estará atenta Europa, que está pensando cuándo reactivar las reglas fiscales que limitan cuándo pueden gastar los países.