Después de que el último barómetro del CIS apuntara a un empate a 68 escaños entre el bloque de la izquierda y del centro-derecha en la Comunidad de Madrid poco se ha movido en los cálculos que lleva realizando Moncloa y Ferraz desde entonces. A falta de que arranque la campaña, pero con los candidatos y sus partidos plenamente movilizados, no se han producido corrimientos de voto significativo que permitan aventurar cuál va a ser el resultado electoral del 4-M.

Eso no significa que no haya pequeñas fluctuaciones o "dientes de sierra" que inclinen la balanza a un lado o a otro según el día, pero nada que permita ver una tendencia consolidada a favor de uno de los bloques, aseguran las fuentes consultadas. Se trata pues, de un escenario muy abierto que hace que la campaña electoral, que arranca el domingo, resulte fundamental, unida a los reiterados llamamientos al voto para movilizar al electorado, sobre todo entre la izquierda.

La idea es superar el 68 por ciento de participación que hubo hace dos años, aunque el hecho de que sea día laborable y en mitad de la cuarta ola de la pandemia de coronavirus dificulta estimar si finalmente los madrileños superarán el umbral del 70 por ciento. PP y PSOE creen que la cifra mágica es aproximarse al 74 o 75 por ciento de participación y el CIS arrojaba la cifra récord de un 75,2 por ciento de encuestados que aseguraban que acudirían a votar, aunque luego suele ser muy menor.

Habrá que ver qué prepara la "factoría Tezanos" para el sondeo flash -siguiendo el modelo de las catalanas- que publicará el CIS el segundo o tercer día de campaña y si coincide con los datos que manejan los socialistas.

Vox consigue representación; Iglesias no supera a Más Madrid

En todo caso, sí empieza a haber algunas certezas según los datos que manejan los socialistas y que coinciden con la mayoría de los sondeos que publican los medios de comunicación. Del lado de la derecha, la popular Isabel Díaz Ayuso gana las elecciones y Vox supera el 5 por ciento del voto, lo que le permite estar representado en la Asamblea de Madrid, otra cosa es que sumen los 69 escaños de la mayoría absoluta porque lo que dan por segura es la debacle de Ciudadanos.

En el bloque de la izquierda el objetivo es la suma con Más Madrid y Unidas Podemos. Y ahí reside otra de las certezas, salvo sorpresa de ultimísima hora, esto es, que Pablo Iglesias no supera a Mónica García. De hecho, salva a Podemos de su desaparición en Madrid, sí, pero no mejora sustancialmente sus resultados.

En todo caso, desde Ferraz subrayan que la presencia de Iglesias permite que no se pierdan papeletas que, de otra forma hubieran acabado en la abstención, convencidos de que el líder morado "no quita voto a Gabilondo. Se trata de unos electores, de procedencia comunista, que en ninguno de los casos votaría al PSOE", aseguran. De ahí la importancia de que las tres fuerzas "hagan el mayor de los esfuerzos por arrastrar a sus respectivos electorados".

El debate en Telemadrid, punto de inflexión de la campaña

Los socialistas creen que el debate en Telemadrid del día 21, al que finalmente acudirá Isabel Díaz Ayuso, podría suponer un punto de inflexión. En Moncloa dicen entender las resistencias de la presidenta de la Comunidad a participar en debates electorales, donde siempre arriesga más el que va en cabeza. De hecho, el propio Pedro Sánchez también intentó eludir este cuerpo a cuerpo en las elecciones generales.

Otra cosa es que la silla vacía supusiera una penalización electoral desde el momento en que Telemadrid optó por seguir adelante con la preparación del debate. Enfrentada a la televisión pública madrileña, Díaz Ayuso no consiguió que fuera la Academia de Televisión quien se comprometiera a organizarlo al no conseguir un mínimo de quorum entre cadenas para emitirlo, que son las que tienen que correr con los costes.

Además, rompe la estrategia de la candidata popular de confrontar con Pedro Sánchez y obviar a Gabilondo. Para los socialistas es otra muestra de que en el PP "manejan los mismos datos que nosotros, todo está muy igualado y por eso arremeten contra el presidente del Gobierno porque cuando te ves con posibilidades de revalidar el cargo la mejor estrategia es ignorar a todos los adversarios", aducen.